Año nuevo... y todo continúa igual en el Madrid de Fabio Capello. Bueno no, peor. Con la novedad de Gago, sustituyendo a Diarra en el once titular planteado por el técnico italiano ayer en Riazor frente al Deportivo, el equipo volvió a jugar a lo mismo de siempre: es decir, a nada.

A priori, tener al supuesto mejor jugador del mundo en la zaga -Fabio Cannavaro-, debería otorgar al equipo un 'plus' de tranquilidad y de experiencia; en cambio, el conjunto coruñés, repleto de juventud, desparpajo e ilusión, acechó la meta defendida por Casillas una y otra vez sin que la escuadra madridista diese algún síntoma de reacción.

En la segunda parte se pudo ver a Marcelo, la gran esperanza para el lateral izquierdo una vez se retire Roberto Carlos, tras sustituir a uno de los pesos pesados del vestuario blanco, un Míchel Salgado que, al igual que muchos otros de sus veteranos compañeros, dejaron atrás sus mejores días hace ya demasiado tiempo.

Otros detalles más a tener en cuenta: Cassano entró en una convocatoria de la que se cayó Robinho. Van Nistelrooy, con molestias durante la semana, fue titular de nuevo, en detrimento de Ronaldo. ¿Alguien le encuentra sentido a esto? Capello debe poseer un cerebro tan privilegiado que la mayoría de los mortales no encuentran las respuestas a ciertos enigmas que, semana tras semana, nos viene proponiendo. Debe ser que el crédito que le proporcionan Calderón y Mijatovic es ilimitado...