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Nazareth Heredia

Bajada de enero

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Seguro que a la mayoría de ustedes les costará sudor y lágrimas terminar este mes, el primero del año. Seguro que hacen recortes hasta del agua que se beben para llegar al final. Y es que las Navidades pasan factura y entre comidas de empresa, familiares, amigos invisibles, “papanoeles”, juergas y Reyes, la nómina se queda en bancarrota a mediados de mes. Es lo que tiene la Navidad, la fiesta comercial por excelencia.

Pero, mientras a la gran mayoría de los seres humanos les duele el bolsillo, hay una parte que va contraria a las agujas del reloj y en vez de recortar gastos y sufrir en enero, gastan más que nunca. Y no hablo de cientos de euros, hablo de millones. Y por lógica sabrán ustedes de quiénes hablo, de estos clubes nuestros de Primera que derrochan euros por donde quiera que ven a un chavalito que promete o a una vieja gloria que quiere volver.

Pero lo más paradójico de esto, es que no se toman el mercado de invierno como unas rebajas y aquí los equipos van a ver quién da más. Eso sí, se pelean por los jugadores cual maruja por unas bragas en una sección femenina en rebajas. “Me lo quedo”, “que no, que me lo quedo yo”; “yo doy tres millones”; “yo subo a cinco”. Y alguno echando el fin de semana con 30 puercos euros. Tiene perejiles, por no ser grosero.

Y ni decir tiene lo jovencitos y monos que son la mayoría, que más que simples jugadores de fútbol, parece que ya vienen con la planta de modelos para los anuncios y tal, para recuperar la inversión de euros. Y si no miren ustedes a Gago, de pasarela. Ahora, eso sí, por lo menos esperemos que den espectáculo, que el Madrid gane jugando, que el Barça se espabile y que el Sevilla siga plantando cara.

Señoras, señores; con lo que los presidentes se gastan en enero en fichajes para “reforzar” la plantilla, ésa en la que algunos tuvieron que prescindir de jugadores porque les sobraban, me pago un chalet en el centro de Madrid, un coche de alta gama, me caso en Notre Dame y me voy de viaje alrededor del mundo y me sobra dinero para repetirlo todo. Pero visto que aún no puedo ser presidenta del Atleti, seguiré viviendo con mis padres, mientras ahorro para dar la entrada de un piso, del cual estaré muerta pagando hipoteca. Seguiré pidiéndole el coche a mi madre, me casaré en la iglesia de mi pueblo y de luna de miel me bañaré en las Canarias. Y nada tengo que envidiarle a nadie.

Bajada de enero

Nazareth Heredia
Nazareth Heredia
domingo, 7 de enero de 2007, 22:39 h (CET)
Seguro que a la mayoría de ustedes les costará sudor y lágrimas terminar este mes, el primero del año. Seguro que hacen recortes hasta del agua que se beben para llegar al final. Y es que las Navidades pasan factura y entre comidas de empresa, familiares, amigos invisibles, “papanoeles”, juergas y Reyes, la nómina se queda en bancarrota a mediados de mes. Es lo que tiene la Navidad, la fiesta comercial por excelencia.

Pero, mientras a la gran mayoría de los seres humanos les duele el bolsillo, hay una parte que va contraria a las agujas del reloj y en vez de recortar gastos y sufrir en enero, gastan más que nunca. Y no hablo de cientos de euros, hablo de millones. Y por lógica sabrán ustedes de quiénes hablo, de estos clubes nuestros de Primera que derrochan euros por donde quiera que ven a un chavalito que promete o a una vieja gloria que quiere volver.

Pero lo más paradójico de esto, es que no se toman el mercado de invierno como unas rebajas y aquí los equipos van a ver quién da más. Eso sí, se pelean por los jugadores cual maruja por unas bragas en una sección femenina en rebajas. “Me lo quedo”, “que no, que me lo quedo yo”; “yo doy tres millones”; “yo subo a cinco”. Y alguno echando el fin de semana con 30 puercos euros. Tiene perejiles, por no ser grosero.

Y ni decir tiene lo jovencitos y monos que son la mayoría, que más que simples jugadores de fútbol, parece que ya vienen con la planta de modelos para los anuncios y tal, para recuperar la inversión de euros. Y si no miren ustedes a Gago, de pasarela. Ahora, eso sí, por lo menos esperemos que den espectáculo, que el Madrid gane jugando, que el Barça se espabile y que el Sevilla siga plantando cara.

Señoras, señores; con lo que los presidentes se gastan en enero en fichajes para “reforzar” la plantilla, ésa en la que algunos tuvieron que prescindir de jugadores porque les sobraban, me pago un chalet en el centro de Madrid, un coche de alta gama, me caso en Notre Dame y me voy de viaje alrededor del mundo y me sobra dinero para repetirlo todo. Pero visto que aún no puedo ser presidenta del Atleti, seguiré viviendo con mis padres, mientras ahorro para dar la entrada de un piso, del cual estaré muerta pagando hipoteca. Seguiré pidiéndole el coche a mi madre, me casaré en la iglesia de mi pueblo y de luna de miel me bañaré en las Canarias. Y nada tengo que envidiarle a nadie.

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