Si hay algo que caracterice al 28 de diciembre de cada año, esa es la sarta de "inocentadas" que podemos leer y escuchar en los diversos medios de comunicación. Como no podía ser de otro modo, el mundo del deporte, y particularmente el del fútbol, también participa de esta costumbre.
Este año, para no ser menos, ha habido muchas y variadas, pero me voy a quedar con dos. La primera, la publicada en "Marca", según la cual Fabio Cannavaro sería desposeído del Balón de Oro 2006 en beneficio de Zinedine Zidane debido a un supuesto error en el recuento de los votos. Esto, que aquí en España nos lo tomamos a cachondeo, ha sido tomado en serio por el mayor periódico deportivo ruso, que el mismo día 28 lo publicaba a toda página en su edición digital.
La segunda, a nivel más local, la soltó Radio Popular de Bilbao: según la redacción de deportes de dicha emisora, Javier Clemente habría sido cesado como seleccionador de Serbia tras el nefasto partido que disputaron frente a Euskadi en San Mamés. Además, se acompañaba la noticia con unas supuestas declaraciones del rubio de Barakaldo culpando a la prensa bilbaína de su cese debido al exceso de virulencia de las críticas al combinado balcánico. En este caso hirvieron los foros de debate hasta que, a los pocos minutos, se comprobó que era otra broma.
Lo que vienen a demostrar estas inocentadas, además de que tenemos un gran sentido del humor, es que nos creemos casi cualquier cosa que escuchemos o leamos en los medios de comunicación. Y es que, pensándolo fríamente ¿cómo se va a equivocar en el recuento de unos votos una revista tan prestigiosa como France Football? ¿cómo es posible que una Federación europea cese a un entrenador por las críticas dela prensa extranjera?
Esto sólo puede pasar un 28 de diciembre y en España. Eso sí, no me resisto a dejar de contarles la que para mí es la mejor de la historia reciente. 28 de diciembre de 1983; escasos días antes España había aplastado a Malta por 12-1 y Marca tituló algo así como "La UEFA obligará a repetir el España-Malta". A más de uno, se lo puedo asegurar, se le paró el corazón.