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Opinión
Etiquetas | Política | Fascismo | Bolsonaro
“Se necesita, contexto mediante del virus, una práctica regulatoria del discurso, que constituya y organice relaciones sociales mediante configuraciones de sentido. Quizás, la cristalización de Bolsonaro no esta tan lejos”

​Réquiem para el fascismo: Brasil ante el Covid

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“El Cazador estuvo de acuerdo, pero dijo: «Si deseas ganarle al ciervo, debes permitirme colocar este pedazo de hierro entre tus mandíbulas, para que pueda guiarte con estas riendas, y tambien debes dejarte colocar una silla de montar sobre tu espalda para que pueda mantenerme firme sobre ti mientras seguimos al ciervo. El Caballo aceptó las condiciones, y el Cazador pronto lo montó y lo ató. Entonces, con la ayuda del Cazador, el Caballo pronto consiguió vengarse del Ciervo, y le dijo al Cazador: «Ahora, quítate, y quítame esas cosas de la boca y de la espalda.» «No tan rápido, amigo», dijo el Cazador. «Ahora te tengo bajo mi control y prefiero mantenerte como estás ahora.»”


Fábulas de Esopo.

El mundo, de a poco reseteando su funcionamiento, la política redefiniéndose, la economía re configurándose entre muchos escenarios posibles, y todos éstos, sin embargo, aspectos indisociables del mismo efecto producido por el virus que azota a la humanidad, casi a la manera literaria de alguna novela futurista que nos advirtiera sobre los daños colaterales del supuesto derrame del capital, incuestionable hasta éste año.

En la clásica Fábula de Esopo, del caballo, el cazador y el ciervo, vemos la moraleja de que si dejas a las personas usarte como ellos quieren, luego te usarán a beneficio de ellos, algo que podriamos aplicar a las actitudes por estos días del Presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, quien cual cazador logró encantar a gran parte de un pueblo, para montarlo con buenas intenciones, y por fin, logrado su acometido, no dejarlo libre. Remiscencia de otras experiencias en el S.XX.

Sin embargo, podemos establecer una pequeña digresión con respecto a la fábula, y que serviría para refutarme, si queremos darle una cuota de pragmatismo o “realismo político”: el apoyo del electorado de Bolsonaro conoce sus intenciones; en todo caso, lo apoya, incondicionalmente. No obstante, aquí estriba el argumento de éste artículo.

El electorado es consciente de ello, ¿pero hasta dónde? .Las condiciones realistas que ha generado el contexto de la pandemia, ha llevado a movernos en mecanismos constantes de excepción, “Giorgio dice que los gobiernos toman todo tipo de pretextos para establecer estados continuos de excepción. Pero no se da cuenta de que la excepción se convierte, en realidad “(Nancy.2020) y de esto es más consciente la ultra derecha, que nutre y re nutre constantemente un universo idealizado, en el que puntualiza la aparente inutilidad de la Democracia, en este contexto, donde afloran discursos también plagados de viejas alegorías personalistas.

Jair Bolsonaro, realizó una transmisión en vivo este sábado en la que criticó nuevamente las medidas de cuarentena para contener la COVID-19 y pidió a la población no temer el nuevo coronavirus. "No hay que acobardarse con ese virus, hay que enfrentarlo con cabeza erguida, Dios está con nosotros", gritó Bolsonaro a una manifestación de fieles religiosos contra el aborto que se agolpó en el frente del Palacio del Planalto en Brasilia.

En el video, transmitido en vivo en el Facebook de Bolsonaro, el presidente volvió a atacar a los gobernadores y alcaldes que defienden la cuarentena y el distanciamiento social y criticó al Congreso y a la prensa.

Al momento de escribir éste trabajo consulto el mapa del coronavirus en tiempo real y Brasil suma 8.605 muertos, y 127.389 casos confirmados de Covid – 19 . En Brasil, las condiciones de descanso para el fascismo estan dadas, no como algo especulativo, sino como algo que está a punto de cristalizarse en una etapa de consolidación del neo fascismo despertado a principios del S.XXI. De allí la condición de réquiem. Descansará tranquilamente en la permeabilidad de una gran parte del pueblo brasileño que arenga el discurso, incluso ante la evidencia del fatalismo producido por el virus.

Furor hegemonialis , condición fundamental a trasladar hacia la gente.

Intentar comprender el furor en sí con el diario del lunes no es un desacierto, es poder poner en perspectiva lo que está aconteciendo. El ataque de Bolsonaro a la prensa, sin ningún tipo de eufemismo, la censura directa, su llamado a romper la cuarentena, el apoyo de mucha gente a sus locuras constituye que lejos de desconocer el fenómeno, éste irrumpe otra vez poniendo en debate la concepción de hegemonía. En realidad, la lucha por ella. Esto tambien es parte de la caja de pandora que acaba de abrir el Covid – 19 y constituye una brújula a la hora de advertir el momento de cristalización del fascismo bolsonarista.

Entendamos que la concepción de hegemonía, en la que para ser profundos deberemos rozar aspectos gramscianos presentados en los Cuadernos de la Cárcel de Antonio Gramsci, parte de una noción filosófico – conceptual, de la que no podemos dejar de lado la “dialéctica de las luchas sociales” (Gramsci 1999). Sin embargo, para no irnos del argumento de esta exposición, sí nos interesa la noción de los principios políticos de “identidad” y “la diferencia” (Willams 2000 y 2002). Desde poder identificar esta lucha en la que participan actores como Bolsonaro, podemos realizar también la identificación de su modus operandi – incluso sobre su electorado fiel – para concretar sus aspiraciones fascistas.

Entendámonos bien. Habrá hegemonía “cuando uno de los grupos sociales en lucha logre consolidar sus intereses corporativos como intereses pertenecientes a la totalidad social” . En este sentido, dejamos en claro el enfoque planteado en cuanto a su concepción filosófico – conceptual. Pero en el caso del apoyo a Bolsonaro, está claro que para que su propuesta sea hegemónica deberá trascender los limites puramente económico – corporativos para comprender tambien una unidad de discurso.

Esto último se apoya en que por ejemplo, muchas de las disquisiones sostenidas por el Presidente brasileño no estan destinadas a tratar de conciliar salud con economía, sino antes que nada a poder distanciarlas una de otra.

En este aspecto, es cuando entra a jugar la metáfora de la Fábula de Esopo. En los principios de “diferencia” e “identidad”. Estos principios permiten que tanto individuos como grupo sociales tomen consciencia de sus pertenencias y contradicciones políticas y de visión del mundo, en un momento o contexto determinado. El principio político de diferencia, permite en primer lugar, la separación del grupo de la hegemonía constituida. Constituye una autoconciencia de la no pertenencia a una forma de compresión imperante, en este caso, la de prevención, la de cuarentena.

En segundo lugar, permite a grupos sociales distinguirse de aquellos que son sus adversarios en la lucha por la hegemonía (Gramsci, IV: 253). La particularidad de la diferencia arengada por Bolsonaro, es la de recalcar la negación del otro por ser un adversario político. Pero no se trata de una negación que excluye, sino de una negación que reconoce al otro como distinto y lo incluye como algo a eliminar. El primer momento de esta condición es la del discurso de la negatividad, la no pertenencia a la unidad de esfuerzos a contrarrestar, en este caso, el virus.

A través del principio político de identidad, las personas que arengan a la violencia de Bolsonaro, pueden reconocerse como pertenecientes a un mismo grupo con una comunidad de intereses. Sin embargo, esa comunidad, puede asumir distintos niveles. Entonces, el primer momento de esta identidad (que puede asumir muchas formas, como la económica o la militar) es la de negar en todos los momentos ulteriores la posibilidad de prevención, y de paso, la posibilidad de Democracia.

Aquí aparece esta idea de furor hegemonialis, que hay que transmitir, que hay que contagiar. Pero, ¿en qué consiste? Teóricamente, consiste en una reelaboración de la idea Hobbesiana de Republica (Elías. 2002), en tanto forma de búsqueda la seguridad mediante la victoria sobre los enemigos exteriores.

El furor hegemónico, lanzado por Bolsonaro, es la búsqueda de un orden, con una dominación estable, ampliada a otras relaciones. Se necesita, contexto mediante del virus, una práctica regulatoria del discurso, que constituya y organice relaciones sociales mediante configuraciones de sentido. Quizás, la cristalización de Bolsonaro no esta tan lejos. La condición de descanso de la Democracia, empujada tambien a hacer cuarentena, genera una condición de descanso (colchón arrellanado mediante) para un réquiem del fascismo, que paradójicamente, no está muerto. Está resucitando.

Bibliografía


•Giorgio Agamben, Slavoj Zizek, Jean Luc Nancy y otros. “Sopa de Wuhan”. 1ª Ed.Marzo 2020. Editorial: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).

•Gramsci, Antonio. “Cuadernos de la cárcel”. Tomo IV y V. Edición crítica del Instituto Gramsci. A cargo de Valentino Gerratana. 1999.

•Rinesi, Eduardo “Si este no es el pueblo: hegemonía, populismo y democracia en Argentina”; compilado por Eduardo Rinesi; Gabriel Vommaro, y Matías Muraca. 1ª Ed.2ª reimp - . Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento: Instituto de Estudio y Capacitación. Federación Nacional de Docentes Universitarios. Argentina.2010

•Mapa elaborado por la Universidad Johns Hopkins. Whiting School of Engineering sobre el coronavirus a la fecha del 6 de mayo de 2020.

•Willams, Raymond. “Marxismo y literatura y la política del modernismo”. 1ª Ed. en HCSDic. 1997. 2ª Ed. 2000. Ediciones Península. Barcelona.2000.

•Elías, Norbert. “Humana Conditio: consideraciones en torno a la evolución de la humanidad”. 1ª Ed. y 1ª Impr.Ediciones Península. Barcelona. 2002. 

​Réquiem para el fascismo: Brasil ante el Covid

“Se necesita, contexto mediante del virus, una práctica regulatoria del discurso, que constituya y organice relaciones sociales mediante configuraciones de sentido. Quizás, la cristalización de Bolsonaro no esta tan lejos”
Cristian Iván Da Silva
martes, 12 de mayo de 2020, 09:01 h (CET)

“El Cazador estuvo de acuerdo, pero dijo: «Si deseas ganarle al ciervo, debes permitirme colocar este pedazo de hierro entre tus mandíbulas, para que pueda guiarte con estas riendas, y tambien debes dejarte colocar una silla de montar sobre tu espalda para que pueda mantenerme firme sobre ti mientras seguimos al ciervo. El Caballo aceptó las condiciones, y el Cazador pronto lo montó y lo ató. Entonces, con la ayuda del Cazador, el Caballo pronto consiguió vengarse del Ciervo, y le dijo al Cazador: «Ahora, quítate, y quítame esas cosas de la boca y de la espalda.» «No tan rápido, amigo», dijo el Cazador. «Ahora te tengo bajo mi control y prefiero mantenerte como estás ahora.»”


Fábulas de Esopo.

El mundo, de a poco reseteando su funcionamiento, la política redefiniéndose, la economía re configurándose entre muchos escenarios posibles, y todos éstos, sin embargo, aspectos indisociables del mismo efecto producido por el virus que azota a la humanidad, casi a la manera literaria de alguna novela futurista que nos advirtiera sobre los daños colaterales del supuesto derrame del capital, incuestionable hasta éste año.

En la clásica Fábula de Esopo, del caballo, el cazador y el ciervo, vemos la moraleja de que si dejas a las personas usarte como ellos quieren, luego te usarán a beneficio de ellos, algo que podriamos aplicar a las actitudes por estos días del Presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, quien cual cazador logró encantar a gran parte de un pueblo, para montarlo con buenas intenciones, y por fin, logrado su acometido, no dejarlo libre. Remiscencia de otras experiencias en el S.XX.

Sin embargo, podemos establecer una pequeña digresión con respecto a la fábula, y que serviría para refutarme, si queremos darle una cuota de pragmatismo o “realismo político”: el apoyo del electorado de Bolsonaro conoce sus intenciones; en todo caso, lo apoya, incondicionalmente. No obstante, aquí estriba el argumento de éste artículo.

El electorado es consciente de ello, ¿pero hasta dónde? .Las condiciones realistas que ha generado el contexto de la pandemia, ha llevado a movernos en mecanismos constantes de excepción, “Giorgio dice que los gobiernos toman todo tipo de pretextos para establecer estados continuos de excepción. Pero no se da cuenta de que la excepción se convierte, en realidad “(Nancy.2020) y de esto es más consciente la ultra derecha, que nutre y re nutre constantemente un universo idealizado, en el que puntualiza la aparente inutilidad de la Democracia, en este contexto, donde afloran discursos también plagados de viejas alegorías personalistas.

Jair Bolsonaro, realizó una transmisión en vivo este sábado en la que criticó nuevamente las medidas de cuarentena para contener la COVID-19 y pidió a la población no temer el nuevo coronavirus. "No hay que acobardarse con ese virus, hay que enfrentarlo con cabeza erguida, Dios está con nosotros", gritó Bolsonaro a una manifestación de fieles religiosos contra el aborto que se agolpó en el frente del Palacio del Planalto en Brasilia.

En el video, transmitido en vivo en el Facebook de Bolsonaro, el presidente volvió a atacar a los gobernadores y alcaldes que defienden la cuarentena y el distanciamiento social y criticó al Congreso y a la prensa.

Al momento de escribir éste trabajo consulto el mapa del coronavirus en tiempo real y Brasil suma 8.605 muertos, y 127.389 casos confirmados de Covid – 19 . En Brasil, las condiciones de descanso para el fascismo estan dadas, no como algo especulativo, sino como algo que está a punto de cristalizarse en una etapa de consolidación del neo fascismo despertado a principios del S.XXI. De allí la condición de réquiem. Descansará tranquilamente en la permeabilidad de una gran parte del pueblo brasileño que arenga el discurso, incluso ante la evidencia del fatalismo producido por el virus.

Furor hegemonialis , condición fundamental a trasladar hacia la gente.

Intentar comprender el furor en sí con el diario del lunes no es un desacierto, es poder poner en perspectiva lo que está aconteciendo. El ataque de Bolsonaro a la prensa, sin ningún tipo de eufemismo, la censura directa, su llamado a romper la cuarentena, el apoyo de mucha gente a sus locuras constituye que lejos de desconocer el fenómeno, éste irrumpe otra vez poniendo en debate la concepción de hegemonía. En realidad, la lucha por ella. Esto tambien es parte de la caja de pandora que acaba de abrir el Covid – 19 y constituye una brújula a la hora de advertir el momento de cristalización del fascismo bolsonarista.

Entendamos que la concepción de hegemonía, en la que para ser profundos deberemos rozar aspectos gramscianos presentados en los Cuadernos de la Cárcel de Antonio Gramsci, parte de una noción filosófico – conceptual, de la que no podemos dejar de lado la “dialéctica de las luchas sociales” (Gramsci 1999). Sin embargo, para no irnos del argumento de esta exposición, sí nos interesa la noción de los principios políticos de “identidad” y “la diferencia” (Willams 2000 y 2002). Desde poder identificar esta lucha en la que participan actores como Bolsonaro, podemos realizar también la identificación de su modus operandi – incluso sobre su electorado fiel – para concretar sus aspiraciones fascistas.

Entendámonos bien. Habrá hegemonía “cuando uno de los grupos sociales en lucha logre consolidar sus intereses corporativos como intereses pertenecientes a la totalidad social” . En este sentido, dejamos en claro el enfoque planteado en cuanto a su concepción filosófico – conceptual. Pero en el caso del apoyo a Bolsonaro, está claro que para que su propuesta sea hegemónica deberá trascender los limites puramente económico – corporativos para comprender tambien una unidad de discurso.

Esto último se apoya en que por ejemplo, muchas de las disquisiones sostenidas por el Presidente brasileño no estan destinadas a tratar de conciliar salud con economía, sino antes que nada a poder distanciarlas una de otra.

En este aspecto, es cuando entra a jugar la metáfora de la Fábula de Esopo. En los principios de “diferencia” e “identidad”. Estos principios permiten que tanto individuos como grupo sociales tomen consciencia de sus pertenencias y contradicciones políticas y de visión del mundo, en un momento o contexto determinado. El principio político de diferencia, permite en primer lugar, la separación del grupo de la hegemonía constituida. Constituye una autoconciencia de la no pertenencia a una forma de compresión imperante, en este caso, la de prevención, la de cuarentena.

En segundo lugar, permite a grupos sociales distinguirse de aquellos que son sus adversarios en la lucha por la hegemonía (Gramsci, IV: 253). La particularidad de la diferencia arengada por Bolsonaro, es la de recalcar la negación del otro por ser un adversario político. Pero no se trata de una negación que excluye, sino de una negación que reconoce al otro como distinto y lo incluye como algo a eliminar. El primer momento de esta condición es la del discurso de la negatividad, la no pertenencia a la unidad de esfuerzos a contrarrestar, en este caso, el virus.

A través del principio político de identidad, las personas que arengan a la violencia de Bolsonaro, pueden reconocerse como pertenecientes a un mismo grupo con una comunidad de intereses. Sin embargo, esa comunidad, puede asumir distintos niveles. Entonces, el primer momento de esta identidad (que puede asumir muchas formas, como la económica o la militar) es la de negar en todos los momentos ulteriores la posibilidad de prevención, y de paso, la posibilidad de Democracia.

Aquí aparece esta idea de furor hegemonialis, que hay que transmitir, que hay que contagiar. Pero, ¿en qué consiste? Teóricamente, consiste en una reelaboración de la idea Hobbesiana de Republica (Elías. 2002), en tanto forma de búsqueda la seguridad mediante la victoria sobre los enemigos exteriores.

El furor hegemónico, lanzado por Bolsonaro, es la búsqueda de un orden, con una dominación estable, ampliada a otras relaciones. Se necesita, contexto mediante del virus, una práctica regulatoria del discurso, que constituya y organice relaciones sociales mediante configuraciones de sentido. Quizás, la cristalización de Bolsonaro no esta tan lejos. La condición de descanso de la Democracia, empujada tambien a hacer cuarentena, genera una condición de descanso (colchón arrellanado mediante) para un réquiem del fascismo, que paradójicamente, no está muerto. Está resucitando.

Bibliografía


•Giorgio Agamben, Slavoj Zizek, Jean Luc Nancy y otros. “Sopa de Wuhan”. 1ª Ed.Marzo 2020. Editorial: ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).

•Gramsci, Antonio. “Cuadernos de la cárcel”. Tomo IV y V. Edición crítica del Instituto Gramsci. A cargo de Valentino Gerratana. 1999.

•Rinesi, Eduardo “Si este no es el pueblo: hegemonía, populismo y democracia en Argentina”; compilado por Eduardo Rinesi; Gabriel Vommaro, y Matías Muraca. 1ª Ed.2ª reimp - . Los Polvorines: Universidad Nacional de General Sarmiento: Instituto de Estudio y Capacitación. Federación Nacional de Docentes Universitarios. Argentina.2010

•Mapa elaborado por la Universidad Johns Hopkins. Whiting School of Engineering sobre el coronavirus a la fecha del 6 de mayo de 2020.

•Willams, Raymond. “Marxismo y literatura y la política del modernismo”. 1ª Ed. en HCSDic. 1997. 2ª Ed. 2000. Ediciones Península. Barcelona.2000.

•Elías, Norbert. “Humana Conditio: consideraciones en torno a la evolución de la humanidad”. 1ª Ed. y 1ª Impr.Ediciones Península. Barcelona. 2002. 

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