Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Entre tú y yo
Juan Luis Lara

El Estatuto andaluz

|

El Senado ha aprobado esta semana la reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Después de muchos meses de debate, primero en el Parlamento autonómico, después en el Congreso y por último en la Cámara Alta, parece que por fin los partidos se han puesto de acuerdo en una cuestión que viene convertirse en clave no sólo para el futuro de los andaluces, sino para la configuración del Estado Autonómico español en esta segunda fase de descentralización. Aprobado el Estatuto catalán, el texto andaluz viene a dejar claro que las limitaciones competenciales son, o al menos pueden ser, similares para todas las Comunidades Autónomas.

Tanto es así que muchos de los artículos del nuevo Estatuto andaluz están calcados literalmente del catalán. Una cuestión trascendente, sobre todo si tenemos en cuenta que esta reforma ha sido aprobada con la conformidad de todos los grupos políticos –excepto el Partido Andalucista, curiosa contradicción-. Por una vez, PSOE y PP se han puesto de acuerdo en un tema tan espinoso como el de las autonomías. Y es que el líder de los populares en Andalucía, Javier Arenas, era consciente de que no podía permitirse el lujo de quedar fuera del pacto estatutario. Bastante fácil lo tiene ya Chaves como para servirle el turrón en bandeja de plata.

Así las cosas, sólo queda un paso para que la reforma estatutaria sea definitiva: el referéndum. Técnicamente se trata de un trámite, porque parece obvio que, con las fuerzas políticas mayoritarias de acuerdo, los andaluces apoyarán en una inmensa mayoría el texto. Sin embargo, sobre esta consulta, que previsiblemente se celebrará el próximo 25 de febrero, se cierne la amenaza de la abstención. Si en Cataluña menos del cincuenta por ciento del censo acudió a las urnas, no sé qué nivel participación se puede esperar de una Comunidad con mucho menos sentimiento identitario. Ahora toca a los partidos entusiasmar a los ciudadanos. ¿Podrán?

El Estatuto andaluz

Juan Luis Lara
Juan Luis Lara
domingo, 24 de diciembre de 2006, 09:29 h (CET)
El Senado ha aprobado esta semana la reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Después de muchos meses de debate, primero en el Parlamento autonómico, después en el Congreso y por último en la Cámara Alta, parece que por fin los partidos se han puesto de acuerdo en una cuestión que viene convertirse en clave no sólo para el futuro de los andaluces, sino para la configuración del Estado Autonómico español en esta segunda fase de descentralización. Aprobado el Estatuto catalán, el texto andaluz viene a dejar claro que las limitaciones competenciales son, o al menos pueden ser, similares para todas las Comunidades Autónomas.

Tanto es así que muchos de los artículos del nuevo Estatuto andaluz están calcados literalmente del catalán. Una cuestión trascendente, sobre todo si tenemos en cuenta que esta reforma ha sido aprobada con la conformidad de todos los grupos políticos –excepto el Partido Andalucista, curiosa contradicción-. Por una vez, PSOE y PP se han puesto de acuerdo en un tema tan espinoso como el de las autonomías. Y es que el líder de los populares en Andalucía, Javier Arenas, era consciente de que no podía permitirse el lujo de quedar fuera del pacto estatutario. Bastante fácil lo tiene ya Chaves como para servirle el turrón en bandeja de plata.

Así las cosas, sólo queda un paso para que la reforma estatutaria sea definitiva: el referéndum. Técnicamente se trata de un trámite, porque parece obvio que, con las fuerzas políticas mayoritarias de acuerdo, los andaluces apoyarán en una inmensa mayoría el texto. Sin embargo, sobre esta consulta, que previsiblemente se celebrará el próximo 25 de febrero, se cierne la amenaza de la abstención. Si en Cataluña menos del cincuenta por ciento del censo acudió a las urnas, no sé qué nivel participación se puede esperar de una Comunidad con mucho menos sentimiento identitario. Ahora toca a los partidos entusiasmar a los ciudadanos. ¿Podrán?

Noticias relacionadas

Un 23 de abril de 1934, según el diario El Mundo de Buenos Aires, la Sociedad de las Naciones había desmentido actos de canibalismo en las tropas bolivianas que combatían en el Chaco. El New York Times había publicado trascendidos que circulaban en La Paz, dando cuenta de que nativos del Chaco, sin ningún respeto,  habían matado y devorado a oficiales bolivianos, en protesta por el reclutamiento forzozo de los pueblos originarios.

Tenemos un país donde miles de personas votan a asesinos. Algo no está bien. Adoctrinados en el odio a España, desde pequeños, votan. El problema es que representan el 0,7% pero influyen en España al 100%. Poco que hacer. Puede ir a peor. Aficiones y aflicciones del personal de allí, allá o acullá; y el de aquí. Por lo que hay y pueda ocurrir, el resultado importa. En el País Vasco sobre todo, también en el resto de España y en la UE.

Las  conductas de riesgo son aquellos comportamientos que implican un efecto placentero inmediato pero carecen de una valoración de las consecuencias posteriores. Es preciso comprender que son los mecanismos cognitivos los que guían al adolescente y joven a la asunción de conductas de riesgo.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto