Sí, así estamos los españoles, ahítos de embustes, falacias y trampantojos con los que quiere embaucarnos Pedro Sánchez y su detestable Gobierno.
Lo que realmente más me molesta es que, en su inmensa egolatría y desmesurado narcicismo, piense que somos tontos o niños sin conocimiento a los que se puede enredar sin que nos percatemos de ello.
Este hombre que no ha tenido la inteligencia suficiente para confeccionar una tesis doctoral de su propia cosecha, y que ha plagiado, como está más que demostrado, gran parte de ella descaradamente sin citar de quién ha tomado sus referencias, quiere hacernos comulgar con ruedas de molino y que creamos que la desastrosa, nefasta y pésima actuación que él junto con sus sumisos vasallos que componen este incompetente Gobierno, que por desgracia padecemos los españoles, han actuado impecablemente y con toda diligencia para hacer frente al mal que nos aqueja y, por su falta de previsión, nos tiene a todos los españoles prisioneros en nuestras propias viviendas.
El diario inglés The Guardian ha dicho: “el Gobierno socialista de Pedro Sánchez reaccionó tarde y torpemente.
También ha referido lo que mencionó el inefable Dr. Fernando Simón, Jefe de emergencias médicas en Madrid, que manifestó: “España solo tendrá un puñado de casos”.
Hoy día, en relación al número de habitantes de España, tenemos la tasa más alta de fallecidos y contagiados del mundo. Más que China y EE.UU.
Las cifras que se nos comunican se caen por su base, puesto que a todos los que mueren no se les practica la autopsia para conocer la causa de su defunción.
Su tuviese un adarme de dignidad y una pizca de humildad, de la que carece, debería de decirnos la verdad y manifestar que realmente no tiene medios para conocer ni la cantidad total de apestados ni el elevado número de fallecidos.
Pero no, se empecina en engañarnos, como viene haciendo durante toda su trayectoria política, como un mentiroso contumaz que es.
Y por ello ha decretado una especial “ley mordaza” por la cual no quiere que se propaguen noticias que puedan poner en evidencia su falta de previsión, para la cual estaba más que advertido con tiempo suficiente y pudiese tomar medidas precautorias, y su catastrófica actuación ante el mal que nos aqueja, pero no le ha salido bien esta jugada y todos los españoles nos hemos enterado de ello por boca del General Santiago, representante de La Guardia Civil, quien, en una comparecencia pública, expuso textualmente:
“Estamos trabajando con todos nuestros especialistas en dos direcciones. Una a través de la Jefatura de Información, con el objetivo de evitar el estrés social que producen todas estas series de bulos. Y otra de las líneas de trabajo es también minimizar ese clima contrario a la gestión de la crisis por parte del Gobierno”.
Se puede decir más alto, pero no más claro. Después han salido los corifeos y palmeros de siempre a quitarle importancia a lo manifestado por este General, que ha expresado que este inigualable Cuerpo está al servicio del Gobierno.
Los emperadores romanos cuando emitían un decreto y sus consejeros le advertían de que podría perjudicar al pueblo, contestaban: “Quod dixi dictum est”, o sea, lo que dije queda dicho.
Por mucho que quieran enmendarlo, lo dicho, dicho queda.