“Vuelta de Obligado” repercute en los diarios, Chile y Brasil cambian su sentimiento y se vuelcan a la causa de la Confederación. En 1849, Juan Manuel de Rosas firma acuerdos de paz, por separado con Gran Bretaña y Francia. Con la primera se consensuará que: "...Inglaterra evacuará Martín García y devolverá los buques apresados; las divisiones argentinas quedarán en la Banda Oriental hasta que el gobierno francés desarme a la Legión Extranjera y celebre un Tratado de Paz; se reconoce que la navegación del Paraná es interior de la República Argentina y sujeta solamente a sus leyes y reglamentos; Oribe como presidente de la República Oriental y aliado de la Confederación, dan su conformidad..."
Francia, un año más tarde, firma un acuerdo similar, con la Confederación.
La finalización del conflicto con las potencias europeas en términos favorables al respeto por la soberanía nacional, fue reconocida por todos los sectores. El Sr Guillermo Brent, encargado de negocios de Estados Unidos, afirmó lo siguiente: "Estoy absolutamente convencido...de que en ningún otro momento de la historia de estos países, se ha enardecido más el patriotismo y se han mitigado y suprimido las diferencias internas,"
J. B. Alberdi, unitario adversario de Rosas expresó: "En el suelo extranjero en el que resido, no como proscrito, pues he salido de mi patria según sus leyes... Rosas no es un simple tirano a mis ojos; si en su mano hay una vara sangrienta de hierro, también veo en su cabeza la escarapela de Belgrano. No me ciega tanto el amor de partido para no conocer lo que es Rosas bajo ciertos aspectos. Se, por ejemplo, que Simón Bolívar no ocupó tanto el mundo con su nombre como el actual gobernador de Bs. As; Se que el nombre de Washington es adorado en el mundo, pero no más conocido que el de Rosas; sería necesario no ser argentino para desconocer la verdad de estos hechos y no envanecerse de ellos".
“El episodio de Obligado, una simple batalla colonial para Francia y Gran Bretaña, es para los Argentinos la expresión de una terca decisión de defender la independencia nacional. Así lo entendió San Martín que en los suburbios de la vejez dirigió a Rosas cálidas palabras de aliento. Y para los argentinos de hoy, cuya idea de nacionalidad está vinculada a la de liberación de modo inseparable, tiene una virtud permanente. Todos los día hay una vuelta de Obligado que defender, aunque baterías costeras y convoyes invasores asuman otras formas, otros hombres, otras insignias..." dijo Felix Luna
LA BATALLA DE CASEROS
Entre 1829 y 1832 la gobernación de Buenos Aires, vivía una anarquía, por el enfrentamiento de Unitarios y Federales, hasta la llegada del federal Juan Manuel de Rosas a la gobernación de Buenos Aires.
Con Rosas, los conflictos se aplacaron, pero no terminaron, Entre Ríos resultaba un punto estratégico por su posición geográfica, la cercanía de Buenos Aires, de la Banda Oriental y del Imperio del Brasil, resultaba vital para los propósitos de su gobernador.
Como gobernador de Entre Ríos Urquiza, colaboró en el poder con Juan Manuel de Rosas, pero en 1851, disgustado por la dominación política y económica de la Provincia de Buenos Aires, se sublevó contra él, junto con los liberales uruguayos.
Pero Urquiza en 1850, ya había respondido a los brasileños sobre su neutralidad en un futuro conflicto, considerando que sería un acto de traición a la Patria.
Si el entrerriano tenía semejante actitud en una guerra de la Confederación con el Brasil, como debemos entender al mismo Urquiza, aliándose al Imperio, con el ejército bajo su mando.
Él 3 de febrero de 1852 las fuerzas Rosistas, compuestas por no más de 22.000 hombres fueron vencidas en Monte Caseros por la Alianza tripartita integrada por: el Brasil, Uruguay y Entre Ríos.
El Brasil, mantenía como objetivo, impedir que siguiese la intervención rosista en Uruguay y obtener la libre navegación de los ríos. Este ejército estaba compuesto por 28.000 hombres argentinos, 2.000 de Uruguay y 4.200 de Brasil, y en Colonia había quedado una guarnición de 12.000.
Con la derrota de Rosas, comenzó entre quienes participaron de su caída, una lucha de poder ya que Buenos Aires, se encontraba más rica que nunca, por el aislamiento económico y político desarrollado por Rosas que le permitió su crecimiento.
Las tropas vencedoras entraron a Buenos Aires, seguidas por el caos de saqueos y robos, a pesar de ser las encargadas de mantener el orden. Fue notable el malestar porteño, con la entrada triunfal de