Este domingo se disputa en el frontón Ogueta de Vitoria la gran final del Campeonato del Cuatro y Medio entre los navarros Abel Barriola y Martínez de Irujo. A unos cuantos de los lectores lo del cuatro y medio les sonará a chino; no tanto lo del frontón, pero sí lejano.
Así que mi columna de hoy va destinada a ponderar los múltiples atractivos de esta modalidad, tradicionalmente asociada al deporte rural vasco y que cada vez es más internacional. Sí, internacional, no exagero, si atendemos por ejemplo al número de apuestas en los diversos portales de internet que día a día van in creciendo en nuestro país y allende nuestras fronteras.
Si ya en su día exportamos la cesta punta con notable éxito en los frontones de Miami y alrededores, ¿por qué no cabría hacer lo mismo con la pelota individual o parejas?
Lo cierto y verdad es que actualmente, la pelota vasca es un deporte de gran tirada y consumo en la Comunidad Autónoma Vasca y Navarra, tanto en los frontones como a través de la pequeña pantalla todos los fines de semana en Euskadi.
Y es que la pelota es un deporte muy completo y entretenido, que aúna en perfecta armonía fuerza y técnica y que puede jugarse de forma individual o por parejas. Más minoritarias son otras modalidades como la pala o el remonte, menos populares y algo más complicadas por la técnica especial y la herramienta que precisan.
Que tenga un origen netamente vasco es indiferente; el atractivo lo tiene en sí mismo, sea de creación vasca, inglesa o austrohúngara.
Otras provincias y comunidades limítrofes como La Rioja o el País Vasco-francés cuentan con un buen número de frontones y de pelotaris. Ahí está el gran campeón de Tricio, Titín III o el vasco-francés Xala, por citar un par de ejemplos.
Como valor añadido, se trata de un deporte que requiere escasa inversión: un espacio para un frontón y acaso montar alguna escuela que forme a los jóvenes... Si bien cada vez tienen más oferta cultural, deportiva y de ocio en general, no está de más poner también al alcance de nuestros chavales este bello deporte.
Desde esta columna animo a las provincias y municipios que aún no cuentan con un frontón, se planteen complementar su oferta cultural-deportiva con uno.
No olvidemos que invertir en educación, cultura y deporte es garantía de una sociedad futura más sana, tolerante y preparada.