Esta madrugada pasada se enfrentaron por vez primera en lo que va de temporada en la NBA, los Toronto Raptors de José Manuel Calderón y Jorge Garbajosa, contra los Portland Trail Blazers de Sergio Rodríguez, con victoria para este último por 93-83.

A escasos días para que reaparezca Pau Gasol con unos Memphis Grizzlies que son un equipo desangelado sin el pívot español entre sus filas, es un buen momento para analizar los primeros pasos de los novatos españoles en su primera temporada en la mejor liga del mundo.

El base extremeño José Manuel Calderón se ha asentado como el base reserva de la franquicia canadiense y suple con calidad y seguridad los minutos de descanso del titular, PJ Ford, mientras que el ala-pívot de Torrejón -Garbajosa- se ha convertido en uno de las más claras referencias de su equipo, estableciéndose como uno de los jugadores que más minutos disputan (ayer, 41 de los 48 posibles).

La calidad de Garbajosa va más allá de lo que las estadísticas puedan reflejar. Por un lado, su altura permite al entrenador Mitchell usarlo para defender a aleros y jugadores de más envergadura; por otro, su demostrada versatilidad en ataque permite al equipo disponer de numerosas variantes ofensivas, entre las que se incluyen su tiro de tres puntos (aunque anoche no estuviera acertado, 0/3) y su juego en el poste bajo.

¿Qué decir de Sergio? Que Nate McMillan, su entrenador, tarde o temprano, se dará cuenta de la joya que tiene en su equipo. Un jugador capaz de repartir entre 8 y 10 asistencias en apenas diez o quince minutos y que sólo es aprovechado en minutos insustanciales, da que pensar. Su brillantez está fuera de toda duda y tiene el tiempo a su favor. Callará muchas bocas y abrirá otras tantas, pero al asombrar con su juego.