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Juan Pablo Mañueco

Tribunal Supremo de la Hipocresía

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EL TRIBUNAL SUPREMO ilegalizó a Batasuna en 2003 en aplicación de la ley de Partidos, tras considerar probado según sus propias palabras que tal partido es “un hecho instrumental por parte de la organización terrorista ETA, que forma parte de ella y que es incompatible el ejercicio de la política con la invocación, defensa o justificación de la violencia como método válido para su ejercicio”.

Esta semana el mismo Tribunal Supremo considera que sí posible “el ejercicio de la política” reuniéndose con los “incompatibles”.

Y cuando, encima, dicha reunión entre el PSE de Pachi López y la Batasuna de Otegui fue chantajeada e impuesta por los terroristas, precisamente para prestigiarse ante la opinión pública y para demostrar quién manda en Estepaís y en el suyo: ellos, y no el Gobierno títere y, ciertamente, en muchas cosas, “incompatible” con la ética, con la ley y con la justicia.

¿Comprenden ya por qué he titulado este texto el Tribunal Supremo de la Hipocresía?

Pues por la misma razón que, en su momento, el juez Garzón autorizó dicha reunión, argumentando que había sido, formalmente, “solicitada por el PSE”, cuando todos sabemos quién la exigió públicamente o el proceso (de chantaje) se truncaba.

Hipocresía. Y fraude permanente no sólo del sentido común, sino también de las propias resoluciones judiciales.

Y ahora, además, se nos dice que sería un “fraude de Constitución” dirigir desde el Judicial la política del Ejecutivo, cuando es el Ejecutivo el que debería someterse a las leyes y no prestigiar a delincuentes.

Y todavía queda por señalar una hipocresía más: el fraude de los amanuenses del Gobierno (de los cuales hay, por cierto, una buena colección entre las firmas “prestigiosas” de Diario Siglo XXI), los cuales afirman que Aznar también se reunió con Batasuna.

Señores amanuenses: entonces no existía la Ley de Partidos, que se supone está para cumplirse, ni Batasuna había sido declarada por el Tribunal Supremo de la Hipocresía “incompatible con el ejercicio de la política”

POSDATA: Un Gobierno puede reunirse con terroristas para que entreguen las armas, y entonces hasta cabría pensar en alguna medida de gracia. Pero cuando el que dirige toda la política y la Justicia española es un grupo armado de chantajistas, que jamás van a deponer su actitud, porque saben que el Gobierno ha claudicado, ya puede afirmarse que las cosas terminarán muy mal.

Algo sucio saben los terroristas de ese Gobierno para chantajearlo de ese modo. Será cosa de ver qué dicen los amanuenses cuando se descubra, o bien cuando apeste demasiado todo el tinglado.

Tribunal Supremo de la Hipocresía

Juan Pablo Mañueco
Juan Pablo Mañueco
domingo, 10 de diciembre de 2006, 22:55 h (CET)
EL TRIBUNAL SUPREMO ilegalizó a Batasuna en 2003 en aplicación de la ley de Partidos, tras considerar probado según sus propias palabras que tal partido es “un hecho instrumental por parte de la organización terrorista ETA, que forma parte de ella y que es incompatible el ejercicio de la política con la invocación, defensa o justificación de la violencia como método válido para su ejercicio”.

Esta semana el mismo Tribunal Supremo considera que sí posible “el ejercicio de la política” reuniéndose con los “incompatibles”.

Y cuando, encima, dicha reunión entre el PSE de Pachi López y la Batasuna de Otegui fue chantajeada e impuesta por los terroristas, precisamente para prestigiarse ante la opinión pública y para demostrar quién manda en Estepaís y en el suyo: ellos, y no el Gobierno títere y, ciertamente, en muchas cosas, “incompatible” con la ética, con la ley y con la justicia.

¿Comprenden ya por qué he titulado este texto el Tribunal Supremo de la Hipocresía?

Pues por la misma razón que, en su momento, el juez Garzón autorizó dicha reunión, argumentando que había sido, formalmente, “solicitada por el PSE”, cuando todos sabemos quién la exigió públicamente o el proceso (de chantaje) se truncaba.

Hipocresía. Y fraude permanente no sólo del sentido común, sino también de las propias resoluciones judiciales.

Y ahora, además, se nos dice que sería un “fraude de Constitución” dirigir desde el Judicial la política del Ejecutivo, cuando es el Ejecutivo el que debería someterse a las leyes y no prestigiar a delincuentes.

Y todavía queda por señalar una hipocresía más: el fraude de los amanuenses del Gobierno (de los cuales hay, por cierto, una buena colección entre las firmas “prestigiosas” de Diario Siglo XXI), los cuales afirman que Aznar también se reunió con Batasuna.

Señores amanuenses: entonces no existía la Ley de Partidos, que se supone está para cumplirse, ni Batasuna había sido declarada por el Tribunal Supremo de la Hipocresía “incompatible con el ejercicio de la política”

POSDATA: Un Gobierno puede reunirse con terroristas para que entreguen las armas, y entonces hasta cabría pensar en alguna medida de gracia. Pero cuando el que dirige toda la política y la Justicia española es un grupo armado de chantajistas, que jamás van a deponer su actitud, porque saben que el Gobierno ha claudicado, ya puede afirmarse que las cosas terminarán muy mal.

Algo sucio saben los terroristas de ese Gobierno para chantajearlo de ese modo. Será cosa de ver qué dicen los amanuenses cuando se descubra, o bien cuando apeste demasiado todo el tinglado.

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