Un solitario gol de Cristiano Ronaldo permitió al Real Madrid vencer
este miércoles al Basilea (0-1), conseguir su decimoquinta victoria
consecutiva --récord en la historia blanca-- y amarrar el primer puesto del
grupo B de la Liga de Campeones a falta de una jornada para el final de la
fase.
Cristiano no pudo vengar a Raúl González, a quién ya ha igualado con
71 goles como segundo máximo goleador de la competición, y abandonó
el césped del St Jakob Park con la pena de no haber podido meterse de lleno en la pelea
con Messi, que el martes dejó el listón en 74. Por ahí pasaba gran parte del interés del
partido, todo lo demás parecía en un segundo plano.
El principal aliciente, en el colectivo, pasaba por la decimoquinta victoria seguida del
Real Madrid, la cual se consiguió. Ancelotti, el hombre de la 'Décima', ya puede decir bien
alto que igualó las míticas 15 victorias de Miguel Muñoz, en la temporada 1960-61, y de
José Mourinho, en la 2011-12.
La cultura del esfuerzo se ha instalado para quedarse en este Real Madrid. Ante la
presión de los helvéticos, venidos a más en su feudo, los primeros minutos requirieron de
la mejor versión merengue, al menos en el centro del campo, dónde volvió a mandar el
sensacional Toni Kroos. Isco, a su vera, estuvo como de costumbre: solidario y fantasioso,
la mezcla que tanto le había solicitado Ancelotti.
El paso de los minutos le dio consistencia y fundamento al Real Madrid, que creció
gracias a la velocidad mortífera de Bale y Cristiano, dos quebraderos de cabeza para el
Basilea y para cualquiera que se ponga por delante. Los suizos, por su lado, no se
quedaron atrás y apunto estuvieron de dar un susto a Keylor Navas, el elegido por
Ancelotti para dar descanso a Iker Casillas.
Los blancos, líderes absolutos de su grupo, no marcaron hasta pasada la media hora,
momento en el que Karim Benzema ideó en la banda derecha la jugada que acabó en las
botas de Cristiano Ronaldo. El luso, recordando el remate de Ipurua del pasado sábado,
batió a Vaclík en lo que se esperaba que fuese el comienzo de un festival para el jugador
de Madeira.
Derlis González avisó con un remate a los cinco minutos, pero Navas aguantó bien justo
antes de alcanzar el tiempo de descanso. En la segunda mitad, más de lo mismo. Con
algún problema defensivo que otro, y la amarilla de Sergio Ramos ya provocada, ahí pasó
el Madrid sus peores momentos, ahogado por la presión del Basilea en la salida del balón.
BALE Y CRE7, A LOS PALOS
En los de casa, Gashi tuvo cerca la oportunidad de igualar el partido (min.55), un poco
antes de que Zuffi --en otra acción individual-- pecase de egoísta y no pudiese marcar a
Navas. El costarricense metió una mano cuando estaba vencido que le hizo recordar al
cancerbero que deslumbró en el Levante la temporada pasada.
Y como suele ser habitual, tras el perdón de los locales, el Real Madrid pudo haberle
pintado la cara. Primero Bale la estrelló al larguero y después (min.77) fue Cristiano quién
besó la madera en un remate algo ortodoxo. Nada nuevo bajo el sol para la parroquia
merengue, que suma y sigue en este delicioso comienzo de temporada para los blancos.
Al final, Ancelotti dio entrada a Illarramendi, apenas 20 minutos sobre el campo, y dejó
sin jugar al 'Chicharito' Hernández. Quizá, el único debe del entrenador italiano en su visita
a Suiza, donde escribió un nuevo capítulo en la historia del Real Madrid. Uno más de
Ancelotti, uno más de los vigentes campeones del 'Viejo Continente'.