Le costó 8 años ganar las elecciones y en solo 3, Mariano Rajoy ha conseguido hundir electoralmente a su partido. Ya lo dijeron las encuestas de El País y el CIS, y hoy mismo lo ratifica la de El Mundo. Tengo la impresión de que los españoles no tienen capacidad para digerir el atracón de PP que se dieron en 2011, cuando primero con los comicios municipales y autonómicos, y después con los generales, entregaron la práctica totalidad del poder a los populares.
Y es que, las huestes de Rajoy, que llegaron a Moncloa prometiendo enderezar el rumbo de la maltrecha nave que dejaba Zapatero, atreviéndose incluso a prometer la creación de tres millones y medio de puestos de trabajo durante la presente legislatura (Esteban González Pons), presentan a fecha de hoy una lamentable hoja de servicios, en la que encontramos más parados de los que había en 2011.
Un balance de gestión insoportable que muestra que el Partido Popular ha hecho justo lo contrario de lo que prometió a los españoles y, además, de la peor manera posible: con falta de tacto y humanidad, y con mucha prepotencia.
Aunque fue Alfonso Guerra quien dijo hace más de 30 años que el PSOE iba a dejar a España que no la iba a conocer “ni la madre que la parió”, ha sido Rajoy el que ha terminado poniendo el país patas arriba, con unas consecuencias brutales para la ciudadanía. No solo tenemos 5,4 millones de desempleados (EPA tercer trimestre de 2014), sino que además, el 34% de quienes trabajan, recibe un sueldo inferior a 645 euros al mes (El Mundo, 21-11-2014). Crueles cifras que llevan a nuestro país a batir récords de pobreza y de pobreza infantil.
Hasta aquí nos han traído una feroz reforma laboral y unos recortes despiadados, que han abierto de par en la par la puerta a la ley de la selva, un estado primitivo del ser humano en el que las clases populares, los ancianos y las personas con discapacidad, llevan todas las de perder.
Una lamentable situación que ha hecho reaccionar a mucha gente de la forma más pacífica posible: con el voto. Según apuntan las encuestas, son millones las personas que están esperando a dar en las urnas el golpe de gracia al Partido Popular y al bipartidismo. Como ya anunciaran los sondeos de El País y el CIS, el de hoy de El Mundo vaticina un contundente giro a la izquierda en 2015 y una más que probable victoria de Podemos. La conclusión es muy sencilla: el paro, el hambre y la corrupción, pueden llevar a Pablo Iglesias en volandas hasta Moncloa.