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Daniel Bolufer

Werder esperanza

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El día del sorteo de los grupillos de la ‘Champions League’, muchos pensaron en un posible partido a cara de perro la última jornada. El estado en el que se encontraba el Barcelona, era bastante bueno, con la pretemporada de por medio y con el objetivo de ganar todos los títulos que se le pusieran por delante. Muchos, cuando salió la bolita del Werder Bremen, no se tomaron con la seriedad necesaria a un equipo digno de pasar a los octavos de final y que con el empate le vale para pasar de ronda y dejar fuera al equipo campeón. El tercer equipo, en teoría en el grupo, es el conjunto de moda en Alemania, líder de la Bundesliga y sin el respeto que se le debe dar a un equipo que necesita doctorarse en Europa, y el ‘Camp Nou’ es buen escenario para hacerlo.

El ambiente barcelonista sabe de la importancia de la cita hoy, pero el exceso de relajación confiando en la magia de Ronaldinho o Deco puede pasar factura a un equipo, con el propósito de conseguir todo a principio de temporada y que puede fracasar antes de Navidad. Son malas las comparativas, y más la del camerunés con el islandés, pero el primer gol es el importante, y en eso el africano es un especialista. Un factor que puede ser perjudicial para el Barça aunque no lo parezca, son las ansias desmesuradas por querer ganar el partido desde el minuto uno, con Ronaldinho cargándose al equipo, a lo mejor, sin dejar brillar a compañeros como Deco o Iniesta, piezas básicas en el esquema de Rijkaard esta temporada.

Ante una debacle enorme, (diga lo que diga Txiki) como sería la eliminación de la competición de la que eres campeón a las primeras de cambio, queda el consuelo de la Copa de la UEFA, aunque viendo lo desprestigiada que está la segunda competición europea por excelencia, a lo mejor le convendría más al Barça cederle el tercer puesto al Lievski y centrarse en los tres títulos que le quedan al equipo. La cita de hoy marcará un antes y un después en el devenir de la temporada, pero en estos partidos es donde se demuestra la verdadera madera de campeón de un equipo.

Werder esperanza

Daniel Bolufer
Daniel Bolufer
jueves, 7 de diciembre de 2006, 00:56 h (CET)
El día del sorteo de los grupillos de la ‘Champions League’, muchos pensaron en un posible partido a cara de perro la última jornada. El estado en el que se encontraba el Barcelona, era bastante bueno, con la pretemporada de por medio y con el objetivo de ganar todos los títulos que se le pusieran por delante. Muchos, cuando salió la bolita del Werder Bremen, no se tomaron con la seriedad necesaria a un equipo digno de pasar a los octavos de final y que con el empate le vale para pasar de ronda y dejar fuera al equipo campeón. El tercer equipo, en teoría en el grupo, es el conjunto de moda en Alemania, líder de la Bundesliga y sin el respeto que se le debe dar a un equipo que necesita doctorarse en Europa, y el ‘Camp Nou’ es buen escenario para hacerlo.

El ambiente barcelonista sabe de la importancia de la cita hoy, pero el exceso de relajación confiando en la magia de Ronaldinho o Deco puede pasar factura a un equipo, con el propósito de conseguir todo a principio de temporada y que puede fracasar antes de Navidad. Son malas las comparativas, y más la del camerunés con el islandés, pero el primer gol es el importante, y en eso el africano es un especialista. Un factor que puede ser perjudicial para el Barça aunque no lo parezca, son las ansias desmesuradas por querer ganar el partido desde el minuto uno, con Ronaldinho cargándose al equipo, a lo mejor, sin dejar brillar a compañeros como Deco o Iniesta, piezas básicas en el esquema de Rijkaard esta temporada.

Ante una debacle enorme, (diga lo que diga Txiki) como sería la eliminación de la competición de la que eres campeón a las primeras de cambio, queda el consuelo de la Copa de la UEFA, aunque viendo lo desprestigiada que está la segunda competición europea por excelencia, a lo mejor le convendría más al Barça cederle el tercer puesto al Lievski y centrarse en los tres títulos que le quedan al equipo. La cita de hoy marcará un antes y un después en el devenir de la temporada, pero en estos partidos es donde se demuestra la verdadera madera de campeón de un equipo.

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