Cinco años ha tardado Fito Cabrales en publicar un nuevo disco de estudio desde aquel ya lejano 2009 cuando lanzó ‘Antes de que cuente diez’. Él mismo confesó en su momento que le cuesta mucho componer y eso se nota en que este ‘Huyendo conmigo de mí’ es un disco corto, de 10 temas, uno de los cuales es una versión (magnífica) de ‘Nos ocupamos del mar’ de La Mandrágora, y otro es un tema instrumental, ‘Umore ona’. Así que nos quedamos con tan solo 8 canciones propias aunque podemos asegurar que si ha tardado tanto en publicarlo es porque la colección de canciones que hay su interior tienen garantía de calidad. Si no, estoy seguro de que no lo hubiera publicado.
‘
Huyendo conmigo de mí’, como su propio nombre indica, es un disco personal escrito en primera persona. Nos recuerda a Fito, pero… ¡Es que es Fito! Ya lo dijo en la rueda de prensa de presentación del disco: “Les doy la razón a quienes dicen que siempre hago lo mismo”. Quizá recuerde más a los primeros discos en solitario o incluso a los últimos de Platero. Pero si no tenemos en cuenta esto nos encontramos ante un buen disco de rock. Rock con mayúsculas.
Si, personalmente, le pido algo a un disco es que su contenido sea variado sin caer en experimentos extraños. Y esta característica la cumple Fito en todos sus discos. Éste no iba a ser menos. En ‘
Huyendo conmigo de mí’ tenemos rocanroles, además con crítica social como es el caso de ‘
Nada de nada’, canciones más lentas como ‘
Después del naufragio’, sonidos más americanos como ‘
Lo que siempre quise hacer’… Esto ayuda considerablemente a que el disco no se haga monótono (algo muy habitual hoy en día, por desgracia).
Instrumentalmente el disco “raya la perfección” (si me permitís el juego de palabras) ya que está grabado con la banda que le acompañó en sus dos anteriores giras con su inseparable guitarrista Carlos Raya al mando. Y en cuanto a letras, tiene esas magníficas metáforas y juegos de palabras que sólo Fito sabe hacer.
Concluyendo nos encontramos con un gran disco, que no sorprende porque sigue la mecánica de los anteriores y puedes intuir perfectamente su contenido si todavía no lo has escuchado. Ni siquiera lo considero como el mejor disco de Fito&Fitipaldis (todavía sigue en primer lugar aquel sensacional ‘
Por la boca vive el pez’), pero eso no es motivo para restarle la relevancia que se merece. Sobre todo si lo comparamos con el trabajo que están haciendo la mayoría de grupos y solistas de este país.
Ahora solo nos queda esperar a escuchar estas nuevas canciones en directo en una gira que empezará en noviembre en Santander y que le llevarán prácticamente por toda España. Además, para esta ocasión, irá acompañado de unos teloneros de lujo, una de las grandes revelaciones del rock nacional: la banda valenciana
Los Zigarros.
Fito es un grande y nunca defrauda.