El atractivo cultural, monumental y paisajístico de Granada ejerce como un imán que atrae a millones de personas todos los años. Al viajero que venga por primera vez hay que advertirle que, para visitar la Alhambra, es necesario reservar entradas con un mínimo de un mes de antelación, en cualquier época del año.

También se cuentan por miles de millares los amantes de la literatura, de todos los rincones del mundo, que acuden a Granada a visitar los lugares donde vivió y murió el maestro de la poesía, el dramaturgo que rompió fronteras: Federico García Lorca.

Me encuentro con unos amigos que hemos venido a visitar el Museo Casa Natal de Fuente Vaqueros; tenemos que hacer espera porque un autobús de japoneses se ha anticipado. Sacamos las entradas, junto a unos franceses y presenciamos la llegada de otro ómnibus de jóvenes holandeses que, en perfecto castellano, se interesan por la vida del malogrado poeta.

Tengo un deber de gratitud con este hermoso pueblo donde nací y donde transcurrió mi dichosa niñez, yo, cuando en Madrid o en otro sitio me preguntan el lugar de mi nacimiento…digo que nací en Fuente Vaqueros. Afirmaba Federico a sus amigos.

Una pequeña casita de labranza con paredes blancas
Fue lo primero que vieron los ojos infantiles del poeta un cinco de junio de 1898. Habitaciones sencillas decoradas con objetos personales; fotografías del pequeño Federico en el centro de un grupo de niños y niñas pertenecientes al grupo escolar donde su madre, doña Vicenta Lorca Romero ejercía de maestra. Un salón comedor, varias estancias albergan un piano e imágenes de Lorca con sus compañeros del grupo de teatro La Barraca y durante su viaje a Montevideo.

Y no podía faltar la habitación del niño Federico, su cuna y taca-taca hacen pensar el entorno donde transcurrió la dichosa niñez. Una cocina de hogar bajo donde se cocinarían las viandas de la familia que más tarde pasarían al comedor, que estaría presidido por su padre: Federico García Rodríguez.

En fin una importante colección de documentos, bibliografía y obras de arte atesoran este el pequeño museo convertido hoy en un referente para los seguidores del autor de “Yerma”. Entre ellos: la versión argentina de guiñol de “El retablillo de don Cristobal”; el manuscrito de la conferencia “Arquitectura del Cante Jondo”; páginas sueltas de “Mariana Pineda”; obras de Dalí, José Caballero, Benjamín Palencia y archivos personales del hispanista Ian Gibson.

Un fresco patio andaluz, con su correspondiente pozo, lugar que sería de encuentro y tertulia de familiares y amigos especialmente en los días del estío, hoy está presidido por un busto de Federico que con su mirada perdida parece perseguir juegos y sueños de una infancia entrañable.

El granero de la vivienda se ha convertido hoy en una sala de exposiciones con manuscritos, cartas, dibujos, libros y fotografías murales donde el poeta siempre se encuentra rodeado de amigos muchos de ellos pertenecientes a la generación del 27.
Horarios de Visitas
Del 1 de octubre al 31 de marzo: Mañanas, 10-11-12- y 13 horas. Tardes 16 y 17 h. Precio: 1,80 €.

Huerta de San Vicente
El patriarca regaló a su esposa una finca de veraneo en 1926 con huerta y jardín, a dos kilómetros de lo que era Granada. El padre del poeta era un agricultor emprendedor que adelantándose a su tiempo compró un tractor en la Exposición de París, en 1900 y lo trajo a la vega granadina para cultivar remolacha y tabaco. Biógrafos del poeta afirman que se hizo con mucho dinero con su trabajo lo que le valió grandes odios y envidias que a la postre serían causas del fatal desenlace de su hijo.

La casa disponía no solo de luz eléctrica sino también de teléfono, algo infrecuente en aquellos años. En sus dos alturas alberga un hall, cocina comedor y varias habitaciones. En la parte superior se encuentra la habitación del autor del “Romancero Gitano” con su mesa despacho donde escribiría algunas de sus obras más importantes, entre otras: Así que pasen cinco años, (1931); Bodas de sangre (1932); y Yerma (1934). Entre sus preciados tesoros figura el gramófono, el piano de media cola, las mecedoras y las sillas Thonet. Muebles y enseres como vajillas, cerámicas, y objetos domésticos se ofrece al visitante tal como el lo vivió y conoció. Aquí Federico escribió la mayor parte de sus obras y vivió los días previos a su detención y asesinato el 18 de agosto de 1936.

La Huerta de San Vicente se encuentra en el interior del Parque Federico García Lorca, entre la autovía de circunvalación y la calle Arabial. De fácil acceso y a diez minutos a pie desde el centro de la ciudad.

Dispone de dos aparcamientos públicos, a los que puede acceder por las calles Neptuno y Virgen Blanca, señalizados en el plano con el icono entrada Centro/Recogidas.

El Barranco de Víznar
El hispanista Ian Gibson hace un estremecedor relato, de los últimos momentos de Federico, en su obra “Vida, pasión y muerte de Federico Garcías Lorca”.

Al pie de la Sierra de Alfacar, a unos nueve kilómetros al noreste de Granada, hay dos pueblos colindantes: el que da su nombre a la Sierra, Alfacar, y Víznar.

En julio de 1936, al estallar la guerra, los rebeldes se hicieron con el fuerte de Víznar.

En Víznar quien llega hasta aquí descubrirá, unos metros más adelante, debajo del camino de Alfacar y entre unos frondosos árboles, los restos de un molino. En tiempos de la República había en este lugar un destartalado edificio, Villa Concha, que se utilizaba como residencia de verano para los niños granadinos, siendo conocido por los vecinos del pueblo, en consecuencia, como La Colonia. Cuando Víznar se convirtió en lugar fuerte militar a finales de julio de 1936, los falangistas transformaron La Colonia en cárcel provisional. Sabemos por varios testigos que Lorca pasó sus últimas horas en La Colonia.

Acompañaron al poeta y a Dióscoro Galindo González aquella madrugada dos conocidos banderilleros granadinos, Joaquín Arcollas Cabezas y Francisco Baladí Melgar, anarquistas militantes […] Desde el emplazamiento de La Colonia la carretera serpentea por el valle en dirección a Alfacar […] en unos pocos minutos la carretera llega a una curva abrupta. Abajo, liberada por fin de su cárcel, la acequia cruza por un estrecho acueducto. Enfrente sube una pendiente de arcilla, embellecida de altos y tupidos pinos, que se pierde más arriba entre los peñascales de la Sierra de Alfacar. Éste es el barranco de Víznar.

El poeta y sus tres compañeros de infortunios fueron conducidos, antes del alba, un poco más allá por el camino de Alfacar. Los verdugos despacharon a las víctimas al pie de un olivo que todavía existe, al lado del plinto que señala el lugar del suceso.

El certificado de defunción recurre a un eufemismo donde dice que el poeta murió “a consecuencias de heridas producidas por hechos de guerra”. Era como si García Lorca hubiera caído en el frente y no, vilmente asesinado en la retaguardia granadina.

Parque Federico García Lorca de Alfacar
Hay distintas versiones donde fue asesinado el poeta de la generación del 27. Unos afirman que fue en el término municipal de Alfacar y otros en el Barranco de Víznar. En Alfacar hay construido un parque, desde 1986, para inmortalizar su memoria y la de tantos otros que murieron en la contienda. Situado en la parte alta del pueblo, en el paraje donde nace el manantial de Fuente Grande, también conocido como “Las Lágrimas”. El parque cuenta con varias fuentes, paseos y senderos, junto con fragmentos de algunos de los poemas más célebres del Poeta, escritos sobre cerámica.

Donde Comer y alojarse en Alfacar

La Ruta de Lorca, restaurante & hospedería

Juan Diego Ibáñez Torices abrió este establecimiento en 1995 con gran sabor de la obra lorquiana. Fotografías del poeta, litografías y fotocopias de manuscritos decoran las paredes del salón comedor junto con famosos clientes hispanistas como Ian Gibson. La carta hace constantes alusiones a las obras del poeta: Ensalada Yerma; Delicias de Tamarit, Bacalao Lorca, entre los platos más solicitados. Con unos amigos saboreamos Milhojas de berenjenas con queso fresco a la miel de caña, Ensalada Alhambra Ave escabechada, Huevos al Foie y solomillo de cerdo. Celebran jornadas de níscalos. Vinos del Condado y de varias denominaciones de origen a precios ajustados. Un sabroso menú a 14 € está vigente todo el año. Calificación: 7/10.

Habitación doble: 40 €.
Como llegar: Salida 249 de A-92. Cuesta de Víznar, 4. Tel. 958 543 308. Alfacar (Granada)

Donde comer y alojarse en Víznar

Restaurante Rodezno

Miguel Martín convirtió un antiguo molino familiar en un acreditado restaurante, con espectaculares vistas y productos ecológicos de propia huerta. Cocina andaluza donde la modernidad se entronca con crecetas tradicionales: ensalada templada de boletus con foie y magret de pato; bacalao gratinado al ali-oli de manzana y milhojas de piña caramelizada. Precio medio: 30 €. Calificación: 8/10. Tel. 958 982 102. reservas@rodeznorestauración.

Una preciosa casa
De 7 habitaciones, 5 baños, 3 salones, inmejorables vistas sobre la vega granadina en una finca de 6.500 metros cuadrados, con piscina y árboles frutales, a 6 km. de Granada. Ideal para disfrutar con familia y amigos. Precios según días de alojamiento.
Camino Molino del Pino, s/n 18179 Viznar (Granada)
Contacto en idioma español:

Concepción Duran Alcalde. Móvil: 696 911 301.

concepduran@hotmail.com
Patricia Gonzalez. Idiomas: inglés y francés. Móvil: 649157561

Alojamiento en Granada
El abanico hotelero de Granada es amplio y para todos los bolsillos.

Sugiero el Hotel Melía Granada. Un acierto para visitar la Catedral y la Capilla Real, la Alhambra y Generalife, barrios de Albayzin, Sacromonte y Realejo y el Paseo de los Tristes. A 50 metros de la Calle Navas y muy cercano a Alcaiceria , Puerta Real, Calle Elvira, Plaza Nueva, Parque de las Ciencias. Habitaciones con magníficas vistas a la Alhambra y Generalife, al barrio de Albayzin o a Sierra Nevada. Esplendido buffet de desayuno. Como llegar:

Salida 129 (C/ Recogidas) de la Autovía de Sierra Nevada (A - 44). Continuar por la C/ Neptuno hasta la C/Recogidas. Aunque hay señales de acceso restringido, el paso por esta calle está permitido para los clientes del Hotel. No olvidar comunicar la matricula de su vehículo cuando llegue a recepción.
C/ Ganivet, 7. Tel. 958 227 400. melia.granada@melia.com

Donde comer.
Casa Torcuato del Albaycín
Cocina andaluza con originales platos servidos en una amplia terraza. Rape al andaluz; Col rellena y piononos de Santa Fe. Precio medio: 25 €. Imprescindible
reservar. Calificación: 7/10.
C/ Pagés, 31. Tel. 958 202 818.