En otra comunidad autónoma se le caería la cara de vergüenza a cualquier consejero de educación, pero en Castilla y León…. No podemos entender que nuestro consejero aguante carros y carretas con tal de mantenerse en el machito. Estamos ante una falta de ética de este político, cuya gestión deja mucho que desear y cuyo equipo desmerece el día a día del trabajo del profesorado. No salen a la calle y, por tanto, no saben el fuerte rechazo que suscitan desde el ‘pufo’ de la ESO en la zona rural; en ese momento demostraron un desconocimiento brutal de la comunidad autónoma, además de dar a entender que la planificación efectuada era una auténtica chapuza institucional. La prueba es que Herrera Campo, todavía presidente, tuvo que dar marcha atrás y mandar callar al consejero: en las Cortes de Castilla y León duró varios días la mofa contra él, por parte de los procuradores.
Por cierto, tengan presente que no le va a la zaga el presidente de la comunidad; ahí tienen el desprestigio acumulado en el caso del HUBU (Hospital Universitario de Burgos), donde algo más de 100 millones de euros no están nada claros y una institución europea dispone de toda la información para pronunciarse. No solo no está nada clara esa cantidad de millones sino que puede ser (será) el escándalo de las próximas elecciones autonómicas. Nadie contaba con el presunto escándalo de Granados y nadie contaba con lo que está sucediendo en el HUBU.
Si hablamos de dimisiones, nada que ver el caso de los “gusanos” aparecidos en la sopa en seis colegios de León y Segovia, con lo sucedido a la ministra alemana de educación del gobierno Merkel por plagiar una tesis doctoral. O lo sucedido en Noruega con el que fuera ministro de educación, que dimitió cuando en los años sesenta apareció en una localidad noruega un analfabeto funcional de 26 años. El ministro se marchó por propia iniciativa y sin que nadie le apuntara con el dedo. Un dato para la ética del señor ministro: él nada había tenido que ver en ello porque apenas llevaba dos años como ministro. ¿Igual que en esta España de podredumbre política?
Después de los ridículos y fracasados intentos de trasvase de la ESO en la zona rural, hace dos años, y ahora los “gusanazos” en la sopa de seis colegios, nadie sabe a qué espera nuestro gaznápiro consejero de educación, Juanjo Mateos, para marcharse a casa cuanto antes. A sus años… ¡sopitas y buen vino! Todo un currículum de patéticos ridículos en el ámbito educativo.
Si no se marcha ya, por el motivo que todos sabemos, se habrá ganado el desprecio de la comunidad educativa al completo. Hay quien dice -- como el propio portavoz del Partido Popular en la Junta de Castilla y León-- que si le tienen que sustituir por ‘Juanito’ (actual secretario general de la Consejería de Educación) o por el tal Sánchez-Pascuala, pues…. ¡Mejor que se hunda la educación en Castilla y León cuanto antes, pues ya habrá tiempo de reconstruirla!