No por muchas algarabías montadas, ni por la sonoridad de sus estrépitos, logramos mejores resultados; antes bien, la mezcolanza originada desdibuja los términos de la comunicación general en una confusión evidente. Favorecen la FRIVOLIDAD del discurso ambiental en todos los frentes, por la incapacidad de serenar los ánimos en una reflexiones oportunas. Caen en este enfoque disperso los asuntos más variados, abocados así a las graves consecuencias derivadas de la inadecuada atención prestada a los argumentos.

Es cierto, con el paso del tiempo los hechos adquieren otros matices, pero no hasta el extremos de la tergiversación de cuanto sucedió; al menos, sería imperdonable llegar a eso. Escudados en el paso del tiempo, no faltan quienes repasan los acontecimientos con la pátina fraudulenta de sus intenciones. Alcanzados estos extremos, ya no hablamos de recuerdos o memoria, porque habremos entrado presurosos en una FARSA de la peor calaña, por los engaños subyacentes. Quienes permanecen aferrados a dichos falseamientos son fariseos de nuevo cuño. Abundantes y bien visibles para todo aquel que no cierre los ojos. Ay, con las intenciones escondidas y los abusos sobrevenidos de sus tramoyas.

¿Serán farsas irremediables por la simple custión de haber nacido en este mundo? Desde luego, son incesantes sus manifestaciones, ajenas a unas valoraciones preñadas de veracidad. En Euskadi, muchos reportajes, películas, reuniones o proyectos aluden a la RECONCILIACIÓN, dando por supuesto el final de las actividades etarras. La farsa no desaparece a pesar de la implicación de prelados, gobernantes y amplios sectores de involucrados. El trato igualitario dado a todas las actitudes no es de recibo, cuando incluyen asesinos con sus numerosos cómplices, víctimas, gente desdeñada y quienes sacan tajada política. La placidez pregonada es turbia por la continuación del zarandeo.

Hemos tenido motivos, subsisten aún, para el recuerdo interesado de A. Camus, de la descripción que hizo de los comportamientos ciudadanos con respecto a la peste. Una acumulación de despropósitos atribuidos a las autoridades y al gran público. La extensión explosiva del virus del ÉBOLA reúne su elevada mortalidad con la peculiar intervención de los distintos sectores sociales. En su tratamiento informativo destaca la diluida presencia de los técnicos especializados, superados en todo momento por una suerte de opinadores epidémicos sin la debida formación sobre el asunto tratado. El análisis de los fallos o del mismo protocolo, requiere de unas reflexiones serenas alejadas del bullicio insensato.

De los brotes de indignación justificados alpredominio de las algaradas sobre la cordura, va todo un amplio recorrido. Ante los graves abusos que nos sacuden, la denuncia indignada resulta natural y no podemos dejarla de lado. Para su buen encauzamiento, precisamos de los mejores conocimientos y de las personas adecuadas. No es tarea fácil; pero, imposible entre la algarabía de un vocerío descontrolado.

También la HISTORIA, la pobre, la visten de harapos al menor descuido. La presentan como un objeto arrojadizo, según los antojos de cada desaprensivo. Utilizada del derecho y del revés, medias verdades o incluso mentiras rotundas atribuidas a ella; el caso es que la vuelven como una entidad irreconocible. En Cataluña podemos apreciar ejemplos notables de estos montajes. Quizá Adán y Eva introdujeron el catalán en sus visitas. Modifican el sentido de las guerras de sucesión peninsulares como luchas y fracasos de la independencia. Viendo sus historietas, que no historia, es impensable que no se consideren ramas del árbol catalán amplias regiones europeas, desde Andalucía, Valencia, regiones francesas y quién sabe si parte de Abisinia. Sin ningún escrúpulo, proclaman una nueva y falsa historia.

Con la televisión montada al efecto, grupos periodísticos serviles y amplias variaciones de un clientelismo a base de prebendas orientadas, puede surgir casi de todo. De no ser así, como hubieran sido posibles las tramas de Gürtel, trapisondas de Pujol, Caja Madrid, construcción de aeropuertos fantasiosos, las toleradas maniobras corruptas millonarias dentro de los sindicatos andaluces y asturianos (Nadie las detectaba), la ausencia de una legislación preventiva de los abusos en las sedes bancarias…, en una lista que no está cerrada. La exigencia de comportamientos correctos es prioritaria; labor de todos, y esa es su gran dificultad, como canalizar ese interés general. Sólo la espera de un mago, no sirve.

Hay contrastes reveladores. Ojalá abundaran cuando ponen de manifiesto la calidad humana; mientras desapareciera la estupidez. Preguntado por lo que pensaba de los alemanes, Churchill no sabía, porque no los conocía a todos. Humildad, sinceridad y responsabilidad. Chocante, sobre todo en los ambientes actuales. En cualquier rincón emergen intérpretes agitadores de todo el concepto de un PUEBLO. No hablan de los integrantes con sus peculiaridades; son oráculos esporádicos para las emotivas sacudidas de la idea, a la que deberían plegarse las diferentes mentalidades. No les estalla la cabeza con tanto contenido, porque en realidad piensan poco en los habitantes del pueblo, centrados como están en el cuidado de los réditos propios.

En el asentamiento de los conocimientos propios, en el intento al menos, las dificultades planteadas son enormes. ¿A qué fuentes acudiremos? Dentro de la pluralidad encontramos enfoques contrapuestos; la extracción de los argumentos fiables exige ánimo y fuerte disposición para la tarea. Bien recurramos a los medios audiovisuales o escritos, las fuentes nos ofrecen EXPOSICIONES, de las que pronto vislumbramos su categoría, para que cada uno saque después sus consecuencias.

Contamos con las exposiciones ESPUMOSAS, con acúmulo de intervenciones, datos llamativos, sin entrar demasiado en el fondo de las cuestiones relevantes (Programas, debates, recopilaciones); pero, intempestivos. Otra categoría engloba las exposiciones POLARIZADAS, con la amputación/censura de cualquier conocimiento contrario a su polarización, en una desinformación nacida de su sectarismo. Están centradas en el interés de su barriada mental. Y el tercer grupo, de las VIBRANTES, con aportaciones esclarecedoras, en una búsqueda tenaz de las verdades plurales, esenciales para la convivencia. Necesitamos diferenciarlas para no quedar desorientados del todo.

Añadamos los recientes estudios neurocientíficos sobre el comportamiento. Hago hincapié en los centrados en la doblez del comportamiento de las personas según actuen en grupo o en solitario, repercuten en distintas áreas cerebrales. Las preferencias individuales no son fijas, entre otras cosas, cambian según el número de acompañantes. Los efectos de la masificación son conocidos desde antiguo. El efecto de la DISOLUCIÓN de la personalidad propia entre el conglomerado de gente, origina la pérdida del sentido responsable en las actuaciones. Cerramos un círculo nefasto, que va desde los mensajes recibidos a la incongruencia de las respuestas. El reto es evidente, el hallazgo de un buen curso para el río de nuestra vida.