Se podría decir que todo el mundo en algún momento ha sentido la
presión del estrés asociada al trabajo. Incluso aunque tengamos la suerte
de disfrutar con nuestro trabajo cualquier empleo puede presentar
elementos estresantes.
Según señalan desde la web de la Asociación Americana de Psicología
(www.apa.org) las fuentes más comunes de estrés laboral son los sueldos
bajos, la sobrecarga laboral, las pocas oportunidades de promoción, los
trabajos que no implican o suponen un reto, la carencia de apoyo social o
no tener control sobre las decisiones de trabajo entre otras.
Cuando el estrés laboral se vuelve crónico puede ser perjudicial y dañar la salud física y
emocional y esta situación es también más común de lo deseable, señalan los psicólogos
americanos. Desde la institución estadounidense apuntan los siguientes pasos para
gestionar el estrés asociado al trabajo:
7 pasos para combatir el estrés laboral
1. Identifica aquello que te estresa
Mantén un diario durante una semana o dos para identificar qué situaciones te crean
más estrés y cómo respondes a ellas. Registra tus pensamientos, sentimientos e
información sobre el ambiente, incluyendo las personas y circunstancias implicadas, la
situación física y cómo reaccionaste. Aspectos como si elevaste la voz, si decidiste ir a por
un tentempié o a dar un paseo pueden ayudar a encontrar patrones entre aquello que te
estresa y cómo reaccionas ante ellos.
2. Desarrolla respuestas saludables
En vez de intentar combatir el estrés con comida rápida o alcohol, elige opciones
saludables cuando sientas que sube la tensión. El ejercicio es un gran liberador de estrés.
El yoga puede ser una buena opción pero cualquier forma de actividad física es
beneficiosa.
Además, busca tiempo para tus aficiones y aquello que más te gusta hacer. Ya sea
leyendo una novela, acudiendo a conciertos de música o disfrutando de tu familia,
asegúrate de que dejas tiempo para hacer las cosas que te producen placer.
Dormir bien también es importante para gestionar el estrés. Crea hábitos de sueño
sanos limitando la cafeína por la tarde y reduciendo actividades estimulantes como ver la
tele o utilizar el ordenador por la noche.
3. Establece límites
En el actual mundo de las relaciones digitales, es fácil sentirse angustiado ante la
posibilidad de estar disponible las 24 horas del día. Establece algunos límites entre trabajo
y vida personal. Esto podría significar no consultar el mail desde casa por la tarde o no
contestar al teléfono horas después de terminar la jornada laboral. Fijar límites claros
entre la vida laboral y personal reduce el estrés asociado a los posibles conflictos de
conciliación.
4. Tómate tu tiempo para descansar
Parea evitar los efectos negativos del estrés crónico y el cansancio laboral necesitamos
tiempo para recuperarnos y volver al nivel de rendimiento anterior al estrés. Este proceso
de recuperación requiere 'desconectar' de la actividad laboral cuando no se está
trabajando. Siempre que sea posible tómate tu tiempo para descansar para poder volver
al trabajo listo para ofrecer lo mejor de ti. Cuando no te sea posible desconectar al menos
desconecta tu teléfono y centra tu atención durante un rato en actividades no ligadas al
trabajo.
5. Aprende a relajarte
Las técnicas como la meditación, los ejercicios de respiración profunda y la conciencia
plena (un estado en el que observas de forma activa las experiencias del presente y tus
pensamientos sin juzgarlos) pueden ayudar a liberar estrés.
Comienza con unos pocos minutos cada día para centrarnos en una actividad simple
como la respiración, caminar o disfrutar de una comida. La habilidad de ser capaz de
centrarse de forma consciente en una única actividad sin distraerte se volverá más fuerte
con la práctica y descubrirás que puedes aplicarla a muchos aspectos diferentes de tu
vida.
6. Habla con tu jefe
Los empleados saludables suelen ser más productivos por lo que tu jefe tiene en este
sentido un incentivo claro para crear un ambiente de trabajo que promueva el bienestar
de los empleados.
Empieza por entablar una conversación abierta con tu jefe. El propósito no es presentar
una lista de quejas sino comenzar con un plan eficaz para controlar aquellas situaciones
de estrés que hayas identificado para poder realizar mejor tu trabajo.
Aunque algunas áreas de este plan deberían estar diseñadas para mejorar tus
habilidades en áreas como la gestión del tiempo, otros elementos podrían incluir la
identificación de aspectos que te hagan sentir mejor en tu puesto de trabajo como
clarificar qué se espera de ti, conseguir más ayuda de tus colegas, enriquecer tu trabajo
con tareas que supongan un reto o que tengan sentido para ti o hacer cambios en tu
ambiente de trabajo físico para hacerlo más confortable y reducir las tensiones.
7. Consigue algunos apoyos
Aceptar ayuda de amigos de confianza y miembros de la familia puede mejorar tu
capacidad para manejar el estrés. En tu empresa podría existir un programa de
prevención de riesgos laborales en el que se incluya un protocolo de actuación sobre el
estrés laboral con información, consejos y casos en los que se aconseja la derivación a
profesionales de la salud mental, si fuera necesario.
Si continúas sintiéndote sobrepasado por el estrés laboral, quizás fuera buena idea
hablar con un psicólogo, que podría ayudarte a manejar el estrés y cambiar un
comportamiento no saludable.