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“La obstinación nace de la estrechez de espíritu” F. de la Rochefoucauld

A vueltas con la sueca Malmström y su fijación con España

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En ocasiones uno se pregunta si los señores que integran el Parlamento Europeo son personas capacitadas para ocupar sus puestos, están lo suficientemente entrenados en política y tienen el discernimiento que se requiera para que, aparte de sus particulares ideas políticas, tengan la ecuanimidad, el sentido común, la clarividencia y la información que se requiere para desempeñar, con un mínimo de solvencia, el cargo que se les ha atribuido en beneficio de la UE.

Estoy convencido que a esta señora, Cecilia Malmström, sueca, comisaria de Asuntos de Interior de la UE, le haría falta un cursillo intensivo de información sobre lo que ocurre en el norte de África, en las fronteras de Ceuta y Melilla. Por lo visto, no le ha bastado su fracaso en la ocasión anterior, en la que pretendió enseñarnos a los españoles a quiénes deberíamos aceptar para que entrasen a España, cómo los deberíamos recibir y el número de inmigrantes que deberíamos admitir que, según parece, para ella deberíamos consentir que nos invadieran todos los que quisieran huir de sus países. La comisaria parece que no conoce los problemas con los que ha de enfrentarse nuestra Guardia Civil, la agresividad que muestran todos aquellos que, guiados por mafias de traficantes, asaltan nuestras fronteras y tampoco estar lo suficientemente enterada de lo que le cuesta a España, en euros y personas, el mantener una vigilancia exhaustiva de sus fronteras, atender a los que consiguen entrar de una manera digna y hacerse cargo de aquellos a los que no se puede devolver a sus lugares de origen.

Si toda la diligencia que muestra esta señora en atender las boutades de este miembro de Bildu, un tal José Juaristi, eurodiputado vasco, que parece que no tiene nada mejor en que ocuparse que en sembrar cizaña contra la nación a la que, quiéralo o no, está representando y a la que le debe lealtad, aún cuando no fuera más que por el sustancioso sueldo que percibe por su cargo; mintiendo a sabiendas en su acusación cuando asegura que “la situación de las vallas de Ceuta y Melilla continúa agravándose” En efecto, porque en Bruselas parece que todavía no se han percatado de que la frontera sur de Europa merece más atención del resto de naciones europeas y no, por supuesto, para limitarse a criticar a quienes hacen lo posible para evitar ser invadidos, sino para dar soluciones, establecer medidas adecuadas, obligar a colaborar a todas las naciones europeas en la contención de las avalanchas que, si es que quieren entrar en España, se debe a que están mal informados y se creen que se van a encontrar en el país de Jauja y no en la nación que, de toda la CE, en la que más desempleo viene registrando y ahora, precisamente, su labor, la de su Gobierno, se centra en conseguir restablecer las condiciones de desarrollo industrial y económico que le permita reducir tan peligrosa situación.

Pero el desvarío, evidentemente mal intencionado de eurodiputado, no acaba ahí y sigue: “además de las expulsiones sumarias de personas que se encontraban en territorio español, se han producido decenas de heridos, incluso fallecidos, debido a las agresiones realizadas por las fuerzas de seguridad”. Veamos si nos entendemos. En cualquier frontera del mundo en la que los procedentes de otros países pretendieran entrar en ellas sin pasar por las aduanas, sin identificarse, enfrentándose con las fuerzas del orden y con el peligro añadido de que pudieran ser portadores de cualquiera de las enfermedades endémicas existentes en el continente africano, sin duda alguna se le repelería, se le impediría la entrada al país y se tomarían las medidas adecuadas para que ninguna otra persona, con similares pretensiones, pudiera intentar colarse en el país de recepción. ¿Cuántos inmigrantes acoge Suecia y cuántos entran en ella a la fuerza, saltándose los controles y las leyes de inmigración? Yo no acabo de entender esta fijación de esta señora Malmström con los asuntos españoles, cuando ella misma reconoció en la otra ocasión en la que nos acusó de malos tratos de la Guardia Civil a unos sujetos que pretendían invadirnos por mar. Ella misma, en una entrevista con el ministro de Interior español, reconoció que “Conozco un poco pero no…suficientemente los detalles para comentar esto” Pues parece que, antes de meter la pata, de poner a un Gobierno en la picota, esta señora comisaria lo primero que debiera de haber hecho es quitarse la pereza y hacer un viaje para comprobar in situ la situación de nuestras frontera de Ceuta y Meliya, así como la insoportable aglomeración de inmigrantes acogidos en las instalaciones dispuestas para alojar a los que entran, a pesar de la actuación de nuestra policía, en el interior de ambas ciudades.

Claro que, antes de juzgar la actitud de la comisaria se debería investigar el grado de participación, en este acoso de una antigua secretaria de Estado de José Luis Rodríguez Zapatero, la socialista catalana Anna Terrón que, por lo visto, es la que asesora a la señora Malmström en estos temas sobre España y, a la vez, resulta que es amiga del señor Diego López Garrido , primero miembro del PC y más tarde afiliado al PSOE. Es fácil ir atando cabos hasta llegar a la conclusión del grado de deslealtad de la izquierda española que, en cuanto vislumbran una posibilidad de perjudicar al Gobierno, no dudan en actuar en contra de los españoles sin parar mientes en el daño que sus torpezas pueden llega a causar al país.

Es obvio que, cuando se trata del trato que recibimos de Bruselas, no es lo mismo atreverse con España que hacerlo con Alemania o la propia Inglaterra que, en cuanto les tocan las narices, inmediatamente replican con contundencia. Es evidente que la señora Malmströn, lo pensaría muy bien antes de amenazar a cualquiera de las naciones poderosas de la UE, con términos tan perentorios y desabridos como los que ha utilizado con nuestro país.

“La vigilancia de las fronteras debe llevarse a cabo sin perjuicio de los derechos de las personas que soliciten protección internacional, en particular en lo que se refiere al principio de no devolución y el acceso efectivo al procedimiento de asilo” Pero ¿de dónde nos sale esta señora con esta parrafada? Sólo el hecho de incluirla en el escrito que nos ha enviado a España demuestra el grado de ignorancia de lo que verdaderamente está ocurriendo en las fronteras de nuestras ciudades africanas. No se trata de que vengan pretendiendo entrar en España perseguidos políticos o amenazados de muerte por mafias internacionales, no señora, aquí son hordas de gente harapienta que intentan entrar a la fuerza, utilizando todos los medios a su alcance, dirigidas por mafias que los extorsionan y les roban, y que, en su desesperación y engañados, se lanzan contra las vallas, las escalan, atacan a nuestra policía (que no da abasto para intentar interceptarlos). Entérese usted de que son muchos nuestros Guardia Civiles y policías que salen heridos en tales reyertas.Las devoluciones desde territorio español no se producen porque, el espacio entre vallas, no se considera como tal y los que allí son detenidos pueden ser devueltos a la gendarmería marroquí para que se haga cargo de ellos; todo ello legalmente.

Una pena, señores, una verdadera muestra de que lo que se cuece en Bruselas que, en muchas ocasiones, está contaminado por el politiqueo, la información distorsionada y la mala fe de muchos españoles de izquierdas dispuestos a poner en apuros al gobierno de derechas que hoy dirige los destinos de España. O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos indignados como, los que intentan crear el caos en España, se salen con la suya en su campaña de desprestigio de nuestra nación.

A vueltas con la sueca Malmström y su fijación con España

“La obstinación nace de la estrechez de espíritu” F. de la Rochefoucauld
Miguel Massanet
miércoles, 22 de octubre de 2014, 07:38 h (CET)
En ocasiones uno se pregunta si los señores que integran el Parlamento Europeo son personas capacitadas para ocupar sus puestos, están lo suficientemente entrenados en política y tienen el discernimiento que se requiera para que, aparte de sus particulares ideas políticas, tengan la ecuanimidad, el sentido común, la clarividencia y la información que se requiere para desempeñar, con un mínimo de solvencia, el cargo que se les ha atribuido en beneficio de la UE.

Estoy convencido que a esta señora, Cecilia Malmström, sueca, comisaria de Asuntos de Interior de la UE, le haría falta un cursillo intensivo de información sobre lo que ocurre en el norte de África, en las fronteras de Ceuta y Melilla. Por lo visto, no le ha bastado su fracaso en la ocasión anterior, en la que pretendió enseñarnos a los españoles a quiénes deberíamos aceptar para que entrasen a España, cómo los deberíamos recibir y el número de inmigrantes que deberíamos admitir que, según parece, para ella deberíamos consentir que nos invadieran todos los que quisieran huir de sus países. La comisaria parece que no conoce los problemas con los que ha de enfrentarse nuestra Guardia Civil, la agresividad que muestran todos aquellos que, guiados por mafias de traficantes, asaltan nuestras fronteras y tampoco estar lo suficientemente enterada de lo que le cuesta a España, en euros y personas, el mantener una vigilancia exhaustiva de sus fronteras, atender a los que consiguen entrar de una manera digna y hacerse cargo de aquellos a los que no se puede devolver a sus lugares de origen.

Si toda la diligencia que muestra esta señora en atender las boutades de este miembro de Bildu, un tal José Juaristi, eurodiputado vasco, que parece que no tiene nada mejor en que ocuparse que en sembrar cizaña contra la nación a la que, quiéralo o no, está representando y a la que le debe lealtad, aún cuando no fuera más que por el sustancioso sueldo que percibe por su cargo; mintiendo a sabiendas en su acusación cuando asegura que “la situación de las vallas de Ceuta y Melilla continúa agravándose” En efecto, porque en Bruselas parece que todavía no se han percatado de que la frontera sur de Europa merece más atención del resto de naciones europeas y no, por supuesto, para limitarse a criticar a quienes hacen lo posible para evitar ser invadidos, sino para dar soluciones, establecer medidas adecuadas, obligar a colaborar a todas las naciones europeas en la contención de las avalanchas que, si es que quieren entrar en España, se debe a que están mal informados y se creen que se van a encontrar en el país de Jauja y no en la nación que, de toda la CE, en la que más desempleo viene registrando y ahora, precisamente, su labor, la de su Gobierno, se centra en conseguir restablecer las condiciones de desarrollo industrial y económico que le permita reducir tan peligrosa situación.

Pero el desvarío, evidentemente mal intencionado de eurodiputado, no acaba ahí y sigue: “además de las expulsiones sumarias de personas que se encontraban en territorio español, se han producido decenas de heridos, incluso fallecidos, debido a las agresiones realizadas por las fuerzas de seguridad”. Veamos si nos entendemos. En cualquier frontera del mundo en la que los procedentes de otros países pretendieran entrar en ellas sin pasar por las aduanas, sin identificarse, enfrentándose con las fuerzas del orden y con el peligro añadido de que pudieran ser portadores de cualquiera de las enfermedades endémicas existentes en el continente africano, sin duda alguna se le repelería, se le impediría la entrada al país y se tomarían las medidas adecuadas para que ninguna otra persona, con similares pretensiones, pudiera intentar colarse en el país de recepción. ¿Cuántos inmigrantes acoge Suecia y cuántos entran en ella a la fuerza, saltándose los controles y las leyes de inmigración? Yo no acabo de entender esta fijación de esta señora Malmström con los asuntos españoles, cuando ella misma reconoció en la otra ocasión en la que nos acusó de malos tratos de la Guardia Civil a unos sujetos que pretendían invadirnos por mar. Ella misma, en una entrevista con el ministro de Interior español, reconoció que “Conozco un poco pero no…suficientemente los detalles para comentar esto” Pues parece que, antes de meter la pata, de poner a un Gobierno en la picota, esta señora comisaria lo primero que debiera de haber hecho es quitarse la pereza y hacer un viaje para comprobar in situ la situación de nuestras frontera de Ceuta y Meliya, así como la insoportable aglomeración de inmigrantes acogidos en las instalaciones dispuestas para alojar a los que entran, a pesar de la actuación de nuestra policía, en el interior de ambas ciudades.

Claro que, antes de juzgar la actitud de la comisaria se debería investigar el grado de participación, en este acoso de una antigua secretaria de Estado de José Luis Rodríguez Zapatero, la socialista catalana Anna Terrón que, por lo visto, es la que asesora a la señora Malmström en estos temas sobre España y, a la vez, resulta que es amiga del señor Diego López Garrido , primero miembro del PC y más tarde afiliado al PSOE. Es fácil ir atando cabos hasta llegar a la conclusión del grado de deslealtad de la izquierda española que, en cuanto vislumbran una posibilidad de perjudicar al Gobierno, no dudan en actuar en contra de los españoles sin parar mientes en el daño que sus torpezas pueden llega a causar al país.

Es obvio que, cuando se trata del trato que recibimos de Bruselas, no es lo mismo atreverse con España que hacerlo con Alemania o la propia Inglaterra que, en cuanto les tocan las narices, inmediatamente replican con contundencia. Es evidente que la señora Malmströn, lo pensaría muy bien antes de amenazar a cualquiera de las naciones poderosas de la UE, con términos tan perentorios y desabridos como los que ha utilizado con nuestro país.

“La vigilancia de las fronteras debe llevarse a cabo sin perjuicio de los derechos de las personas que soliciten protección internacional, en particular en lo que se refiere al principio de no devolución y el acceso efectivo al procedimiento de asilo” Pero ¿de dónde nos sale esta señora con esta parrafada? Sólo el hecho de incluirla en el escrito que nos ha enviado a España demuestra el grado de ignorancia de lo que verdaderamente está ocurriendo en las fronteras de nuestras ciudades africanas. No se trata de que vengan pretendiendo entrar en España perseguidos políticos o amenazados de muerte por mafias internacionales, no señora, aquí son hordas de gente harapienta que intentan entrar a la fuerza, utilizando todos los medios a su alcance, dirigidas por mafias que los extorsionan y les roban, y que, en su desesperación y engañados, se lanzan contra las vallas, las escalan, atacan a nuestra policía (que no da abasto para intentar interceptarlos). Entérese usted de que son muchos nuestros Guardia Civiles y policías que salen heridos en tales reyertas.Las devoluciones desde territorio español no se producen porque, el espacio entre vallas, no se considera como tal y los que allí son detenidos pueden ser devueltos a la gendarmería marroquí para que se haga cargo de ellos; todo ello legalmente.

Una pena, señores, una verdadera muestra de que lo que se cuece en Bruselas que, en muchas ocasiones, está contaminado por el politiqueo, la información distorsionada y la mala fe de muchos españoles de izquierdas dispuestos a poner en apuros al gobierno de derechas que hoy dirige los destinos de España. O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, vemos indignados como, los que intentan crear el caos en España, se salen con la suya en su campaña de desprestigio de nuestra nación.

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