Al menos 47 personas han muerto y 123 han resultado heridas en la serie de atentados perpetrados este jueves en Bagdad y sus alrededores, según el último balance facilitado por las autoridades iraquíes.

Alrededor de las 14.30 (hora local) un terrorista suicida en un coche bomba ha atentado contra un puesto de control del Ejército cerca de un restaurante ubicado en el distrito de Talibiya, en el norte de la capital iraquí, dejando nueve muertos.

Otros dos coches bomba han estallado a continuación en el distrito de Al Dawlai, en el oeste de Bagdad, arrojando un saldo de 16 muertos y 35 heridos.

Minutos después, cinco proyectiles de mortero han alcanzado el barrio chíi de Al Shaoula, causando cinco muertos y 21 heridos, y un último coche bomba ha estallado en el cercano distrito de Hurriya, cobrándose la vida de seis personas y lesionando a otras 14.

En un último atentado en la capital iraquí, tres personas han muerto y seis han resultado heridas cuando una bomba ha sacudido una calle comercial llena de pequeñas cafeterías y restaurantes en el distrito de Allawi.

La violencia también ha alcanzado al extrarradio de Bagdad, una zona habitada tanto por chiíes como por suníes que suele ser escenario de enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los grupos yihadistas.

En el distrito de Mahmudiyah, un coche bomba ha matado a seis personas y ha herido a 18, mientras que otra explosión ha acabado con la vida de tres soldados iraquíes y ha lesionado a otro cuando patrullaban Madain.

Los chiíes han sostenido que se trata de ataques perpetrados por los suníes que apoyan al Estado Islámico en represalia por la operación militar puesta en marcha, con ayuda internacional, para frenar el avance del grupo yihadista.

"El Estado Islámico está mandando un mensaje a los chiíes que luchan contra él: podemos atacaros en vuestra propia casa", ha dicho Kareem al Noori, del Bloque Badr, un poderoso partido político chií que posee su propio brazo armado.