Si yo fuera Cristóbal Montoro se me caería la cara de vergüenza. Primero por lo mal que se expresa. En segundo lugar, por lo mal que se explica. Y en tercer lugar, por lo mal que miente. En mi pueblo le correrían a gorrazos o le harían los ‘perrillos’. Doy fe.

Se preguntarán que por qué digo eso. Pues muy sencillo: con motivo de la deficiente explicación de los presupuestos para 2015, el muy gaznápiro ha dicho que “el año próximo se devolverá un cuarto de la paga extraordinaria que no cobraron los funcionarios en diciembre de 2012”. Hasta ahí, sin comentarios, aunque fue un robo, no a mano armada, pero sí por desalmados. Y por si no era suficiente, al muy zoquete del ministro no se le ocurre otra cosa que decir que tal paga "no fue suprimida, fue desplazada en el tiempo". ¿Cómo que no fue suprimida, Cristóbal? No sé si eres gaznápiro o te lo haces. La paga fue suprimida; al menos ni yo ni los demás funcionarios la hemos recibido. Así que, Cristobalito, no toques las santas narices con tus ‘gracietas’ y chistecitos de niños estúpido, repipi, hortera y piji-progre.

Pero no piensen que es el único gaznápiro reconocido que hay en Gobierno de Rajoy. Otros también lo son, pero forman parte de la “casta” aprovechada y mentirosa. Si no queda suficientemente claro por quién lo digo, pues diré a ustedes que va por Gallardón, ex ministro de la cosa que aún llaman, no sin ciertas dudas, Justicia. Ya dejó de ser Gallardón y ahora hay que tratarle en diminutivo. Se ha orinado por la pata abajo en sus cometidos, no ha sabido sacar adelante sus proyectos y ha tirado por el camino fácil: la dimisión. Pero una dimisión que lleva aparejada 8.500 euros. Sí, señores, prometió no estar en primera fila de la política, pero el muy desvergonzado va a trabajar una hora a la semana cobrando el importe antes aludido. ¡Eso es propio de corruptos, aunque la ley lo ampare! ¿Acaso muchas leyes no son corruptas? Pues no lo duden, lo son cuando la ley corrompe, consiente o tira por la calle del medio. En esos casos, algo falla en el sistema. Y en nuestro sistema…. No se imaginan cuántas cosas fallan de raíz… ¡manda huevos!

Pero no hemos acabado con ‘Gallardín’. El muy… ex ministro…, amparado por la ley embudo “seguirá teniendo coche oficial, conductor y secretaria a cargo de los presupuestos autonómicos”, como lo tienen otros ex dirigentes que también ‘maman’ del erario público. Ahí tienen a alguno de ellos: González, Aguirre y Leguina. Además, Gallardón va a tener un despacho con vistas privilegiadas; podrá ver la Gran Vía con solo alzar la cabeza.

Como pueden comprobar: se van de la política visible, pero pasan a formar parte de la ‘ganadería de excelsos cabestros’, indecentes, aprovechados y gorrones. ¿Por qué no tienen ese privilegio los parados cuando pierden su trabajo? ¡Estamos rodeados de ladrones que se creen que son honrados! Al menos Alí Babá reconocía en el cuento que era ladrón, tenía un refugio de ladrones y actuaba como tal, pero esta gente…

El ‘chupete’ que es el Consejo Consultivo cuesta al erario público casi cuatro millones y medio de euros. Y de ellos, casi un millón, se lo embolsan altos cargos y gabinetes. Y por si no era suficiente, pueden compaginar sus cargos con otro curre, cosa que se niega a funcionarios y otro tipo de trabajadores. ¡No me digan que no son fantasmas y aprovechados, por no llamarles otras cosas más duras!

Por eso, desde aquí, recomendamos que ningún funcionario solicite la incompatibilidad a la Administración, porque estará haciendo el payaso y tributando dos veces a Hacienda. Ya saben ustedes que Hacienda hace tiempo que hemos dejado de ser todos. Solo somos Hacienda quienes declaramos todo, pagamos facturas con IVA, pagamos IRPF y no recibimos ayudas de ningún tipo, además de otros etcéteras. Pero, sinceramente, muchos ya nos hemos cansado. Incluso hemos aprendido que cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto. Por mi parte, hasta aquí hemos llegado.