Resulta patético, salvando muy pocas excepciones, el panorama de los comentaristas televisivos actuales. Ni en TVE, ni en La Sexta, ni en Antena 3, ni en Canal Sur (que es la autonómica que recibimos aquí por el sur, lamentablemente para todos los andaluces, dicho sea de paso), ni en el PPV se puede ver el fútbol con un comentarista de calidad. Y de los “ayudantes” ya ni hablamos. Sólo se salva el Plus, el gran Carlos Martínez sigue con la misma calidad de siempre narrando los encuentros de la televisión de Polanco.
Pero como decía Jack El Destripador, al que por cierto le han puesto cara y se parece bastante a Julián Muñoz (las comparaciones sobre los delitos los dejo a gusto del ávido lector), vayamos por partes. En TVE sigue el de siempre: José Ángel de la Casa. Yo creo que sigue ronco por cantar el gol de Señor a Malta, pero es que no evoluciona. Sigue con el mismo tonito, la misma apatía, la misma seriedad que aburre. Tanto como los partidos que la nacional retransmite, que son los de la selección. Canal Sur sí que es patético. Obligado como está este año a emitir sólo los partidos de Segunda, los comentaristas son de dicho nivel. Ni conocen a los futbolistas, ni a los equipos, ni las tácticas. Patético. Además se rodean de comentaristas que no eran buenos ni como futbolistas, cómo van a serlo como comentaristas, como Juan Sabas.
En el PPV, además de pasar por caja, tienes que soportar a un soporífero comentarista. Ni se saben los jugadores, ni siguen las jugadas, ni a los equipos semana a semana ni el desarrollo del encuentro. En el pasado Real Sociedad-Betis, el chico Prisa que se encargaba de narrar el partido aseguraba que López Rekarte tenía que ser expulsado por segunda amarilla cuando todos los espectadores que religiosamente pagaron (o piratearon) el partido sabían que no había sido amonestado previamente. ¿A dónde estaba mirando? Y eso que cobran por el partido.
Al “tikitaka” de Montes ya le dedicamos un artículo, pero es que se merece una mínima mención más. A pesar de que sigue empeñado en ser peor cada sábado, ahora resulta que es un personaje antipático. En el Sevilla-Valencia, paseando por las inmediaciones de la cabina de La Sexta, observé como un chaval (que no pasaba de quince años) le pedía un autógrafo. La recompensa del chico, que (sorprendentemente en los tiempos que corren) fue bastante educado, fue un portazo en las narices. Encima de malo, idiota.
Pero el peor caso creo que está en Antena 3. Cuando me enteré de que la cadena de Planeta tendría los derechos de la Champions me eché a temblar. No podía soportar el hecho de pensar en que J. J. Santos estaría cada martes europeo con los partidos. Afortunadamente, mi “admirado” Santos se marchó a Telecinco, pero quién iba a imaginar que me acordaría de él. Porque vaya los dos que han puesto. Mejor dicho, vaya el personaje que es Manu Sánchez. ¿Por qué no deja narrar el encuentro tranquilamente a José Antonio Luque? ¿Por qué cuando ve que el balón entra dice gol y el goleador antes que Luque? ¿Por qué tiene que decir penalti antes de que lo diga el narrador principal? ¿Por qué se tiene que meter en todo? ¿Por qué es tan malo? Bueno, mejor dicho, léase esta pregunta con el “Por qué” junto y sin signos de interrogación, porque es la respuesta a tantas preguntas y a la situación actual de los comentaristas futbolisticos. Siempre nos quedará Carlos Martínez, aunque a ver cuándo se deshace de Michael Robinson y de su “espaninglis”.
