Puede parecer una tontería, pero el fallo de Van Nistelrooy a la hora de lanzar el postrero penalty del Real Madrid-Olympique Lyonnais nos devuelve a la memoria la importancia que para todo equipo tiene disponer de un especialista fiable en este tipo de lanzamientos.

Y es que no parece de recibo que el teórico experto de un equipo del nivel del Real Madrid sólo haya anotado 2 veces en las 5 ocasiones en que ha ejecutado esta suerte a lo largo de esta temporada entre Liga y Champions.

Como se vio el martes y suele verse en competiciones internacionales, un penalty es la diferencia entre ganar y no ganar, entre perder y no perder, entre la gloria y el fracaso. Pregunten al Valencia en su segunda final de Copa de Europa, a la selección española en Corea o al Milan en la final de Estambul frente al Liverpool.

Por tanto, resulta llamativo que se produzcan tantos errores desde el punto fatídico, máxime teniendo en cuenta que el portero no puede sino aprovecharse del error del delantero, pues de todos es sabido que un penalty lanzado con una fuerza mediana es físicamente imparable para un portero, pues para cuando reacciona el balón está ya dentro.