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Repite Artur Mas ese mensaje demagógico de que hay que “escuchar al pueblo”. Entonces, ¿por qué en décadas de poder de CiU nunca organizaron ningún referéndum legal para “escucharnos” a los ciudadanos de Cataluña sobre importantes asuntos de su competencia? Por ejemplo, sobre qué sistema educativo queremos: bilingüe o la inmersión; qué modelo energético deseamos: con energía nuclear, fósil o renovable; o qué sanidad preferimos: pública o en manos privadas.
Pero en treinta años CiU nunca ha organizado ni un sola consulta para “escuchar al pueblo”. Resulta que los Mas, los Puig, los Homs y los Pujol el único referéndum que sí permiten es para quedarse ellos con todo el poder. Porque eso y no otra cosa es la “independencia de Madrid”.
La única consulta que permite la “casta” -aquí el nombre lo clava- que gobierna desde hace décadas en Cataluña es sólo aquella que va en su propio beneficio e interés.
Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.
Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.
Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
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