EN LA MAL LLAMADA región de Castilla-La Mancha, ya se ha constituido la mesa de “expertos” y de “prestigiosos juristas” para “enriquecer” el texto estatutario y aportar criterios que prueben que nada de lo que se reforme sea inconstitucional.
Lógicamente, los “prestigiosos juristas” invitados a deponer sus opiniones ante la Comisión de las Cortes para la Reforma del Estatuto son aquellos que deben su prestigio a quienes les invitan, y que, por tanto, perderían su prestigio si depusieran en sentido contrario a los intereses de quienes les invitan... Los cuales no volverían a considerarles prestigiosos, ni a invitarles a ninguna mesa, ni ha rendirles meritorios honores bien retribuidos.
Por lo tanto, no perdamos el tiempo con las ecuánimes opiniones de los prestigiosos... El Estatuto es inconstitucional desde que se creó, puesto que no existen las “características históricas y culturales comunes” que exige la Constitución a las provincias que quieran agruparse en una autonomía. Y ahora ambos partidos, PSOE y PP, perpetrarán dos inconstitucionales más: fijar las inversiones del Estado y asumir competencias hidrológicas, cuestiones ambas del Estado central.
Pero la más pasmosa evidencia del rostro duro que han de tener los políticos y asimilados para dedicarse a tan curioso oficio la ha dado ante la Comisión doña Henar Merino, Defensora del Pueblo regional, dando suficiente prueba del nivel de indefensión que tenemos todos los súbditos ante tales políticos y ante sus paniaguados elegidos a dedo, que no por el pueblo a quien dicen defender.
Resulta que doña Henar Merino, Defensora del Pueblo de Castilla-La Mancha es natural de Valladolid, de donde viene su castellanísimo nombre (felicidades por el patronímico doña Henar), ha trabajado en Madrid y ahora vela defendiendo los intereses de los castellanos de por aquí abajo de los atropellos de las Administraciones.
O sea, que su biografía es inmejorable para que se diera cuenta que la inconstitucionalidad estatutaria se arreglaría en cuanto se incluyera en la reforma alguna sucinta referencia a Castilla o a la histórica Castilla la Nueva, dotándose de coherencia a la autonomía y defendiéndose al pueblo de la Administración, que no quiere ver lo evidente por las razones de autoodio y castellanofobia que afectan a PSOE y a PP, y que ya otra veces hemos expuesto.
Claro que entonces doña Henar Merino perdería inmediatamente su cómoda Defensoría y el prestigio que posea ante quien se lo haya dado.
De manera que no. Lo que ha hecho la castellana por los cuatro costados doña Henar Merino no ha sido lo lógico, histórico y provechoso para dotar de fuerza a Castilla: una mínima referencia a la castellanidad de las Castillas.
No. Lo que la expuesto a la Comisión doña Henar Merino ha sido que en el Estatuto debería citarse a la comunidad gitana, ya que forma parte de la “idiosincrasia” de la región.
POSDATA: Pues sí señora, doña Henar. ¡Qué sería de mí idiosincrasia castellana sin la comunidad gitana!
Cítese, cítese a la comunidad gitana para que al fin esté completa nuestra “idiosincrasia”.
Pero haga usted el favor de poner una mínima referencia estatutaria a la realidad castellana de Castilla... o se va a notar mucho quiénes le “prestigian” y le pagan: la Administración castellanófoba e incapaz de ver mínimamente la realidad de cuyos atropellos usted debía defendernos.
¡Un poco de vergüenza y que le aproveche el sueldo con que le alimenten sus periciales consejos!