En substancia la historia del arte suele reflejar las aspiraciones y objetivos de las clases dominantes: El Renacimiento rompió las cadenas al imperio del oscurantismo heredado de la Edad Media, y además del arte al servicio de la Iglesia, abrió de par en par las puertas al arte realista, humanista y laico .El Barroco esencialmente estuvo al servicio de la realeza, la aristocracia y la Iglesia. En síntesis, el asalto al poder de la burguesía conllevó dos estéticas contrapuestas, por un lado la de los llamados "pompiers" -arte académico, tutelado por el Estado- y por el otro lado el Impresionismo, gracias al cual, y por primera vez en la historia, los pintores plantaron sus caballetes "à plein air"descubriendo el paisaje.
El arte pictórico de los impresionistas desarrolló y dio un gran impulso al coleccionismo , siendo por excelencia el arte laico del mundo moderno...Hoy, en cambio, con el azaroso andar del capitalismo salvaje, éste unicamente reconoce como "arte único y verdadero" a los grafistas y decoradores abstractos que pueblan en exclusiva los museos de arte contemporáneo. Paradojas del mundo de la política que los financia y el de las finanzas que especula con ellos, con todo lo cual se ha llevado el arte a la deriva...
