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Pequeños grupos de seudo-activistas políticos al servicio de campañas mediáticas buscan crear una falsa percepción de lo que sucede en Paraguay

Oscar Tuma advierte sobre el fantasma de la desestabilización

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Dijo un filósofo que la propaganda no engaña a la gente, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismos, y es exactamente lo que sucede con las campañas que el decadente y desprestigiado monopolio mediático realiza en Paraguay.

Si como señala Chomsky la propaganda es a una democracia lo que la coerción a un estado totalitario, puede afirmarse que en el Paraguay por mucho tiempo ciertos grupos ejercieron una verdadera dictadura sobre la opinión pública, desestabilizando o apuntalando gobiernos a su antojo.

De un tiempo a esta parte, las campañas de este grupo han ido perdiendo fuerza, entre otras cosas debido a la irrupción de las redes sociales y otras formas nuevas de propaganda.

En ese contexto, el diputado Óscar Tuma (ANR) afirmó que el sector que se manifestó con apoyo de corporaciones mediáticas al cumplirse el primer año de gestión del presidente Horacio Cartes trata de crear una impresión de inestabilidad política, y de dar una imagen al exterior de que las cosas están mal en el país. Refirió que se trata de un grupo que tiene objetivos políticos definidos, y supeditados al fracaso de la gestión de Cartes.

Tuma concedió una entrevista al canal venezolano NTN24, y eso fue lo que respondió al ser consultado acerca de las manifestaciones que se dieron en el microcentro de Asunción y frente al Congreso Nacional, en coincidencia con fuertes campañas mediáticas contra las autoridades.

“Estas manifestaciones son producto de un sector que hacen oposición al Gobierno y que quiere crear una inestabilidad política y la percepción a nivel internacional de que las cosas no están bien en Paraguay”, expresó el legislador.

Adujo que se trata de un grupo pequeño, con el cual el partido de gobierno conversó pero que no entiende de razones porque ese grupo tiene aspiraciones políticas.

Diferentes grupos vinculados a ONG y seudo-activistas políticos que acostumbran seguir las líneas marcadas por la prensa empresarial marcharon por las calles de Asunción en rechazo del Gobierno de Horacio Cartes, al cumplirse su primer año de haber asumido.

Por lo general, medios corporativos acostumbran denominar engañosamente a estos sectores como “izquierda”, cuando en realidad tienen viejos y sólidos vínculos con USAID y otras herramientas de penetración vinculadas a la CIA y la embajada norteamericana.

Ya lo demostraron durante los recientes gobiernos, cuando a pesar de presentarse como la izquierda de Paraguay, mantenían estrechos vínculos con la Colombia de Uribe y la ultraderecha de Estados Unidos.

Estos grupos se reunieron en la plaza ubicada frente al Congreso Nacional y anunciaron que no descartaban otra huelga general próximamente.

Entre ellos, se destacan varias ONG que se encuentran disconformes por haber sufrido recortes presupuestarios en el Congreso, por lo que han emprendido una fuerte campaña contra los legisladores y otras autoridades recriminándoles sus salarios.

Esta campaña busca hacer aparecer como izquierda a los sectores relacionados con estas ONG, que gozan del favor de la prensa.

Describió Huxley que en la propaganda, los manipuladores confían principalmente en la repetición, la supresión y la racionalización: la repetición de las consignas que desean que sean aceptadas como verdades, la supresión de hechos que desean que sean ignorados y el fomento y la racionalización de las pasiones que puedan ser utilizadas en interés propio,

Las consignas que desde la prensa mediática de Paraguay se repiten buscando desprestigiar al poder político y transformarlo en gerente de los intereses empresariales transnacionales, es un buen ejemplo de ello. Se trata del mismo libreto neoliberal, reciclado con variantes mínimas, que nuevamente intenta ser vendido desde los centros de poder para consumo ajeno, como lo fue siempre.

Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero sueños ajenos. Es hora que los paraguayos dejen de aceptar que le vendan sueños ajenos, y esperar que se cumplan los propios.

Oscar Tuma advierte sobre el fantasma de la desestabilización

Pequeños grupos de seudo-activistas políticos al servicio de campañas mediáticas buscan crear una falsa percepción de lo que sucede en Paraguay
Luis Agüero Wagner
martes, 19 de agosto de 2014, 07:16 h (CET)
Dijo un filósofo que la propaganda no engaña a la gente, sino que simplemente les ayuda a engañarse a sí mismos, y es exactamente lo que sucede con las campañas que el decadente y desprestigiado monopolio mediático realiza en Paraguay.

Si como señala Chomsky la propaganda es a una democracia lo que la coerción a un estado totalitario, puede afirmarse que en el Paraguay por mucho tiempo ciertos grupos ejercieron una verdadera dictadura sobre la opinión pública, desestabilizando o apuntalando gobiernos a su antojo.

De un tiempo a esta parte, las campañas de este grupo han ido perdiendo fuerza, entre otras cosas debido a la irrupción de las redes sociales y otras formas nuevas de propaganda.

En ese contexto, el diputado Óscar Tuma (ANR) afirmó que el sector que se manifestó con apoyo de corporaciones mediáticas al cumplirse el primer año de gestión del presidente Horacio Cartes trata de crear una impresión de inestabilidad política, y de dar una imagen al exterior de que las cosas están mal en el país. Refirió que se trata de un grupo que tiene objetivos políticos definidos, y supeditados al fracaso de la gestión de Cartes.

Tuma concedió una entrevista al canal venezolano NTN24, y eso fue lo que respondió al ser consultado acerca de las manifestaciones que se dieron en el microcentro de Asunción y frente al Congreso Nacional, en coincidencia con fuertes campañas mediáticas contra las autoridades.

“Estas manifestaciones son producto de un sector que hacen oposición al Gobierno y que quiere crear una inestabilidad política y la percepción a nivel internacional de que las cosas no están bien en Paraguay”, expresó el legislador.

Adujo que se trata de un grupo pequeño, con el cual el partido de gobierno conversó pero que no entiende de razones porque ese grupo tiene aspiraciones políticas.

Diferentes grupos vinculados a ONG y seudo-activistas políticos que acostumbran seguir las líneas marcadas por la prensa empresarial marcharon por las calles de Asunción en rechazo del Gobierno de Horacio Cartes, al cumplirse su primer año de haber asumido.

Por lo general, medios corporativos acostumbran denominar engañosamente a estos sectores como “izquierda”, cuando en realidad tienen viejos y sólidos vínculos con USAID y otras herramientas de penetración vinculadas a la CIA y la embajada norteamericana.

Ya lo demostraron durante los recientes gobiernos, cuando a pesar de presentarse como la izquierda de Paraguay, mantenían estrechos vínculos con la Colombia de Uribe y la ultraderecha de Estados Unidos.

Estos grupos se reunieron en la plaza ubicada frente al Congreso Nacional y anunciaron que no descartaban otra huelga general próximamente.

Entre ellos, se destacan varias ONG que se encuentran disconformes por haber sufrido recortes presupuestarios en el Congreso, por lo que han emprendido una fuerte campaña contra los legisladores y otras autoridades recriminándoles sus salarios.

Esta campaña busca hacer aparecer como izquierda a los sectores relacionados con estas ONG, que gozan del favor de la prensa.

Describió Huxley que en la propaganda, los manipuladores confían principalmente en la repetición, la supresión y la racionalización: la repetición de las consignas que desean que sean aceptadas como verdades, la supresión de hechos que desean que sean ignorados y el fomento y la racionalización de las pasiones que puedan ser utilizadas en interés propio,

Las consignas que desde la prensa mediática de Paraguay se repiten buscando desprestigiar al poder político y transformarlo en gerente de los intereses empresariales transnacionales, es un buen ejemplo de ello. Se trata del mismo libreto neoliberal, reciclado con variantes mínimas, que nuevamente intenta ser vendido desde los centros de poder para consumo ajeno, como lo fue siempre.

Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero sueños ajenos. Es hora que los paraguayos dejen de aceptar que le vendan sueños ajenos, y esperar que se cumplan los propios.

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