Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Un lugar llamado desarrollo
¿Conciliación laboral?

¿Podemos integrar el trabajo en nuestra vida?

|

Como me ocurre en las últimas semanas, es temprano, son las 7:21 estoy acabando el post y en un par de horas estaré empezando el seminario “Cómo ser un Líder-Coach” con 20 intrépidas empresas y directivos que quieren mejorar su capacidad de desarrollar a otros. Hoy reflexiono sobre la conciliación…

La palabra conciliación está de moda, pero hace unos años más que ahora. Ahora si tienes trabajo tienes que considerarte muy afortunado/a, y no te quejes si no llegas a tiempo a casa, siempre hay alguien que recoge a los ñiños. Creo que tenemos que volver a hablar de conciliación laboral y familiar o acabaremos perdiendo muchos, demasiados valores.

Aunque quizás el problema sea que tenemos una forma de trabajar antivida, es decir poco sana y saludable. La prueba la tenemos en el alto número de enfermedades cardiovasculares derivadas del trabajo, depresiones y otras tantas. El trabajo puede ser algo muy disfuncional, y los datos nos muestran que lo está siendo, la insatisfacción laboral es un tema que debería ocupar nuestros consejos de dirección, que debería preocupar a gobiernos, accionistas y demás stakeholders.

¿Hablamos de conciliación laboral o de cambiar la forma de trabajar?
La cultura del trabajo ha entrado en nuestras vidas, le hemos permitido entrar y la consecuencia es que muchas personas acaban trabajando desde casa cuando los niños se han acostado, o los sábados aprovechan para contestar la pila de emails que no han conseguido quitarse de encima en toda la semana.

It´s all about business, parece que las malas costumbres de algunas culturas occidentales han calado en el resto de países.

Hacer al trabajo y la vida coexistir debería ser un objetivo del milenio (cuando se ponen objetivos para el milenio puedes adivinar que es porque nadie se ve capaz de cumplirlos). Ante todo una persona debería disfrutar de su vida, y además de su trabajo, y debería ser capaz de hacerlos coexistir, de forma sana, saludable. No se trata sólo de poner límites para acabar antes de trabajar. Se trata también de que el trabajo sea algo natural, deseado, que nos invite a ser nosotros mismos en lugar de alienarnos.

Todos sufrimos un poco de neurosis por el trabajo, unos más que otros. Me remito a la definición que escuché decir hace unos años a Jorge Bucay: “El psicótico se cree Napoleón, el neurótico sin embargo sabe que no lo es, pero le gustaría serlo”. Todos somos un poco neuróticos, todos hemos picado en el anzuelo de esta cultura tan centrada en valores productivos y no tanto positivos, queremos SER diferentes, más guapos, más importantes, más ricos, más…, sin caer en la cuenta de que ya SOMOS y que la felicidad que hemos “comprado” no era de tan buena calidad.

Parece que el espíritu maquinal de la revolución industrial sigue vigente, pero ahora las máquinas somos nosotros. Las máquinas cuando no producen no sirven, cuando van a otro ritmo no sirven… ¿nos pasará igual a las personas? Nos está pasando. Mira que ocurre con la gente mayor y tantos otros. ¿Podemos cambiar esta realidad? Estoy convencido.

En fin, que los viernes a uno le gusta reflexionar y hoy me levantaba con esta inquietud en mente y con una pregunta ¿Aman las empresas a las personas?

¿Podemos integrar el trabajo en nuestra vida?

¿Conciliación laboral?
César Piqueras
lunes, 28 de julio de 2014, 07:21 h (CET)
Como me ocurre en las últimas semanas, es temprano, son las 7:21 estoy acabando el post y en un par de horas estaré empezando el seminario “Cómo ser un Líder-Coach” con 20 intrépidas empresas y directivos que quieren mejorar su capacidad de desarrollar a otros. Hoy reflexiono sobre la conciliación…

La palabra conciliación está de moda, pero hace unos años más que ahora. Ahora si tienes trabajo tienes que considerarte muy afortunado/a, y no te quejes si no llegas a tiempo a casa, siempre hay alguien que recoge a los ñiños. Creo que tenemos que volver a hablar de conciliación laboral y familiar o acabaremos perdiendo muchos, demasiados valores.

Aunque quizás el problema sea que tenemos una forma de trabajar antivida, es decir poco sana y saludable. La prueba la tenemos en el alto número de enfermedades cardiovasculares derivadas del trabajo, depresiones y otras tantas. El trabajo puede ser algo muy disfuncional, y los datos nos muestran que lo está siendo, la insatisfacción laboral es un tema que debería ocupar nuestros consejos de dirección, que debería preocupar a gobiernos, accionistas y demás stakeholders.

¿Hablamos de conciliación laboral o de cambiar la forma de trabajar?
La cultura del trabajo ha entrado en nuestras vidas, le hemos permitido entrar y la consecuencia es que muchas personas acaban trabajando desde casa cuando los niños se han acostado, o los sábados aprovechan para contestar la pila de emails que no han conseguido quitarse de encima en toda la semana.

It´s all about business, parece que las malas costumbres de algunas culturas occidentales han calado en el resto de países.

Hacer al trabajo y la vida coexistir debería ser un objetivo del milenio (cuando se ponen objetivos para el milenio puedes adivinar que es porque nadie se ve capaz de cumplirlos). Ante todo una persona debería disfrutar de su vida, y además de su trabajo, y debería ser capaz de hacerlos coexistir, de forma sana, saludable. No se trata sólo de poner límites para acabar antes de trabajar. Se trata también de que el trabajo sea algo natural, deseado, que nos invite a ser nosotros mismos en lugar de alienarnos.

Todos sufrimos un poco de neurosis por el trabajo, unos más que otros. Me remito a la definición que escuché decir hace unos años a Jorge Bucay: “El psicótico se cree Napoleón, el neurótico sin embargo sabe que no lo es, pero le gustaría serlo”. Todos somos un poco neuróticos, todos hemos picado en el anzuelo de esta cultura tan centrada en valores productivos y no tanto positivos, queremos SER diferentes, más guapos, más importantes, más ricos, más…, sin caer en la cuenta de que ya SOMOS y que la felicidad que hemos “comprado” no era de tan buena calidad.

Parece que el espíritu maquinal de la revolución industrial sigue vigente, pero ahora las máquinas somos nosotros. Las máquinas cuando no producen no sirven, cuando van a otro ritmo no sirven… ¿nos pasará igual a las personas? Nos está pasando. Mira que ocurre con la gente mayor y tantos otros. ¿Podemos cambiar esta realidad? Estoy convencido.

En fin, que los viernes a uno le gusta reflexionar y hoy me levantaba con esta inquietud en mente y con una pregunta ¿Aman las empresas a las personas?

Noticias relacionadas

Al conocer la oferta a un anciano señor de escasos recursos, que se ganaba su sobrevivencia recolectando botellas de comprarle su perro, éste lo negó, por mucho que las ofertas se superaron de 10 hasta 150 dólares, bajo la razón: "Ni lo vendo, ni lo cambio. El me ama y me es fiel. Su dinero, lo tiene cualquiera, y se pierde como el agua que corre. El cariño de este perrito es insustituible; su cariño y fidelidad es hermoso".

Evidentemente, las pensiones no pueden subir menos que el IPC anual, porque la subida es del cómputo medio del año anterior y en febrero de cada nuevo año el coste de la vida ya se ha incrementado más, y los jubilados tienen que esperar a que transcurra el año, para que se revaloricen sus ingresos.

Como regalo de cumpleaños a Ali Khamenei, líder supremo de la República Islámica de Irán, Israel envió varios misiles sobre dicho país. Los persas han dicho que su defensa aérea ha interceptado estos, los cuales no han podido afectar sus plantas nucleares de Isfaham. Posiblemente, el intercambio de cohetes pudiese quedar allí, pues los que antes Irán envió a Israel tampoco causaron bajas civiles ni serios daños materiales.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto