Para Berlusconi es un “kapo”, topo entre los prisioneros de la Gestapo; Jodfrey Bloom se permitió interrumpir una de sus intervenciones en el PE, para dirigirle estas palabras: “un pueblo, un Reich y un Führer” y Daniel Cohn- Bendit en los mismos lugar y circunstancias, le conminó a cerrar su bocaza. Nunca ha dudado en recurrir al espectáculo, incluso cuando éste tiene connotaciones de pederastia.
Es posible que muchos ciudadanos compartamos esos sentimientos, pero Martin Schulz se proclama nuestro paladín frente a la dictadura de los Estados y reclama la presidencia de la Comisión Europea para Buncker, como decidieron los parlamentarios al inicio de la nueva legislatura.
Para ser elegido presidente del PE se ha aliado con los rivales que le han arrebatado la presidencia de la Comisión. Hace ya mucho tiempo que se anunciaba esta unión de socialistas, populares y liberales ante el descalabro de los votos que obtienen los partidos del poder. Ya lo han hecho.
Eso es lo que hay y tenemos que jugar con esas cartas, puesto que la candidatura ha sido lo suficientemente apoyada como para dejar en migajas los votos de sus rivales. Es un presidente del Parlamento europeo que gozará del poder que le otorga su mayoría durante la primera mitad de la legislatura.
Es la única carta que queda del ambicioso proyecto que Schulz había iniciado en precedente ejercicio de la Presidencia del PE, cuando había conseguido estar presente, en representación de los ciudadanos, en las tomas de decisiones de la U.E También había trabajado muy activamente para lograr el protagonismo de la institución en la designación del presidente de la Comisión. Con la victoria del candidato conservador y con el pacto con sus rivales todo queda reducido a un mandato con fecha de caducidad.
Necesita, desesperadamente, nuevas alianzas para sobrevivir; en caso contrario se quedará “en la calle” con simple aplicación del “contrato”. El “paladinato” no es mala coraza y me parece la única potencial jugada. Se juega mucho en el nuevo parlamento Europeo y los “paladines” de los derechos ciudadanos son bien venidos siempre que avancemos. No sé muy bien si estoy representado, pero rogaría a los que di mi voto que centraran sus esfuerzos en esta batalla para optimizar los avances en un control ciudadano en la toma de decisiones que afectan nuestra cotidianidad. Yo no temo a Martin Schulz.