En mi primer artículo de opinión para el diario siglo XXI me gustaría hablar del negocio de la alimentación o de forma más especifico del oligopolio de la distribución en España. Es una industria que reporte enormes beneficios a los propietarios, accionistas, inversores, intermediarios y en último lugar a los consumidores.
A lo largo de los últimos años se han producido enormes cambios en el sector de la distribución en España y esto no es debido a una causa sino a la interdependencia de varias: diferenciación de producto, concentración empresarial, nuevos formatos comerciales y hábitos sociales. Desde el 2008 se incrementó el consumo de las marcas de distribuidor en detrimento de las marcas de fabricante, cambio provocado en parte por una merma de la capacidad adquisitiva por parte de los consumidores. Asimismo a pesar de que la crisis conllevó la desaparición de múltiples empresas a otras les confirió una ventaja competitiva, traduciéndose en mayores beneficios y un aumento de la cuota de mercado. También es importante destacar el auge de dos empresas del sector discount; Dia se considera una empresa de descuento blando y la alemana Lidl es identificada como una entidad de distribución con descuento duro. Finalmente el último cambio se produce por cambios sociales, mientras que en el siglo pasado los hogares eran numerosos en la actualidad la media no supera los cuatro miembros. Esta situación se traduce en un cambio en la cesta de la compra a favor de los supermercados en detrimento de los hipermercados. Actualmente se calcula que el 90% de las compras se realizan en los primeros.
Puede que en las ciudades coexistan multitud de supermercados e hipermercados pero son sólo tres los que se llevan la gran parte del pastel. En la primera posición se encuentra Mercadona con una cuota de mercado del 21%, en segundo lugar se sitúa Dia con una cuota de mercado del 7,6% y la tercera posición la completa el gigante
francés de la distribución Carrefour, con una cuota de mercado del 7,6%. Los datos se refieren al año 2012 y fueron proporcionados por Kantar Worldpanel. Sin embargo, que tres empresas de distribución sumen casi el 40% de las ventas del sector puede suponer una caída en el excedente del consumidor a medio y largo plazo debido a la inexistencia de competencia o al aumento de precios. Por lo tanto, recuerde la próxima vez que sí siempre le compra el pan al mismo panadero después ya no podrá cambiar de pan.
En último lugar, Mercadona, Dia y Carrefour tuvieron unos beneficios netos en el pasado ejercicio (2013) de 515, 209 y 1.209 millones de euros, respectivamente. Las tres juntas suman miles de puestos de trabajo en España y pagan numerosos impuestos. Sin caer en el populismo creo que se les tendría que exigir un mayor compromiso social con la sociedad, no hablo de que donen millones de euros sino de impulsar una mayor recogida de alimentos para los más necesitados y a medio plazo los distribuidores participes obtendrían beneficios por su acción social así como una mayor reputación de su marca.