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Letizia has tensado la arruga, has hecho un buen trabajo

El botox de la Reina

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Es evidente que nuestra nueva Reina le ha cogido gustito a eso del botox, hay mucha hemeroteca gráfica que demuestra su espectacular metamorfosis. Tanto que decía Rigalt en una columna que con este nuevo hobby de la que todavía era princesa cuando el dardo, se estaba destrozando. Algo así como que se había empeñado en ser fea… Bueno, aquí esto no es el tema.

El botox es una forma eficaz de arreglar estragos, de tapar suicidios o cuñados pesados que te arruinan la fiesta, por decir algo. Es un buen típex para tapar tachones, también. La Reina lo sabe y por eso, ahora además de aplicárselo, parece que también ha decidido ponerlo ella.

Los Reyes reciben por primera vez a asociaciones de gais, lesbianas, bis y trans. Está bien, un botox bien pinchado sobre la arruga, o socavón mejor, que otros cavaron.

“Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no. Pero que no lo llamen matrimonio”. Un pinchacito por aquí. “Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, ¿pero que se sientan orgullosos por ser gais?” Otro por allá. “¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones?” A ver, frunce el entrecejo, así, muy bien, esto ya está. “Si todos los que no somos gais saliéramos en manifestación…”. Uf, esto ya con ácido. “…Colapsaríamos el tráfico”. Nada, cirugía.

Letizia has tensado la arruga, has hecho un buen trabajo. De hecho, Boti García de la Federación estatal de Lesbianas, Gais y toda la prole (es interminable) y José María Núñez Blanco de la Fundación Triángulo (estos sí que saben poner un nombre), han salido encantados con el arreglito.

Pero espero que comprendas que el botox se absorbe y con el tiempo va descubriendo el plego. Los frunces, como los cadáveres en un río, tienden a encaramarse hasta la superficie. Espero de verdad que entiendas que esto hay que mantenerlo, que es una carrera de fondo. Y que tras el primer paso, ahora comiences con la medicina interna.

La homosexualidad es ilegal en cerca de 80 países y en 20 DE EUROPA exigen la esterilización de las personas transgénero. Entre 2008 y 2014 se cometieron un total de 1.509 homicidios de estas personas en 61 países y en otros tantos siguen sin incluir en su legislación este tipo de discriminación para prevenir los crímenes de odio. Y en España (donde según tu suegra no es necesario celebrar el Orgullo), siete de cada diez ocultan su orientación o identidad durante su etapa escolar, por no hablar de las escalofriantes tasas de suicidios o acoso, estrago que no se arregla con ningún pinchazo.

Gracias Letizia, nos has demostrado a la perfección para qué sirve el botox. Pero ahora viene la parte más difícil: demostrarnos para qué sirve una reina.

El botox de la Reina

Letizia has tensado la arruga, has hecho un buen trabajo
Toni Tovar
martes, 1 de julio de 2014, 07:16 h (CET)
Es evidente que nuestra nueva Reina le ha cogido gustito a eso del botox, hay mucha hemeroteca gráfica que demuestra su espectacular metamorfosis. Tanto que decía Rigalt en una columna que con este nuevo hobby de la que todavía era princesa cuando el dardo, se estaba destrozando. Algo así como que se había empeñado en ser fea… Bueno, aquí esto no es el tema.

El botox es una forma eficaz de arreglar estragos, de tapar suicidios o cuñados pesados que te arruinan la fiesta, por decir algo. Es un buen típex para tapar tachones, también. La Reina lo sabe y por eso, ahora además de aplicárselo, parece que también ha decidido ponerlo ella.

Los Reyes reciben por primera vez a asociaciones de gais, lesbianas, bis y trans. Está bien, un botox bien pinchado sobre la arruga, o socavón mejor, que otros cavaron.

“Si estas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no. Pero que no lo llamen matrimonio”. Un pinchacito por aquí. “Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, ¿pero que se sientan orgullosos por ser gais?” Otro por allá. “¿Que se suban a una carroza y salgan en manifestaciones?” A ver, frunce el entrecejo, así, muy bien, esto ya está. “Si todos los que no somos gais saliéramos en manifestación…”. Uf, esto ya con ácido. “…Colapsaríamos el tráfico”. Nada, cirugía.

Letizia has tensado la arruga, has hecho un buen trabajo. De hecho, Boti García de la Federación estatal de Lesbianas, Gais y toda la prole (es interminable) y José María Núñez Blanco de la Fundación Triángulo (estos sí que saben poner un nombre), han salido encantados con el arreglito.

Pero espero que comprendas que el botox se absorbe y con el tiempo va descubriendo el plego. Los frunces, como los cadáveres en un río, tienden a encaramarse hasta la superficie. Espero de verdad que entiendas que esto hay que mantenerlo, que es una carrera de fondo. Y que tras el primer paso, ahora comiences con la medicina interna.

La homosexualidad es ilegal en cerca de 80 países y en 20 DE EUROPA exigen la esterilización de las personas transgénero. Entre 2008 y 2014 se cometieron un total de 1.509 homicidios de estas personas en 61 países y en otros tantos siguen sin incluir en su legislación este tipo de discriminación para prevenir los crímenes de odio. Y en España (donde según tu suegra no es necesario celebrar el Orgullo), siete de cada diez ocultan su orientación o identidad durante su etapa escolar, por no hablar de las escalofriantes tasas de suicidios o acoso, estrago que no se arregla con ningún pinchazo.

Gracias Letizia, nos has demostrado a la perfección para qué sirve el botox. Pero ahora viene la parte más difícil: demostrarnos para qué sirve una reina.

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