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Capitana de un equipo que enamoró a toda España este
verano y una de las mejores pivotes del planeta. Con más de 350 goles en
la Selección a sus espaldas, ha conseguido con treinta y dos años el
sueño de todo deportista: una medalla en los Juegos Olímpicos.
Además del éxito en Londres, repasamos un año intenso con
europeo y doble traspaso incluido. Tras decir adiós al Itxako Navarra en
junio, la aventura serbia apenas se ha mantenido cuatro meses. El
Vardar Skopje ya espera a la viguesa en un nuevo capítulo de una
trayectoria deportiva espectacular.
Sí, la verdad es que ha sido un año un poco loco pero muy
gratificante. Tengo un recuerdo muy bonito, creo que ha sido un año
histórico en mi carrera y estoy muy contenta.
Y antes de las fiestas, fichaje por el Vardar macedonio. ¿Cómo afronta esta nueva etapa?
Con muchísima ilusión de seguir disfrutando del deporte, de
seguir estando bien. Será una experiencia nueva, al final de todo se
aprende y todo te curte un poco como persona.
¿Por qué ese adiós repentino con el RK Zajecar?
En Serbia estaba muy a gusto, la gente era muy maja y se han
portado muy bien conmigo, pero de cara al 2013 no había mucha
estabilidad económica al no habernos clasificado para la Champions.
Algunos patrocinadores se echaron para atrás, no estaba la cosa clara y
hablé con el club para decirles que me habían surgido un par de ofertas
interesantes. Esperamos un tiempo para ver si podía arreglarse el tema,
pero al final no fue posible encontrar una solución. Ya cuando fiché les
comenté que llegaba para disfrutar, quería estar tranquila y no quería
arriesgarme en una situación que por desgracia ya me tocó vivir el año
pasado. Ellos lo entendieron perfectamente y llegamos a un acuerdo.
"Si quieres mantenerte arriba y vivir de esto tienes que buscarte la vida por otro lado"
Si hablamos del mal momento económico, formando ustedes parte del
complicado mundo del balonmano femenino, no les pilla desprevenidas.
Siempre he dicho que la crisis está en todos los sitios, en
todos los países, y el balonmano es muy difícil que se escape de ella.
Tenemos que estar fuertes, adaptarnos y ser lo suficientemente positivas
para saber que la situación es la que es y hay que luchar contra ella.
Cruzar la frontera ha sido la solución para muchas.
A pesar de la crisis global, ¿mejor fuera?
Cuando tuve que tomar la decisión de marcharme de España me
dolió mucho. A mí me gusta estar aquí, con mi gente, en mi país, pero si
quieres mantenerte arriba y vivir de esto tienes que intentar buscarte
la vida por otro lado. Hay que afrontarlo y asumirlo también como algo
positivo. Quizás de otra forma no hubiera tenido la experiencia de vivir
fuera. Supongo que todo tiene su parte buena.
"La clave ha sido saber que no somos un súper equipazo, que no somos súper estrellas y que para conseguir lo que conseguimos tenemos que currar mucho"
Tras
cuatro años espectaculares (plata en el europeo, bronce mundial y
bronce olímpico) su caché internacional está por las nubes. Quizá
nos repitamos, pero es una pregunta inevitable. ¿Cómo es posible
combinar tanto éxito con tan pocos medios?
Somos un grupo de gente que tenemos mucha ilusión, que hemos
disfrutado siempre muchísimo con todo lo que hemos hecho y hemos sabido
estar por encima de todas las dificultades. En ese aspecto la cabeza es
súper importante, saber estar positiva y luchar contra todas las
adversidades. Nuestro objetivo siempre era hacer un buen papel, por el
bien de nuestro deporte y el nuestro particular también. Estar ahí,
tener un poco de repercusión y de alguna forma echar un cable. En estos
cuatro años tuvimos la suerte de que coincidimos un grupo muy majo de
gente, tenemos muy buen rollo, nos entendemos a la perfección tanto
entre nosotros como con el cuerpo técnico. Al final en los momentos
malos siempre es importante sentirse arropado, estar todas unidas y no
estar todo el rato "¡oh! ¡qué pena!", no tenemos esto o no tenemos lo
otro. Esto es lo que hay y tenemos que hacer lo que podamos. Ese ha sido
siempre nuestro lema.
Guardo el recuerdo desde el principio hasta el final. Desde
el momento en que conseguimos clasificarnos para esos Juegos, que fue
como "¡tías, vamos a cumplir nuestro sueño!". Luego todos los días de
preparación, cuando llegamos a la villa y finalmente el momento de subir
al podio. Nos mirábamos todas y nos decíamos "¡hemos conseguido una
medalla en los Juegos! ¡Increíble!" La verdad es que cuando hablo de los
Juegos me emociono mucho, tengo unos recuerdos maravillosos que nunca
voy a olvidar.
Fueron el gran revulsivo para la delegación y
los aficionados, la fuerza, la garra que hacía falta tras un comienzo
gris. ¿Cómo se ha forjado ese espíritu guerrero en el equipo?
Somos
un grupo que sabemos cuales son nuestras carencias y nuestras virtudes.
Podemos hacerlo muy muy bien pero también muy muy mal. Creo que la
clave ha sido saber que no somos un súper equipazo, que no somos súper
estrellas y que para conseguir lo que conseguimos tenemos que currar
mucho. Tener los pies en el suelo e ir partido a partido. Por mucho que
al comenzar la competición te salga un partido maravilloso no significa
que vayas a ganar o, como nos ha pasado a nosotras, porque te salga
fatal el primero tampoco pierdes todas las opciones.
"Sabíamos que podía pasar [en el europeo]. No habíamos tenido mucho descanso este verano, y con los problemas económicos que está pasando la federación tampoco tuvimos demasiado tiempo para preparar la concentración"
Montenegro
nos devolvió la del Mundial, pero el bronce contra Corea es ya un éxito
antológico. Parte final del campeonato, dos prórrogas y aún así consiguieron despedazar físicamente a las coreanas. Lo suyo no tiene nombre.
[Risas] Viví el partido con unos nervios y una tensión
enormes. Empezamos muy centradas, sabiendo que teníamos que ir a por
todas, pero es cierto que no nos dábamos despegado de las coreanas.
Tuvimos varias opciones a lo largo del partido, pero se nos resistía.
Cuando llegamos a la primera prórroga nos mirábamos en plan "venga, ¡un
último esfuerzo, que ya está casi!" Y cuando veíamos que después de esa
prórroga tampoco podíamos era un "¡madre mía! ¡qué ya no quedan más!".
Al final se consiguió con mucha fuerza de voluntad. Por ese premio
mereció la pena todo el esfuerzo. Solo tienes en tu cabeza intentar
conseguir esa medalla como sea porque sabes que la oportunidad a lo
mejor no se vuelve a repetir. Teníamos que darlo todo, poner toda la
carne en el asador porque si no podíamos arrepentirnos toda la vida.
¿Cambia la vida una medalla olímpica?
No cambia la vida, pero a nivel deportivo es una
satisfacción muy grande. Tanto para mí como para mis compañeras era
nuestro sueño, terminar este ciclo olímpico clasificándonos para los
Juegos. Luego te ves con la medalla. ¡Es una satisfacción personal tan
grande! Hemos tenido la gran suerte de conseguir algo muy complicado,
que muy pocos deportistas tienen.
de lo esperado (rkzajecar.org.rs)
Sabíamos que podía pasar. No habíamos tenido mucho descanso
este verano, y con los problemas económicos que está pasando la
federación tampoco tuvimos demasiado tiempo para preparar la
concentración. Suena a excusa, pero la verdad es esa. Nosotras tampoco
hemos estado a un buen nivel. Nuestro punto fuerte es la defensa y hemos
fallado muchísimo, y cuando esto pasa se nota en los resultados.
Tenemos que asumir los errores, aprender de ellos y seguir para
adelante.
Ahora tienen más ojos encima. ¿Presiona o motiva?
Creo que somos un grupo bastante maduro en ese aspecto y
tenemos que estar por encima de esas cosas. Sí que te motiva el haber
conseguido un poco de repercusión, que la gente te siga, que los medios
de comunicación nos sigáis, tener a la afición detrás en las redes
sociales, todo eso es muy bonito. Más que presión te anima a seguir en
agradecimiento a toda esa gente.
¿Tenemos guerreras hasta Río?
Si te digo la verdad no lo sé. Me estoy planteando mucho mi
continuidad en la Selección, pero todavía no lo tengo claro del todo.
Ahora quiero descansar un poquito, estar tranquila en Macedonia,
pensarme las cosas con tranquilidad y ya se verá qué pasa.
Después de un 2012 frenético, toca pensar en el siguiente. Qué le pide al 2013.
Siempre le pido lo mismo. Lo principal es salud, por encima
de todas las cosas, y después que la vida me permita seguir disfrutando
con mi deporte de la forma en que lo estoy haciendo.
Begoña Fernández: "Hemos tenido la gran suerte de conseguir algo muy complicado, que muy pocos deportistas tienen" | |||||||
"Me estoy planteando mucho mi continuidad en la Selección, pero todavía no lo tengo claro del todo" | |||||||
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Capitana de un equipo que enamoró a toda España este verano y una de las mejores pivotes del planeta. Con más de 350 goles en la Selección a sus espaldas, ha conseguido con treinta y dos años el sueño de todo deportista: una medalla en los Juegos Olímpicos. Además del éxito en Londres, repasamos un año intenso con europeo y doble traspaso incluido. Tras decir adiós al Itxako Navarra en junio, la aventura serbia apenas se ha mantenido cuatro meses. El Vardar Skopje ya espera a la viguesa en un nuevo capítulo de una trayectoria deportiva espectacular. Sí, la verdad es que ha sido un año un poco loco pero muy gratificante. Tengo un recuerdo muy bonito, creo que ha sido un año histórico en mi carrera y estoy muy contenta. Y antes de las fiestas, fichaje por el Vardar macedonio. ¿Cómo afronta esta nueva etapa? Con muchísima ilusión de seguir disfrutando del deporte, de seguir estando bien. Será una experiencia nueva, al final de todo se aprende y todo te curte un poco como persona. ¿Por qué ese adiós repentino con el RK Zajecar? En Serbia estaba muy a gusto, la gente era muy maja y se han portado muy bien conmigo, pero de cara al 2013 no había mucha estabilidad económica al no habernos clasificado para la Champions. Algunos patrocinadores se echaron para atrás, no estaba la cosa clara y hablé con el club para decirles que me habían surgido un par de ofertas interesantes. Esperamos un tiempo para ver si podía arreglarse el tema, pero al final no fue posible encontrar una solución. Ya cuando fiché les comenté que llegaba para disfrutar, quería estar tranquila y no quería arriesgarme en una situación que por desgracia ya me tocó vivir el año pasado. Ellos lo entendieron perfectamente y llegamos a un acuerdo. "Si quieres mantenerte arriba y vivir de esto tienes que buscarte la vida por otro lado" Si hablamos del mal momento económico, formando ustedes parte del complicado mundo del balonmano femenino, no les pilla desprevenidas. Siempre he dicho que la crisis está en todos los sitios, en todos los países, y el balonmano es muy difícil que se escape de ella. Tenemos que estar fuertes, adaptarnos y ser lo suficientemente positivas para saber que la situación es la que es y hay que luchar contra ella. Cruzar la frontera ha sido la solución para muchas. A pesar de la crisis global, ¿mejor fuera? Cuando tuve que tomar la decisión de marcharme de España me dolió mucho. A mí me gusta estar aquí, con mi gente, en mi país, pero si quieres mantenerte arriba y vivir de esto tienes que intentar buscarte la vida por otro lado. Hay que afrontarlo y asumirlo también como algo positivo. Quizás de otra forma no hubiera tenido la experiencia de vivir fuera. Supongo que todo tiene su parte buena. "La clave ha sido saber que no somos un súper equipazo, que no somos súper estrellas y que para conseguir lo que conseguimos tenemos que currar mucho" Tras cuatro años espectaculares (plata en el europeo, bronce mundial y bronce olímpico) su caché internacional está por las nubes. Quizá nos repitamos, pero es una pregunta inevitable. ¿Cómo es posible combinar tanto éxito con tan pocos medios? Somos un grupo de gente que tenemos mucha ilusión, que hemos disfrutado siempre muchísimo con todo lo que hemos hecho y hemos sabido estar por encima de todas las dificultades. En ese aspecto la cabeza es súper importante, saber estar positiva y luchar contra todas las adversidades. Nuestro objetivo siempre era hacer un buen papel, por el bien de nuestro deporte y el nuestro particular también. Estar ahí, tener un poco de repercusión y de alguna forma echar un cable. En estos cuatro años tuvimos la suerte de que coincidimos un grupo muy majo de gente, tenemos muy buen rollo, nos entendemos a la perfección tanto entre nosotros como con el cuerpo técnico. Al final en los momentos malos siempre es importante sentirse arropado, estar todas unidas y no estar todo el rato "¡oh! ¡qué pena!", no tenemos esto o no tenemos lo otro. Esto es lo que hay y tenemos que hacer lo que podamos. Ese ha sido siempre nuestro lema. Guardo el recuerdo desde el principio hasta el final. Desde el momento en que conseguimos clasificarnos para esos Juegos, que fue como "¡tías, vamos a cumplir nuestro sueño!". Luego todos los días de preparación, cuando llegamos a la villa y finalmente el momento de subir al podio. Nos mirábamos todas y nos decíamos "¡hemos conseguido una medalla en los Juegos! ¡Increíble!" La verdad es que cuando hablo de los Juegos me emociono mucho, tengo unos recuerdos maravillosos que nunca voy a olvidar. Fueron el gran revulsivo para la delegación y los aficionados, la fuerza, la garra que hacía falta tras un comienzo gris. ¿Cómo se ha forjado ese espíritu guerrero en el equipo? Somos un grupo que sabemos cuales son nuestras carencias y nuestras virtudes. Podemos hacerlo muy muy bien pero también muy muy mal. Creo que la clave ha sido saber que no somos un súper equipazo, que no somos súper estrellas y que para conseguir lo que conseguimos tenemos que currar mucho. Tener los pies en el suelo e ir partido a partido. Por mucho que al comenzar la competición te salga un partido maravilloso no significa que vayas a ganar o, como nos ha pasado a nosotras, porque te salga fatal el primero tampoco pierdes todas las opciones. "Sabíamos que podía pasar [en el europeo]. No habíamos tenido mucho descanso este verano, y con los problemas económicos que está pasando la federación tampoco tuvimos demasiado tiempo para preparar la concentración" Montenegro nos devolvió la del Mundial, pero el bronce contra Corea es ya un éxito antológico. Parte final del campeonato, dos prórrogas y aún así consiguieron despedazar físicamente a las coreanas. Lo suyo no tiene nombre. [Risas] Viví el partido con unos nervios y una tensión enormes. Empezamos muy centradas, sabiendo que teníamos que ir a por todas, pero es cierto que no nos dábamos despegado de las coreanas. Tuvimos varias opciones a lo largo del partido, pero se nos resistía. Cuando llegamos a la primera prórroga nos mirábamos en plan "venga, ¡un último esfuerzo, que ya está casi!" Y cuando veíamos que después de esa prórroga tampoco podíamos era un "¡madre mía! ¡qué ya no quedan más!". Al final se consiguió con mucha fuerza de voluntad. Por ese premio mereció la pena todo el esfuerzo. Solo tienes en tu cabeza intentar conseguir esa medalla como sea porque sabes que la oportunidad a lo mejor no se vuelve a repetir. Teníamos que darlo todo, poner toda la carne en el asador porque si no podíamos arrepentirnos toda la vida. ¿Cambia la vida una medalla olímpica? No cambia la vida, pero a nivel deportivo es una satisfacción muy grande. Tanto para mí como para mis compañeras era nuestro sueño, terminar este ciclo olímpico clasificándonos para los Juegos. Luego te ves con la medalla. ¡Es una satisfacción personal tan grande! Hemos tenido la gran suerte de conseguir algo muy complicado, que muy pocos deportistas tienen.
Sabíamos que podía pasar. No habíamos tenido mucho descanso este verano, y con los problemas económicos que está pasando la federación tampoco tuvimos demasiado tiempo para preparar la concentración. Suena a excusa, pero la verdad es esa. Nosotras tampoco hemos estado a un buen nivel. Nuestro punto fuerte es la defensa y hemos fallado muchísimo, y cuando esto pasa se nota en los resultados. Tenemos que asumir los errores, aprender de ellos y seguir para adelante. Ahora tienen más ojos encima. ¿Presiona o motiva? Creo que somos un grupo bastante maduro en ese aspecto y tenemos que estar por encima de esas cosas. Sí que te motiva el haber conseguido un poco de repercusión, que la gente te siga, que los medios de comunicación nos sigáis, tener a la afición detrás en las redes sociales, todo eso es muy bonito. Más que presión te anima a seguir en agradecimiento a toda esa gente. ¿Tenemos guerreras hasta Río? Si te digo la verdad no lo sé. Me estoy planteando mucho mi continuidad en la Selección, pero todavía no lo tengo claro del todo. Ahora quiero descansar un poquito, estar tranquila en Macedonia, pensarme las cosas con tranquilidad y ya se verá qué pasa. Después de un 2012 frenético, toca pensar en el siguiente. Qué le pide al 2013. Siempre le pido lo mismo. Lo principal es salud, por encima de todas las cosas, y después que la vida me permita seguir disfrutando con mi deporte de la forma en que lo estoy haciendo. |
Los días 26, 27 y 28 de abril, el Pabellón La Canaleta de Mislata será sede de uno de los sectores del Campeonato de España de balonmano en la categoría juvenil masculino. De esta manera, Valencia recibirá a lo mejor del balonmano español para definir a uno de los finalistas de la competición.
Partían como favoritas y no dejaron un cabo sin atar cumplieron a la perfección con el guión establecido y demostraron que, aunque bañadas en la gloria por un gran palmarés, quieren seguir ganando y llenando sus vitrinas. Las integrantes de la selección española sénior se llevaron el título Mundial.
La selección española femenina de baloncesto en silla de ruedas logró la clasificación para los Juegos Paralímpicos de París 2024 al derrotar a Tailandia (76-35) en el partido decisivo del Torneo Femenino de Repesca, disputado en Osaka (Japón) entre el 17 y el 20 de abril. La competición, que puso en juego cuatro billetes a París, comenzó con una liguilla de dos grupos a una vuelta.
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