La Primera División del fútbol español está pasando por un momento igualadísimo. Puede que el fútbol español no esté viviendo una de sus temporadas más espectaculares, pero al menos hay un grupo de equipos que según van pasando las jornadas van presentando sus credenciales como favoritos a disputarse el título al final del campeonato.

Precisamente, el Real Madrid no ha sabido aprovechar dicha igualdad y cayó derrotado (1-2, frente al Celta) por primera vez en el Bernabéu con Fabio Capello como entrenador, cuando tenía a su disposición empatar a puntos con el Barcelona y situarse a uno solo del líder, el Sevilla.

El encuentro dejó algunos detalles curiosos. Por ejemplo, el tremendo enfado de Emerson tras anotar el gol del empate del Madrid, debido a los pitos que recibió por parte de la afición, que consideró al brasileño culpable del error que propició el primer tanto celtiña. Lo cierto es que en esa jugada, Emerson demostró una alarmante falta de velocidad y agilidad, y esto lo pagó caro su equipo.

Además, en los últimos minutos, Reyes cometió un error similar que fue determinante en el gol de la victoria del conjunto de Fernando Vázquez. En cambio, el Bernabéu no dictó sentencia contra el utrerano. Cuestión de simpatías. El sevillano tiene encandilada a la afición madridista desde su llegada a pesar del mal encuentro de ayer, pero Emerson tiene por delante un duro camino que recorrer para ganarse el aplauso del estricto público de Chamartín. Y ojito, que la próxima jornada toca visita a Pamplona, un campo tradicionalmente difícil para el Real Madrid.

Por el contrario, la ACB no es que viva un momento particularmente igualado, excepto en los dos puestos de cabeza, en los que destacan el Tau Cerámica, donde Igor Rakocevic está demostrando todo el arsenal de juego que posee dentro, y el Real Madrid, líder incombustible abanderado del juego de calidad y en equipo.

En ambos equipos están destacando dos jugadores que tienen el mismo influjo en sus compañeros, que comparten la misma posición -son bases- pero que muestran todo su potencial de maneras radicalmente opuestas. Tanto Zoran Planinic como Raül López están dirigiendo con mano maestra el ataque de ambos conjuntos.

Mientras que el bosnio, con sus dos metros de estatura, es un dechado de facultades y está dotado de un prodigioso dominio del balón, el base de Vic, con su 1,85 justito, es el revulsivo ideal para matar un encuentro gracias a la velocidad con la que ejecuta todos sus movimientos. El Madrid gana sus partidos desde la defensa, porque Raül está ahí para pedir el balón, coger el centro, visualizar el pase y ejecutarlo, a veces de manera espectacular, como en el encuentro de ayer frente al Polaris.

De momento, y en vistas a la próxima jornada de Liga, tenemos en el horizonte un interesantísimo derbi madrileño entre el Real Madrid, y el Estudiantes, mientras que habrá que esperar a la jornada 10 para degustar el duelo entre dos de los trenes de la Liga (Madrid-Barcelona, 26-11).