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Santi Benítez

La 'España' rancia no quiere extranjeros

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El título de este artículo podría llevar a engaño. No es que no quieran turistas, pero los quieren con perras para gastar. Eso de que sean extranjeros, pobres, “negros”, “moros” y hagan cruceros a nuestras costas en cayuco es algo que no cabe en el vocabulario de esta “España” rancia que prefiere a ETA en pie de guerra, los homosexuales en capilla, los nacionalistas – que no vayan con banderitas del buitre, el jugo y las flechas, claro- con la pata quebrada y hablando el catalán en la intimidad, el sexo sólo en la posición del misionero – con quien estén casados, claro, con el resto no- y los abortos para quien pueda pagarlos, en Londres.

La inmensa mayoría de los inmigrantes que se juegan la vida para cruzar nuestras fronteras, porque existe una gran cantidad que entra a través de nuestros puertos y aeropuertos, me refiero a los inmigrantes que se suben a un cayuco, llegan a las costas canarias. Estos inmigrantes huyen de la pobreza arriesgando la vida en el intento. Hasta cierto punto la falta de sensibilidad que demuestran estos neocón al respecto es asquerosamente entendible. El problema es otro. No todos los inmigrantes que llegan en cayuco son mayores de 18 años. Resulta que no sólo los adultos huyen de la pobreza, también los adolescentes, e incluso los niños, no se piensan demasiado si subirse en un cayuco para conseguir llegar al primer mundo... y claro, les toca enfrentarse a la “España” rancia.

Casi a todos los inmigrantes que llegan mediante el método del crucero en barquichuela son repatriados – por mucho que digan los representantes políticos de esa “España” rancia-, pero con los menores la cosa cambia. No es tan fácil repatriarlos, es más, soy de los que pienso que ni siquiera se debería pensar en hacerlo, por una simple razón, un niño tiene que estar pasándolas muy canutas para plantearse que dejar a sus padres, sus hermanos, sus amigos y lanzarse mar adentro acompañado de unos desconocidos sin saber nadar, es buena idea. Y quien diga lo contrario es que no merece pertenecer al género humano.

Pues ahora resulta que esos representantes políticos de la “España” rancia, como resulta que el gobierno “rojo” y “comunistoide”, se ha puesto a trabajar sobre como solucionar el problema de esos menores, resulta que no los quieren en sus comunidades autónomas. Tanto es así que la Comunidad Valenciana ha ofrecido sólo 15 plazas para menores... para finales de Noviembre, y Murcia no sabe para cuando ni en que cantidad. Finalmente la mayoría de estos menores irán a las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Extremadura, Castilla – La Mancha, Cataluña, Aragón y, claro, Canarias.

Ustedes verán. Quizás sea cierto que uno de los mayores problemas para el españolito de a pie sea la inmigración, pero de ahí a que se le niegue a un niño el derecho a vivir con cierta dignidad existe la distancia de la más absoluta obscenidad, y que eso lo haga una institución pública es peor que la obscenidad, ralla la más asquerosa de las realidades.

Ya está bien.

Suena de fondo “Si algún día me pierdo”, de Manu Chao.

Buenas noches, y buena suerte.

La 'España' rancia no quiere extranjeros

Santi Benítez
Santi Benítez
jueves, 2 de noviembre de 2006, 06:43 h (CET)


El título de este artículo podría llevar a engaño. No es que no quieran turistas, pero los quieren con perras para gastar. Eso de que sean extranjeros, pobres, “negros”, “moros” y hagan cruceros a nuestras costas en cayuco es algo que no cabe en el vocabulario de esta “España” rancia que prefiere a ETA en pie de guerra, los homosexuales en capilla, los nacionalistas – que no vayan con banderitas del buitre, el jugo y las flechas, claro- con la pata quebrada y hablando el catalán en la intimidad, el sexo sólo en la posición del misionero – con quien estén casados, claro, con el resto no- y los abortos para quien pueda pagarlos, en Londres.

La inmensa mayoría de los inmigrantes que se juegan la vida para cruzar nuestras fronteras, porque existe una gran cantidad que entra a través de nuestros puertos y aeropuertos, me refiero a los inmigrantes que se suben a un cayuco, llegan a las costas canarias. Estos inmigrantes huyen de la pobreza arriesgando la vida en el intento. Hasta cierto punto la falta de sensibilidad que demuestran estos neocón al respecto es asquerosamente entendible. El problema es otro. No todos los inmigrantes que llegan en cayuco son mayores de 18 años. Resulta que no sólo los adultos huyen de la pobreza, también los adolescentes, e incluso los niños, no se piensan demasiado si subirse en un cayuco para conseguir llegar al primer mundo... y claro, les toca enfrentarse a la “España” rancia.

Casi a todos los inmigrantes que llegan mediante el método del crucero en barquichuela son repatriados – por mucho que digan los representantes políticos de esa “España” rancia-, pero con los menores la cosa cambia. No es tan fácil repatriarlos, es más, soy de los que pienso que ni siquiera se debería pensar en hacerlo, por una simple razón, un niño tiene que estar pasándolas muy canutas para plantearse que dejar a sus padres, sus hermanos, sus amigos y lanzarse mar adentro acompañado de unos desconocidos sin saber nadar, es buena idea. Y quien diga lo contrario es que no merece pertenecer al género humano.

Pues ahora resulta que esos representantes políticos de la “España” rancia, como resulta que el gobierno “rojo” y “comunistoide”, se ha puesto a trabajar sobre como solucionar el problema de esos menores, resulta que no los quieren en sus comunidades autónomas. Tanto es así que la Comunidad Valenciana ha ofrecido sólo 15 plazas para menores... para finales de Noviembre, y Murcia no sabe para cuando ni en que cantidad. Finalmente la mayoría de estos menores irán a las Comunidades Autónomas de Galicia, Asturias, Extremadura, Castilla – La Mancha, Cataluña, Aragón y, claro, Canarias.

Ustedes verán. Quizás sea cierto que uno de los mayores problemas para el españolito de a pie sea la inmigración, pero de ahí a que se le niegue a un niño el derecho a vivir con cierta dignidad existe la distancia de la más absoluta obscenidad, y que eso lo haga una institución pública es peor que la obscenidad, ralla la más asquerosa de las realidades.

Ya está bien.

Suena de fondo “Si algún día me pierdo”, de Manu Chao.

Buenas noches, y buena suerte.

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