Javier Acosta

Con el verano y el calor lo primero que nos apetece es meternos al agua en la piscina, en la playa o en ríos y lagos. En ocasiones nos apremiamos para nadar o zambullirnos y no conocemos los riesgos que existen más allá del famoso corte de digestión.

1.- El ahogamiento. La gran mayoría de los casos de ahogamiento se producen en el entorno familiar, como piscinas privadas. Alrededor de 5000 personas fallecieron el año pasado en la Unión Europea a causa del ahogamiento en piscinas y en el mar, a veces por irregularidades. Los casi ahogamientos son peligrosos, porque pueden acarrear problemas cerebrales permanentes. Con cinco minutos de ahogamiento es suficiente para atraer los problemas.

2.- La conducta. Ser cautos en nuestras decisiones puede hacernos salvar de una enfermedad grave o de la propia muerte. Con ser cautos nos referimos a que tenemos que estar atentos de las señales. Por ejemplo, aunque nos apetezca tirarnos desde una roca al mar, tenemos que ver si hay señales prohibitivas, y por supuesto, acatarlas. En 2013 diez personas ingresaron en el Hospital de Parapléjicos de Toledo a causa de haber cometido negligencias. El perfil de los afectados es de un joven menor de 30 años de edad. Evita tirarte de cabeza.

3.- No te metas al agua de noche o después de haber ingerido altas dosis de alcohol. Por la noche nadie verá qué es lo que estás haciendo, y el alcohol disminuye tu reacción ante el peligro.

4.- Busca un lugar seguro para bañarte. Intenta que donde te bañes haya socorristas y no sobrepases la línea de las boyas. No corras por los bordes de las piscinas, puedes caerte y hacerte mucho daño.

5.- Cuidado con los objetos hinchables en el mar. Pueden arrastrarnos mar adentro con las corrientes. Hay que utilizarlos con mucha precaución, comprobando que no estén pinchadas y no saliendo de la zona más cercana a la orilla de la playa.

6.- Los cortes de digestión. Tened cuidado con meteros al agua nada más comer. La digestión es un proceso de transformación de los alimentos que necesita estabilidad de temperatura.. Por esta razón no es conveniente meterse al agua nada más después de comer. Espera por lo menos dos horas. Aún así si cuando te metes al agua tienes escalofríos y mareos, avisa al socorrista o alguna persona cercana. Intenta comer alimentos con proteínas, te proporcionarán más energía. Intenta comer alimentos con proteínas, te proporcionarán más energía

Esperamos que acatéis estos consejos y pasemos un verano sin incidentes, que el agua está para disfrutar de ella, no para darnos problemas de salud.