Martín Parra |
miércoles, 14 de mayo de 2014, 09:53
Gonzalo M. Parra es un joven autor, licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid, que ha decidido dedicar su tercer libro publicado a la poesía, un estilo literario difícil, lo que muestra su valentía, pero que, a pesar de su juventud, demuestra dominar hasta el punto de llamar la atención por su personalidad y estilo.
Como comenta Manuel Lacarta, prologuista de la obra, : “ … Gonzalo no consiente con la estupidez tan común de irse acomodando en cualquier sitio, metiendo codo al prójimo en las costillas hasta hacerse un hueco junto a las brasas de esa fogata que aún calienta… Sin duda, conoce que libertad y participación son palabras hueras, sin futuro en tiempos de directrices que emanan de señorones con trajes de seis mil euros… Cuanto hay de Bukowski, de Mary Ann Swissler y de Salinger en Gonzalo es quecomparte con ellos la costumbre por las fiestas solitarias y por las malas digestiones, el sórdido despertar cuando no toca estar despiertos.
El tono confesional resulta el mismo tono confesional ácido y sincero. A la postre, vivimos en una sociedad que nos devora; bueno es, de entrada, conocer que siempre somos víctimas. Los poemas que ahora publica, CORRUPTIA. Aforismos desde la Trinchera, forman libro por acumulación de textos; no son el texto único que articula un libro. Desde luego, no son aforismos, aunque son concisos. Diagnostican una “enfermedad”, son fruto de una experiencia, es obvio; pero no sentencian acerca de cosa alguna ni son doctrina. Nada más lejos de Gonzalo Martín Parra que ser un doctrinario, un jodido moralista. No se equivoca su autor al decir que esos textos literarios suyos vienen “desde la trinchera”, nacen desde lo más apartado y combativo de Gonzalo Martín Parra… “Exilio”, “Sueño”, “No se ve la tele”, “Estenosis pieloureteral” o “Recuerdo de familia”… nos sumergen en una cotidianidad cuyo mérito y demérito consisten en que Gonzalo Martín Parra se expresa desde la más extrema, en ocasiones hiriente, vulgaridad. Partir de tan abajo conlleva los mismos riesgos que partir de tan arriba.
Esa estética del feísmo resulta efectiva, revulsiva, cegadora sin duda a la hora de mostrarnos al individuo inmerso en una sociedad siempre a la contra. ¿Cabe ser tildada de antiliteraria? Rotundamente no…” Queimada Ediciones inicia con este libro su colección Algo + que Palabras con el objetivo de dar voz a poetas jóvenes cuya fuerza expresiva no está exenta de técnica literaria, compromiso social y resistencia a aceptar un status quo que consolida la posición del individuo como la de un mero peónde un juego terrible, alienante y desesperanzado.
Gonzalo M. Parra es un joven autor, licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid, que ha decidido dedicar su tercer libro publicado a la poesía, un estilo literario difícil, lo que muestra su valentía, pero que, a pesar de su juventud, demuestra dominar hasta el punto de llamar la atención por su personalidad y estilo.
Como comenta Manuel Lacarta, prologuista de la obra, : “ … Gonzalo no consiente con la estupidez tan común de irse acomodando en cualquier sitio, metiendo codo al prójimo en las costillas hasta hacerse un hueco junto a las brasas de esa fogata que aún calienta… Sin duda, conoce que libertad y participación son palabras hueras, sin futuro en tiempos de directrices que emanan de señorones con trajes de seis mil euros… Cuanto hay de Bukowski, de Mary Ann Swissler y de Salinger en Gonzalo es quecomparte con ellos la costumbre por las fiestas solitarias y por las malas digestiones, el sórdido despertar cuando no toca estar despiertos.
El tono confesional resulta el mismo tono confesional ácido y sincero. A la postre, vivimos en una sociedad que nos devora; bueno es, de entrada, conocer que siempre somos víctimas. Los poemas que ahora publica, CORRUPTIA. Aforismos desde la Trinchera, forman libro por acumulación de textos; no son el texto único que articula un libro. Desde luego, no son aforismos, aunque son concisos. Diagnostican una “enfermedad”, son fruto de una experiencia, es obvio; pero no sentencian acerca de cosa alguna ni son doctrina. Nada más lejos de Gonzalo Martín Parra que ser un doctrinario, un jodido moralista. No se equivoca su autor al decir que esos textos literarios suyos vienen “desde la trinchera”, nacen desde lo más apartado y combativo de Gonzalo Martín Parra… “Exilio”, “Sueño”, “No se ve la tele”, “Estenosis pieloureteral” o “Recuerdo de familia”… nos sumergen en una cotidianidad cuyo mérito y demérito consisten en que Gonzalo Martín Parra se expresa desde la más extrema, en ocasiones hiriente, vulgaridad. Partir de tan abajo conlleva los mismos riesgos que partir de tan arriba.
Esa estética del feísmo resulta efectiva, revulsiva, cegadora sin duda a la hora de mostrarnos al individuo inmerso en una sociedad siempre a la contra. ¿Cabe ser tildada de antiliteraria? Rotundamente no…” Queimada Ediciones inicia con este libro su colección Algo + que Palabras con el objetivo de dar voz a poetas jóvenes cuya fuerza expresiva no está exenta de técnica literaria, compromiso social y resistencia a aceptar un status quo que consolida la posición del individuo como la de un mero peónde un juego terrible, alienante y desesperanzado.
Soneto dedicado a la Hermandad del Cristo de los Estudiantes de Córdoba que ha logrado esta imagen, tan cabal como conmovedora, que nos acerca, más aún, al Cristo Vivo del Sagrario.
A pocos días de que comience la Semana Santa, en donde se vive con especial devoción en lugares tan emblemáticos como Sevilla, cae en nuestras manos una característica novela negra del escritor Fran Ortega. Los hijos de justo comienza con el capellán de la Macarena degollado en la Basílica, en donde, además, no hay rastro de la imagen de la virgen.