Que conste en acta notarial que ni esto pretende ser un capítulo más de ese espantoso espacio que Eva Hache llama “La guerra de los medios” y en el que sólo defiende al PSOE y a la SER, ni un alegato a favor de José María del Nido. Creo que huelga contar toda la historia de los derechos televisivos del Sevilla, porque, a estas alturas, casi todo el mundo sabe cómo ha sido el tema. Sobre todo en Sevilla. Pero resumiendo rápidamente, diremos que Del Nido pactó de forma verbal con Mediapro una cantidad que, cuando Audiovisual Sport devoró a Milikito, ésta no quiso respetar. Santa Mónica (empresa de Jesús Samper) compró al Sevilla sus derechos con esas cantidades pactadas inicialmente con Mediapro y ahora debía negociar con Prisa (propietaria de Audiovisual Sport) para poder retransmitir los partidos del Sevilla. Acuerdo que, por fin, ha llegado a buen puerto. Queda claro que Prisa sigue actuando como lo ha hecho toda la vida. Yo soy el elefante y el resto hurones. Al que se ponga enfrente, lo aplasto. Lo hizo con Antena 3 Radio (a la que compró con la ayuda del PSOE y de González, es de bien nacidos…), lo hizo con García y lo consiguió con el PP en los famosos días posteriores al infame 11-M. Decía José María García que en todos los pueblos hay un tonto y un bizco, pero que en Brunete es el mismo en los dos casos. Se equivocaba. De la Morena no es tonto. Se lo hace. Maneja el deporte en el grupo multimedia más importante del país y sabe cómo hacer que la gente reme para la dirección que a él le conviene. Y es lo que está haciendo actualmente con el Sevilla y con su presidente.

Del Nido, que tampoco tiene un pelo de tonto, sabe como rebatirle. Incluso en directo. El enfrentamiento de la semana pasada fue antológico. Demuestra cada vez que habla sus dotes de abogado, pero ha triunfado en este juicio, se ha llevado el gato al agua. Ha mantenido un pulso con el grupo que domina este país desde los años sesenta, cuando Polanco recibió de Franco (sí, ese que su Imperio tanto critica, intenta olvidar y manipular) un “favor” para administrar a toda Sudamérica de libros de Santillana. Ahí comenzó su negocio y su Imperio del Monopolio que sigue vigente. No obstante, Del Nido puede que ahora tenga en contra a algunos aficionados sevillistas, que se han perdido varios encuentros, entre ellos ante el Barcelona y el derbi. Cierto que el campo se llena cada quince días, pero hay muchos aficionados que no entienden cómo su presidente, que ha llenado las arcas del club con traspasos millonarios, deja a sus fieles aficionados sin fútbol durante varios meses por unos cuantos puñados de euros con lo bien que le van las cosas a los nervionenses en materia de finanzas.

Luego están los talibanes (él mismo se define así) como mi amigo Alvarado que casi siempre rema a su favor. Y además tiene oportunidades de ver el fútbol fuera del Sánchez-Pizjuán. El bueno de Jesús, en el bendito invento de su blog, critica a todo lo que se mueve en contra de su equipo (y en su derecho está), pero no a su entidad tantas veces como se equivoca, que son muchas, como en la horrenda camiseta naranja, ¿verdad? Lo mismo que les pasa a los periodistas que tanto critica y que defienden a su empresa antes que al Sevilla. Llámese Vocento, COPE o, como en este caso, los compañeros de Radio Sevilla. No es ético morder la mano que te da de comer. Y menos aún cuando si la muerdes te va a quitar la comida para siempre. Al menos, Jesús, no creo que tú tampoco lo hagas, aunque tampoco el SFC te dé mucho pan para tu despensa.

El caso ha sido complejo. Del Nido lanzó un órdago contra el resto del mundo por unos cuantos millones de por medio. No dudo de la capacidad negociadora del presidente, de la que ha hecho gala en numerosas ocasiones, como en ésta, pero ha subido el Himalaya con la mínima ayuda de un sherpa cojo y con mucha gente cargándole lastre en sus mochilas. Y en medio, los aficionados, que se quedaron sin ver a su equipo por unos cuantos ceros en la cuenta corriente de su club, esa misma que engordan con sus abonos cada verano. Al fin, por fin, tendremos tele. De pago, sí, pero para algo está el pirateo. Todo sea por no seguir aumentando el poder de Prisa.