En el retail, una buena acción de Trade Marketing, acompañada de un buen posicionamiento de plv en el punto de venta a través del merchandising, son claves para posicionar una marca. Hasta aquí, creo que todos estamos de acuerdo, pero, muchos Detallistas parecen no entender que a su vez, es una manera de ayudarles a incrementar sus ventas y potenciar su facturación.
A lo largo de la semana, visito una media de 45/50 puntos de venta, y en un alto porcentaje de los mismos, no colaboran en las acciones de visibilidad. En su mayoría, piensan que es la propia marca la que quiere publicitarse a toda costa, aprovechandose de los puntos de venta para publicitarse.Groso error!.
El detallista participe de este pensamiento, ha de fijarse en otros puntos de venta, donde su competencia si aprovecha el visual merchandising y colabora con las acciones de trade marketing que implementan sus proveedores, para buscar un aliado en su negocio que le ayude a vender más. Deben cambiar ese "chip", y pensar que no es un bombardeo publicitario el que se intenta constantemente contra ellos, todo lo contrario, es una forma profesional de aliarse con las marcas que comercializa y hacerlas visible en su punto de venta, provocando la acción de compra frente a terceros y originando a su vez una mayor rotación de los productos.
Aunque cada compañía disponga de su propio personal para la colocación de plv, el propio detallista debe ser participe de cada acción, preocupándose por estar al día en lo que a material se refiere. Deben empezar a comprender que la intención de las marcas, no es publicitarse en cada punto de venta, todo lo contrario.
Aunque ciertamente existe una publicidad hacia cada marca en cada acción llevada a cabo, es una publicidad indirecta, porque el verdadero cometido de las acciones de trade marketing y merchandising en el punto de venta, no es otro que ayudarles a potenciar sus ventas e incrementar sus clientes.
El material de apoyo, es indispensable. Es el máximo provocador de compras por impulso. La mayoría de los clientes que entran en un establecimiento, entran sabiendo lo que buscan. Sin embargo a través de estas acciones programadas en los puntos de venta, el cliente recibe información a través de focos, es bombardeado a mensajes... provocando también la conocida "compra por impulso".