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Etiquetas | UE | Lituania
Se confirma la apuesta de los países bálticos por la moneda única

Lituania se convertirá en enero en miembro de la Eurozona

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La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha mostrado este lunes 7 de abril su apoyo para que Lituania adopte el Euro como moneda oficial el próximo 1 de de enero de 2015, lo que significa que Lituania va encaminada a que en mayo o junio la Unión Europea de luz verde al país para ingresar en la Eurozona, convirtiéndose así en el último país báltico en adoptar la moneda única.

Con esta decisión, la Eurozona se ampliará a 19 Estados miembros, introduciendo en Lituania billetes y monedas de Euro el primer día del año entrante. La conversión se fijará en 3,45 litas a un Euro, que se corresponde con el tipo central de la lita en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) de la Unión Europea.

Según un estudio realizado por el diario “Financial Times”, Lituania podría ser el último país en ingresar a la Eurozona en la próxima década debido a la actual coyuntura económica de los países miembros de la Unión Europea que están obligados a adoptar el Euro y que no lo han hecho aún.





Para incorporarse a la Eurozona, Lituania debe cumplir con los criterios de convergencia más conocidos como “Criterios de Maastricht”, que básicamente consisten en no tener una inflación superior al 1,5% respecto a la media de los tres Estados de la Eurozona con menores tasas de inflación, no tener un déficit presupuestario superior al 3% del PIB, que la deuda pública no supere el 60% del PIB, que el tipo de interés nominal a largo plazo no sea superior al 2% con respecto a la media de los tres Estados de la Eurozona con menores tasas de inflación, y además participar en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) sin ninguna ruptura durante los dos años precedentes al examen de situación.

Cumplidos todos los “Criterios de Maastricht” y siendo Lituania uno de los países con mayor tasa de crecimiento de la Unión Europea sería imposible que en el examen de situación que se realizará en mayo o junio se rechazara el ingreso de Lituania en la Eurozona, de hecho, además del apoyo mostrado por el Parlamento Europeo el pasado lunes 7 de abril, Lituania goza de buenos informes y del beneplácito para su ingreso en la Eurozona del Fondo Monetario Internacional, la OCDE y de distintos bancos privados como la firma sueca Swedbank AB.

Dieciocho de los veintiocho Estados miembros de la Unión Europea tienen ya el Euro como moneda oficial. Según el último Eurobarómetro, en el caso de Lituania, la mayoría de sus ciudadanos están en contra de la introducción del Euro debido a la incertidumbre que ha provocado la crisis de deuda en el sur de Europa. Antes de la crisis, el 60% de los lituanos apoyaban el ingreso en la Eurozona, frente al 41% actual. Sin embargo, políticos, grandes empresarios y economistas apoyan la adopción de la moneda única porque tienen la seguridad de que la Eurozona saldrá reforzada de la crisis, por lo que es muy probable que con la madurez que ha demostrado el pueblo lituano en los últimos años, en cuanto las estadísticas comiencen a mostrar un mayor repunte de la economía lituana, la gente vuelva a ver con buenos ojos la pertenencia del país a la Eurozona.

Por su parte, la Presidenta del país y anterior Comisaria Europea de Programación Financiera y Presupuesto, Dalia Grybauskaite, ha asegurado que la adopción del Euro solamente traerá beneficios para Lituania, y que de hecho se podría decir que Lituania está “de facto” en la Eurozona debido a que el país está adherido al Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) de la Unión Europea desde 2004, cediendo así una parte sustancial de sus competencias en materia monetaria al Banco Central Europeo, solamente que sin los beneficios de pertenecer a la Eurozona.

El Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) es como su nombre lo indica, un mecanismo de tipo de cambio acordado entre el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de los países miembros de la Unión Europea que no forman parte de la Eurozona, a fin de mantener la estabilidad de los tipos de cambio entre el Euro y las monedas nacionales participantes en Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II). En la actualidad, los miembros de este mecanismo – paso previo para poder entrar en la Eurozona – son Dinamarca, país que tiene una cláusula de exclusión para adoptar el Euro (al igual que el Reino Unido), y Lituania, que tiene previsto adoptar el Euro próximamente. Los demás países de la Unión Europea que no forman parte de la Eurozona y que no son miembros de este mecanismo (excepto Dinamarca, Suecia y Reino Unido) es porque sus economías no están preparadas todavía para formar parte del Sistema Monetario Europeo (SME), hecho que dificulta su ingreso en la Eurozona a corto y mediano plazo. Tales son los casos de Rumanía, Bulgaria, Hungría, Polonia, República Checa y Croacia.

En el caso de Lituania, las previsiones hacen posible creer que el país báltico no solamente cumplirá con los criterios de convergencia para ingresar en la Eurozona, sino que continuará cumpliéndolos en el futuro de forma sustentable manteniendo así una economía saludable, cosa que no está pasando en varios países de la Eurozona. De los dieciocho países miembros de la Eurozona más Lituania como futuro miembro, solamente Luxemburgo, Eslovaquia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania cumplen con TODOS los criterios de convergencia y pueden presumir de unas finanzas púbicas totalmente limpias. En el caso de Lituania, esto le ha valido para contar con el respaldo necesario para ingresar en la Eurozona en 2015 y para comenzar las negociaciones con la OCDE para su inminente ingreso (junto con Letonia) en la organización de cooperación internacional más conocida como “el club de los países ricos”, a la que ya pertenece Estonia. De los países miembros de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo (más Suiza) que no están obligados a adoptar el Euro, solamente Dinamarca, Suecia y Suiza cumplen con todos los criterios de convergencia al igual que Luxemburgo, Eslovaquia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania.

Por otro lado, la presidenta de Lituania también apuntó que la crisis económica no se trata de una crisis del Euro, ya que también hay dificultades económicas en algunos países que no forman parte de la Eurozona, mientras que hay países de la Eurozona que no tienen dificultad alguna, por lo que los lituanos no tienen por qué temer al Euro, y por el contrario, el país debe adoptar la moneda única lo antes posible para que sus beneficios se resientan en la economía lituana.

Al igual que sucedió con los estonios y con los letones, muchos lituanos temen un alza de los precios y se inquietan por las dificultades que atraviesa la Eurozona en el sur de Europa, por lo que hay muchos ciudadanos de a pie que quieren conservar su moneda nacional, re-nacida un año después de su divorcio con la Unión Soviética.

Sin embargo, los enormes beneficios que traerá la moneda única a Lituania son evidentes, y para prueba de ello nada más hay que ver los resultados de Estonia, que adoptó el Euro en 2013.

Según las últimas estadísticas del Banco Mundial la inversión extranjera en Estonia pasó del 1,97% del PIB a un 7,40% del PIB en su primer año dentro de la Eurozona, estimándose que seguirá su tendencia alcista y que Letonia verá los mismos resultados al cumplir su primer año en la Eurozona.

A pesar de las dificultades que vivió Lituania tras la caída de la Unión Soviética y de los desafíos estructurales que tuvo que superar, herencia del comunismo soviético, como lo son la corrupción, la falta de competitividad y un decrecimiento del PIB escandaloso, Lituania ha logrado salir airosa de la esfera soviética y ahora es un Estado occidental con aspiraciones de alcanzar el nivel de desarrollo de sus vecinos escandinavos en algunos años.


TablaPIBS
Según los informes de la CIA (The World Factbook) al caer la Unión Soviética en 1991 su renta per cápita ascendía a USD 9211 y en la actualidad la renta per cápita de Lituania es de USD 22600, es decir, más del doble que la renta per cápita de la antigua Unión Soviética.

Además, cabe mencionar que su tasa de crecimiento actual está entre las más altas de la Unión Europea, habiendo reportado un crecimiento del 5,9% en 2011, del 3,6% en 2012, del 3,4% en 2013 y mantiene una previsión de crecimiento para 2014 del 4,3%.

Durante la década precedente a la crisis económica mundial, Lituania estuvo entre las economías con mayor tasa de crecimiento del mundo, alcanzando un incremento en el PIB del 9,8% en 2007 y ganando la denominación de “Tigre Báltico” en referencia a los “Tigres Asiáticos”.

Sin embargo, con el estallido de la crisis en 2008 la economía lituana fue duramente golpeada y ese mismo año el PIB creció solamente un 2,9%, contrayéndose un -14,8% en 2009, dato que convirtió a Lituania en uno de los países más afectados del mundo por la crisis, junto a sus vecinos Letonia y Estonia que decrecieron un -17,7% y un -14,1%, respectivamente.

Para la comunidad internacional fue un “shock” e inmediatamente comenzaron los titulares augurando el fin de los “Tigres Bálticos”. Incluso, algunos economistas comenzaron a hablar de un inminente rescate a los países bálticos por parte del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea al estilo del que tuvo a lugar en Islandia. Sin embargo, los gobiernos de los tres países bálticos hicieron caso omiso a las especulaciones internacionales e iniciaron rápidamente grandes medidas de austeridad y fomento a la inversión extranjera, logrando Estonia y Lituania evitar acudir al Fondo Monetario Internacional y a la Unión Europea.

Letonia sí tuvo que recurrir a un pequeño préstamo del Fondo Monetario Internacional por valor de 3100 millones de Euros, sin embargo, hay que mencionar que la cantidad del “rescate” fue muy inferior a la especulada por los economistas, y la historia culminó con éxito en enero de 2013 cuando Letonia se convirtió en el segundo país báltico en adoptar el Euro.

A pesar de que los países bálticos fueron los más afectados por la crisis económica en el año 2009, fueron éstos países los que más rápido salieron de ella y los que pueden presumir de haber estado en recesión únicamente durante un año.

En el caso de Lituania, el país ya se encuentra prácticamente a niveles pre-crisis y en 2013 se ha dado el lujo de aumentar el salario mínimo un 20%. También, este año el gobierno ha anunciado que no solamente subirá de nuevo las pensiones, sino que devolverá a los pensionistas el dinero que dejaron de percibir durante la crisis como consecuencia de los recortes. En lo que a ocupación se refiere, el país también se está recuperando y de tener una tasa de desempleo del 18,5% en 2010, ha pasado a tener una tasa de desempleo del 11% a día de hoy, con previsiones de bajar del 10% en 2015 y volver a niveles pre-crisis. Por otro lado el sector inmobiliario está creciendo nuevamente al igual que el consumo interno.

Hoy, la economía lituana es la más grande de los países bálticos con un PIB superior a los 65000 millones de dólares. Y además, Lituania cuenta con la renta per cápita más alta de los países bálticos y de todos los países que conformaron la extinta Unión Soviética, tal y como muestra la siguiente tabla:

Con la caída de la Unión Soviética, Lituania comenzó un rápido proceso de transformación hacia una economía de mercado, privatizando así la mayor parte de empresas públicas y fomentando la inversión extranjera, principalmente de los países nórdicos. Como sucede en cualquier país desarrollado, Lituania hoy cuenta con una excelente infraestructura y con una mano de obra altamente cualificada, lo que le permite al país ser altamente competitivo y basar su economía en el sector servicios. Entre las principales empresas extranjeras que han entrado en territorio lituano podemos mencionar a Barclays, Douglas, IBM, IKEA, Indra, Danske Bank, DNB Nord, Microsoft, SEB, Siemens y Swedbank por mencionar algunas. Por otro lado, las relaciones comerciales de Lituania han pasado de ser mayoritariamente con Rusia a ser principalmente con la Unión Europa (60%), mismas que se prevé se alejen cada vez más de Rusia, sobre todo ahora que Lituania adopte el Euro.

En cuanto a materia energética, es cierto que Lituania – y la Unión Europea en menor medida – dependen de Rusia, sin embargo, Lituania está centrando sus esfuerzos en terminar con esa dependencia en un futuro próximo. Por lo pronto ha invertido casi 500 millones de Euros en la puesta en marcha de una planta de gas en Klaipeda y está estudiando la posibilidad de construir una central nuclear de última generación en Visaginas, lo que le aseguraría una total independencia energética, e incluso le permitiría vender sus excedentes a sus países vecinos. También, junto a la Unión Europea y Suecia ha invertido 500 millones de Euros en la construcción del puente de electricidad “Nord-Balt”, el tendido de cables eléctricos submarino más grande del mundo que conectará en 2015 a Lituania con Suecia.

En cuanto a infraestructura, Lituania posee unos modernos aeropuertos y unas modernas autopistas similares a los de cualquier país europeo, gracias a las inversiones que ha realizado desde la caída de la Unión Soviética. Además, se encuentra modernizando su sistema férreo y forma parte “Rail Baltica”, un proyecto de la Unión Europea que busca unir a Alemania con Polonia, los países bálticos y Finlandia mediante el tren de alta velocidad. Para ello están remplazando el tipo de vía y se prevé la construcción de un túnel submarino que atravesará el Golfo de Finlandia para unir Helsinki y Tallin, sin tener que pasar pisar territorio ruso. En cuanto a telecomunicaciones, cabe destacar que Lituania también posee la segunda conexión a internet más rápida del mundo, siendo superada solamente por Japón.

Sin embargo, hablando de los países miembros de la Unión Europea, del Consejo Nórdico y de la OTAN, Lituania está entre los países menos desarrollados, aunque su tasa de crecimiento está muy por encima de la media de todos los países miembros de las citadas organizaciones. A pesar de esto, es más rico que la mayoría de otros Estados miembros de estas organizaciones que pertenecieron al antiguo “Bloque del Este”, y el lituano promedio es más rico que el 80% de las personas del mundo. Él o ella ganan más que una persona promedio de todos los países de África, América Latina y la mayoría de países de Asia. De momento, aunque Lituania sea un país desarrollado está detrás de países como Australia, Canadá, Estados Unidos, España, Italia, Japón, Reino Unido o Suecia, pero de seguir con sus actuales niveles de crecimiento en 2020 superará a países como Grecia o Portugal para ponerse a la par de países como España e Italia, y en 2030 habrá superado a España e Italia para entrar en la “Esfera Nórdica” de desarrollo y continuar con su escalada hasta que en 2050 esté a la cabeza de los países nórdicos y de los países miembros de la Unión Europea en PIB per cápita.

Hoy, hablar de Lituania es hablar de un pequeño gran país que al igual que sus vecinos del norte tiene un Índice de Desarrollo Humano muy alto y está a la vanguardia en diferentes campos, como por ejemplo la educación, que tiene un sistema de excelencia en el que el 93% de la población tiene estudios medio-superiores (bachillerato) o universitarios, habla al menos dos idiomas extranjeros y sus estudiantes ocupan el primer lugar a nivel Unión Europea en matemáticas, tecnología y ciencias. También, los lituanos ocupan el puesto número uno a nivel Unión Europea en crecimiento de la competitividad, el puesto número 28 a nivel mundial en igualdad de género (superando a países como España, Francia, Estonia o Rusia), el puesto número 32 en libertad de prensa (superando así a países como Estados Unidos, Reino Unido o Rusia), y el puesto número 43 a nivel mundial en el Índice de Precepción de la Corrupción elaborado por Amnistía Internacional, encontrándose así en mejor situación que países como Italia, Grecia o la República Checa, y muy lejos de países como Rusia, México o Argentina.

En el sur de Europa y Estados Unidos, la mayoría de las personas relacionan a Lituania y a los países bálticos con el antiguo “Bloque del Este” debido a su forzada pertenencia a la extinta Unión Soviética, clasificando así al país como parte de Europa del Este. Sin embargo, Lituania es hoy un país más occidental que oriental, y con un modelo económico que va encaminado a que el país alcance el nivel de vida de Escandinavia en algunas unas décadas.

Referirse a Lituania como parte de Europa del Este es ya un error. Esta clasificación la podemos considerar obsoleta, ya que más que por razones geográficas y culturales, se dio por geopolítica durante la Guerra Fría, y en la actualidad la Unión Soviética ya no existe y la Guerra Fría terminó hace más de dos décadas, por lo que el término ha quedado obsoleto en lo que a Lituania se refiere, que además, hoy por hoy es una democracia al igual que España o el Reino Unido, y el país no está alineado en la esfera rusa en lo político, en lo económico y en lo cultural.

La integración de los países bálticos en la “Esfera Nórdica” es una realidad tan grande que son miembros observadores (candidatos a miembros en pleno derecho) del Consejo Nórdico, y aunque erróneamente sean clasificados como parte de Europa del Este en algunas ocasiones, hoy son clasificados como parte del norte de Europa por la división de estadística de Naciones Unidas y por EuroVoc (Unión Europea).

Además, los países bálticos también son miembros en pleno derecho del NB-8, del Banco Nórdico de Inversiones y del Grupo de Combate Nórdico de la OTAN. También han sido invitados a formar parte de NORDEFCO, una organización de cooperación militar similar a la OTAN creada por y para los países nórdicos.

En el 2014, referirse a Lituania como un país nórdico ya no es un atrevimiento, sino una realidad, pues el país está cada vez más integrado con sus vecinos del norte.

Hasta la creación del Consejo Nórdico en 1952 el término “nórdico” era aplicado a TODOS los países del norte de Europa, es decir, también era aplicado a los países bálticos: Lituania, Letonia y Estonia, más Finlandia, que antes de su ingreso al bloque nórdico en 1955 era también considerado un país báltico. La “Esfera Nórdica” – por llamarla de alguna manera – nació con la integración en un bloque de los países escandinavos: Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia. Posteriormente, continuó con la integración a dicho bloque de Finlandia, un país de raíces fino-urgías del norte de Europa. Y ahora la “Esfera Nórdica” está siendo ampliada a los países bálticos, lo que hará que dicha zona de influencia comprenda tres culturas muy parecidas pero a la vez muy diferentes:

- Cultura Escandinava: Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia.
- Cultura Fino-Urgía: Finlandia y Estonia.
- Cultura Báltica: Lituania y Letonia.

Todas estas situaciones hacen de Lituania un punto estratégico ya que como país nórdico y báltico (no eslavo), pero con lazos históricos con el antiguo “Bloque del Este”, Lituania se convierte en un punto imprescindible entre las relaciones de “Europa Oriental” o “Europa del Este” con Escandinavia y la Unión Europea. Además, gracias a su ubicación geográfica y a su integración en la Unión Europa y en la “Esfera Nórdica”, Lituania es un país muy competitivo y accesible a más de 700 millones de clientes, ya que está a no más de tres horas de la capital de cualquier país europeo.

Estos últimos veinte años pueden considerarse una historia de éxito para Lituania, pues ha recuperado su libertad, se ha implantado la democracia y ha aumentado el nivel de bienestar, hechos que le han valido para contar con el respaldo y la confianza de distintas organizaciones internacionales a las que pertenece como la Unión Europea o la OTAN.

Sin embargo, según el informe de investigación titulado “THE GREAT SHIFT: MACROECONOMIC PROJECTIONS FOR THE WORLD ECONOMY AT THE 2050 HORIZON” realizado por el Centre D’ Études Prospectives et D’ Informations Internationales (CEPII) con sede en París, Francia, los próximos 36 años serán realmente la historia de éxito para Lituania, pues en el año 2050 Lituania tendrá un PIB per cápita de USD 94435, siendo superado en la Unión Europea solamente por Luxemburgo (USD 105032) y por Estonia (USD 104418).

Evidentemente, al ser un país de tres millones de habitantes su economía jamás será del tamaño de la de países como Estados Unidos, Reino Unido, Japón o China, pero sin duda, la calidad de vida de sus habitantes va encaminada a estar entre las mejores del mundo.

¿Será el ingreso de Lituania en la Eurozona su comienzo como un país líder en la “Esfera Nórdica”?.

Lituania se convertirá en enero en miembro de la Eurozona

Se confirma la apuesta de los países bálticos por la moneda única
Liudvikas Jakavicius Grimalauskas
martes, 22 de abril de 2014, 09:03 h (CET)
La Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo ha mostrado este lunes 7 de abril su apoyo para que Lituania adopte el Euro como moneda oficial el próximo 1 de de enero de 2015, lo que significa que Lituania va encaminada a que en mayo o junio la Unión Europea de luz verde al país para ingresar en la Eurozona, convirtiéndose así en el último país báltico en adoptar la moneda única.

Con esta decisión, la Eurozona se ampliará a 19 Estados miembros, introduciendo en Lituania billetes y monedas de Euro el primer día del año entrante. La conversión se fijará en 3,45 litas a un Euro, que se corresponde con el tipo central de la lita en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) de la Unión Europea.

Según un estudio realizado por el diario “Financial Times”, Lituania podría ser el último país en ingresar a la Eurozona en la próxima década debido a la actual coyuntura económica de los países miembros de la Unión Europea que están obligados a adoptar el Euro y que no lo han hecho aún.





Para incorporarse a la Eurozona, Lituania debe cumplir con los criterios de convergencia más conocidos como “Criterios de Maastricht”, que básicamente consisten en no tener una inflación superior al 1,5% respecto a la media de los tres Estados de la Eurozona con menores tasas de inflación, no tener un déficit presupuestario superior al 3% del PIB, que la deuda pública no supere el 60% del PIB, que el tipo de interés nominal a largo plazo no sea superior al 2% con respecto a la media de los tres Estados de la Eurozona con menores tasas de inflación, y además participar en el Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) sin ninguna ruptura durante los dos años precedentes al examen de situación.

Cumplidos todos los “Criterios de Maastricht” y siendo Lituania uno de los países con mayor tasa de crecimiento de la Unión Europea sería imposible que en el examen de situación que se realizará en mayo o junio se rechazara el ingreso de Lituania en la Eurozona, de hecho, además del apoyo mostrado por el Parlamento Europeo el pasado lunes 7 de abril, Lituania goza de buenos informes y del beneplácito para su ingreso en la Eurozona del Fondo Monetario Internacional, la OCDE y de distintos bancos privados como la firma sueca Swedbank AB.

Dieciocho de los veintiocho Estados miembros de la Unión Europea tienen ya el Euro como moneda oficial. Según el último Eurobarómetro, en el caso de Lituania, la mayoría de sus ciudadanos están en contra de la introducción del Euro debido a la incertidumbre que ha provocado la crisis de deuda en el sur de Europa. Antes de la crisis, el 60% de los lituanos apoyaban el ingreso en la Eurozona, frente al 41% actual. Sin embargo, políticos, grandes empresarios y economistas apoyan la adopción de la moneda única porque tienen la seguridad de que la Eurozona saldrá reforzada de la crisis, por lo que es muy probable que con la madurez que ha demostrado el pueblo lituano en los últimos años, en cuanto las estadísticas comiencen a mostrar un mayor repunte de la economía lituana, la gente vuelva a ver con buenos ojos la pertenencia del país a la Eurozona.

Por su parte, la Presidenta del país y anterior Comisaria Europea de Programación Financiera y Presupuesto, Dalia Grybauskaite, ha asegurado que la adopción del Euro solamente traerá beneficios para Lituania, y que de hecho se podría decir que Lituania está “de facto” en la Eurozona debido a que el país está adherido al Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) de la Unión Europea desde 2004, cediendo así una parte sustancial de sus competencias en materia monetaria al Banco Central Europeo, solamente que sin los beneficios de pertenecer a la Eurozona.

El Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II) es como su nombre lo indica, un mecanismo de tipo de cambio acordado entre el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de los países miembros de la Unión Europea que no forman parte de la Eurozona, a fin de mantener la estabilidad de los tipos de cambio entre el Euro y las monedas nacionales participantes en Mecanismo de Tipos de Cambio II (MTC II). En la actualidad, los miembros de este mecanismo – paso previo para poder entrar en la Eurozona – son Dinamarca, país que tiene una cláusula de exclusión para adoptar el Euro (al igual que el Reino Unido), y Lituania, que tiene previsto adoptar el Euro próximamente. Los demás países de la Unión Europea que no forman parte de la Eurozona y que no son miembros de este mecanismo (excepto Dinamarca, Suecia y Reino Unido) es porque sus economías no están preparadas todavía para formar parte del Sistema Monetario Europeo (SME), hecho que dificulta su ingreso en la Eurozona a corto y mediano plazo. Tales son los casos de Rumanía, Bulgaria, Hungría, Polonia, República Checa y Croacia.

En el caso de Lituania, las previsiones hacen posible creer que el país báltico no solamente cumplirá con los criterios de convergencia para ingresar en la Eurozona, sino que continuará cumpliéndolos en el futuro de forma sustentable manteniendo así una economía saludable, cosa que no está pasando en varios países de la Eurozona. De los dieciocho países miembros de la Eurozona más Lituania como futuro miembro, solamente Luxemburgo, Eslovaquia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania cumplen con TODOS los criterios de convergencia y pueden presumir de unas finanzas púbicas totalmente limpias. En el caso de Lituania, esto le ha valido para contar con el respaldo necesario para ingresar en la Eurozona en 2015 y para comenzar las negociaciones con la OCDE para su inminente ingreso (junto con Letonia) en la organización de cooperación internacional más conocida como “el club de los países ricos”, a la que ya pertenece Estonia. De los países miembros de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo (más Suiza) que no están obligados a adoptar el Euro, solamente Dinamarca, Suecia y Suiza cumplen con todos los criterios de convergencia al igual que Luxemburgo, Eslovaquia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania.

Por otro lado, la presidenta de Lituania también apuntó que la crisis económica no se trata de una crisis del Euro, ya que también hay dificultades económicas en algunos países que no forman parte de la Eurozona, mientras que hay países de la Eurozona que no tienen dificultad alguna, por lo que los lituanos no tienen por qué temer al Euro, y por el contrario, el país debe adoptar la moneda única lo antes posible para que sus beneficios se resientan en la economía lituana.

Al igual que sucedió con los estonios y con los letones, muchos lituanos temen un alza de los precios y se inquietan por las dificultades que atraviesa la Eurozona en el sur de Europa, por lo que hay muchos ciudadanos de a pie que quieren conservar su moneda nacional, re-nacida un año después de su divorcio con la Unión Soviética.

Sin embargo, los enormes beneficios que traerá la moneda única a Lituania son evidentes, y para prueba de ello nada más hay que ver los resultados de Estonia, que adoptó el Euro en 2013.

Según las últimas estadísticas del Banco Mundial la inversión extranjera en Estonia pasó del 1,97% del PIB a un 7,40% del PIB en su primer año dentro de la Eurozona, estimándose que seguirá su tendencia alcista y que Letonia verá los mismos resultados al cumplir su primer año en la Eurozona.

A pesar de las dificultades que vivió Lituania tras la caída de la Unión Soviética y de los desafíos estructurales que tuvo que superar, herencia del comunismo soviético, como lo son la corrupción, la falta de competitividad y un decrecimiento del PIB escandaloso, Lituania ha logrado salir airosa de la esfera soviética y ahora es un Estado occidental con aspiraciones de alcanzar el nivel de desarrollo de sus vecinos escandinavos en algunos años.


TablaPIBS
Según los informes de la CIA (The World Factbook) al caer la Unión Soviética en 1991 su renta per cápita ascendía a USD 9211 y en la actualidad la renta per cápita de Lituania es de USD 22600, es decir, más del doble que la renta per cápita de la antigua Unión Soviética.

Además, cabe mencionar que su tasa de crecimiento actual está entre las más altas de la Unión Europea, habiendo reportado un crecimiento del 5,9% en 2011, del 3,6% en 2012, del 3,4% en 2013 y mantiene una previsión de crecimiento para 2014 del 4,3%.

Durante la década precedente a la crisis económica mundial, Lituania estuvo entre las economías con mayor tasa de crecimiento del mundo, alcanzando un incremento en el PIB del 9,8% en 2007 y ganando la denominación de “Tigre Báltico” en referencia a los “Tigres Asiáticos”.

Sin embargo, con el estallido de la crisis en 2008 la economía lituana fue duramente golpeada y ese mismo año el PIB creció solamente un 2,9%, contrayéndose un -14,8% en 2009, dato que convirtió a Lituania en uno de los países más afectados del mundo por la crisis, junto a sus vecinos Letonia y Estonia que decrecieron un -17,7% y un -14,1%, respectivamente.

Para la comunidad internacional fue un “shock” e inmediatamente comenzaron los titulares augurando el fin de los “Tigres Bálticos”. Incluso, algunos economistas comenzaron a hablar de un inminente rescate a los países bálticos por parte del Fondo Monetario Internacional y de la Unión Europea al estilo del que tuvo a lugar en Islandia. Sin embargo, los gobiernos de los tres países bálticos hicieron caso omiso a las especulaciones internacionales e iniciaron rápidamente grandes medidas de austeridad y fomento a la inversión extranjera, logrando Estonia y Lituania evitar acudir al Fondo Monetario Internacional y a la Unión Europea.

Letonia sí tuvo que recurrir a un pequeño préstamo del Fondo Monetario Internacional por valor de 3100 millones de Euros, sin embargo, hay que mencionar que la cantidad del “rescate” fue muy inferior a la especulada por los economistas, y la historia culminó con éxito en enero de 2013 cuando Letonia se convirtió en el segundo país báltico en adoptar el Euro.

A pesar de que los países bálticos fueron los más afectados por la crisis económica en el año 2009, fueron éstos países los que más rápido salieron de ella y los que pueden presumir de haber estado en recesión únicamente durante un año.

En el caso de Lituania, el país ya se encuentra prácticamente a niveles pre-crisis y en 2013 se ha dado el lujo de aumentar el salario mínimo un 20%. También, este año el gobierno ha anunciado que no solamente subirá de nuevo las pensiones, sino que devolverá a los pensionistas el dinero que dejaron de percibir durante la crisis como consecuencia de los recortes. En lo que a ocupación se refiere, el país también se está recuperando y de tener una tasa de desempleo del 18,5% en 2010, ha pasado a tener una tasa de desempleo del 11% a día de hoy, con previsiones de bajar del 10% en 2015 y volver a niveles pre-crisis. Por otro lado el sector inmobiliario está creciendo nuevamente al igual que el consumo interno.

Hoy, la economía lituana es la más grande de los países bálticos con un PIB superior a los 65000 millones de dólares. Y además, Lituania cuenta con la renta per cápita más alta de los países bálticos y de todos los países que conformaron la extinta Unión Soviética, tal y como muestra la siguiente tabla:

Con la caída de la Unión Soviética, Lituania comenzó un rápido proceso de transformación hacia una economía de mercado, privatizando así la mayor parte de empresas públicas y fomentando la inversión extranjera, principalmente de los países nórdicos. Como sucede en cualquier país desarrollado, Lituania hoy cuenta con una excelente infraestructura y con una mano de obra altamente cualificada, lo que le permite al país ser altamente competitivo y basar su economía en el sector servicios. Entre las principales empresas extranjeras que han entrado en territorio lituano podemos mencionar a Barclays, Douglas, IBM, IKEA, Indra, Danske Bank, DNB Nord, Microsoft, SEB, Siemens y Swedbank por mencionar algunas. Por otro lado, las relaciones comerciales de Lituania han pasado de ser mayoritariamente con Rusia a ser principalmente con la Unión Europa (60%), mismas que se prevé se alejen cada vez más de Rusia, sobre todo ahora que Lituania adopte el Euro.

En cuanto a materia energética, es cierto que Lituania – y la Unión Europea en menor medida – dependen de Rusia, sin embargo, Lituania está centrando sus esfuerzos en terminar con esa dependencia en un futuro próximo. Por lo pronto ha invertido casi 500 millones de Euros en la puesta en marcha de una planta de gas en Klaipeda y está estudiando la posibilidad de construir una central nuclear de última generación en Visaginas, lo que le aseguraría una total independencia energética, e incluso le permitiría vender sus excedentes a sus países vecinos. También, junto a la Unión Europea y Suecia ha invertido 500 millones de Euros en la construcción del puente de electricidad “Nord-Balt”, el tendido de cables eléctricos submarino más grande del mundo que conectará en 2015 a Lituania con Suecia.

En cuanto a infraestructura, Lituania posee unos modernos aeropuertos y unas modernas autopistas similares a los de cualquier país europeo, gracias a las inversiones que ha realizado desde la caída de la Unión Soviética. Además, se encuentra modernizando su sistema férreo y forma parte “Rail Baltica”, un proyecto de la Unión Europea que busca unir a Alemania con Polonia, los países bálticos y Finlandia mediante el tren de alta velocidad. Para ello están remplazando el tipo de vía y se prevé la construcción de un túnel submarino que atravesará el Golfo de Finlandia para unir Helsinki y Tallin, sin tener que pasar pisar territorio ruso. En cuanto a telecomunicaciones, cabe destacar que Lituania también posee la segunda conexión a internet más rápida del mundo, siendo superada solamente por Japón.

Sin embargo, hablando de los países miembros de la Unión Europea, del Consejo Nórdico y de la OTAN, Lituania está entre los países menos desarrollados, aunque su tasa de crecimiento está muy por encima de la media de todos los países miembros de las citadas organizaciones. A pesar de esto, es más rico que la mayoría de otros Estados miembros de estas organizaciones que pertenecieron al antiguo “Bloque del Este”, y el lituano promedio es más rico que el 80% de las personas del mundo. Él o ella ganan más que una persona promedio de todos los países de África, América Latina y la mayoría de países de Asia. De momento, aunque Lituania sea un país desarrollado está detrás de países como Australia, Canadá, Estados Unidos, España, Italia, Japón, Reino Unido o Suecia, pero de seguir con sus actuales niveles de crecimiento en 2020 superará a países como Grecia o Portugal para ponerse a la par de países como España e Italia, y en 2030 habrá superado a España e Italia para entrar en la “Esfera Nórdica” de desarrollo y continuar con su escalada hasta que en 2050 esté a la cabeza de los países nórdicos y de los países miembros de la Unión Europea en PIB per cápita.

Hoy, hablar de Lituania es hablar de un pequeño gran país que al igual que sus vecinos del norte tiene un Índice de Desarrollo Humano muy alto y está a la vanguardia en diferentes campos, como por ejemplo la educación, que tiene un sistema de excelencia en el que el 93% de la población tiene estudios medio-superiores (bachillerato) o universitarios, habla al menos dos idiomas extranjeros y sus estudiantes ocupan el primer lugar a nivel Unión Europea en matemáticas, tecnología y ciencias. También, los lituanos ocupan el puesto número uno a nivel Unión Europea en crecimiento de la competitividad, el puesto número 28 a nivel mundial en igualdad de género (superando a países como España, Francia, Estonia o Rusia), el puesto número 32 en libertad de prensa (superando así a países como Estados Unidos, Reino Unido o Rusia), y el puesto número 43 a nivel mundial en el Índice de Precepción de la Corrupción elaborado por Amnistía Internacional, encontrándose así en mejor situación que países como Italia, Grecia o la República Checa, y muy lejos de países como Rusia, México o Argentina.

En el sur de Europa y Estados Unidos, la mayoría de las personas relacionan a Lituania y a los países bálticos con el antiguo “Bloque del Este” debido a su forzada pertenencia a la extinta Unión Soviética, clasificando así al país como parte de Europa del Este. Sin embargo, Lituania es hoy un país más occidental que oriental, y con un modelo económico que va encaminado a que el país alcance el nivel de vida de Escandinavia en algunas unas décadas.

Referirse a Lituania como parte de Europa del Este es ya un error. Esta clasificación la podemos considerar obsoleta, ya que más que por razones geográficas y culturales, se dio por geopolítica durante la Guerra Fría, y en la actualidad la Unión Soviética ya no existe y la Guerra Fría terminó hace más de dos décadas, por lo que el término ha quedado obsoleto en lo que a Lituania se refiere, que además, hoy por hoy es una democracia al igual que España o el Reino Unido, y el país no está alineado en la esfera rusa en lo político, en lo económico y en lo cultural.

La integración de los países bálticos en la “Esfera Nórdica” es una realidad tan grande que son miembros observadores (candidatos a miembros en pleno derecho) del Consejo Nórdico, y aunque erróneamente sean clasificados como parte de Europa del Este en algunas ocasiones, hoy son clasificados como parte del norte de Europa por la división de estadística de Naciones Unidas y por EuroVoc (Unión Europea).

Además, los países bálticos también son miembros en pleno derecho del NB-8, del Banco Nórdico de Inversiones y del Grupo de Combate Nórdico de la OTAN. También han sido invitados a formar parte de NORDEFCO, una organización de cooperación militar similar a la OTAN creada por y para los países nórdicos.

En el 2014, referirse a Lituania como un país nórdico ya no es un atrevimiento, sino una realidad, pues el país está cada vez más integrado con sus vecinos del norte.

Hasta la creación del Consejo Nórdico en 1952 el término “nórdico” era aplicado a TODOS los países del norte de Europa, es decir, también era aplicado a los países bálticos: Lituania, Letonia y Estonia, más Finlandia, que antes de su ingreso al bloque nórdico en 1955 era también considerado un país báltico. La “Esfera Nórdica” – por llamarla de alguna manera – nació con la integración en un bloque de los países escandinavos: Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia. Posteriormente, continuó con la integración a dicho bloque de Finlandia, un país de raíces fino-urgías del norte de Europa. Y ahora la “Esfera Nórdica” está siendo ampliada a los países bálticos, lo que hará que dicha zona de influencia comprenda tres culturas muy parecidas pero a la vez muy diferentes:

- Cultura Escandinava: Dinamarca, Islandia, Noruega y Suecia.
- Cultura Fino-Urgía: Finlandia y Estonia.
- Cultura Báltica: Lituania y Letonia.

Todas estas situaciones hacen de Lituania un punto estratégico ya que como país nórdico y báltico (no eslavo), pero con lazos históricos con el antiguo “Bloque del Este”, Lituania se convierte en un punto imprescindible entre las relaciones de “Europa Oriental” o “Europa del Este” con Escandinavia y la Unión Europea. Además, gracias a su ubicación geográfica y a su integración en la Unión Europa y en la “Esfera Nórdica”, Lituania es un país muy competitivo y accesible a más de 700 millones de clientes, ya que está a no más de tres horas de la capital de cualquier país europeo.

Estos últimos veinte años pueden considerarse una historia de éxito para Lituania, pues ha recuperado su libertad, se ha implantado la democracia y ha aumentado el nivel de bienestar, hechos que le han valido para contar con el respaldo y la confianza de distintas organizaciones internacionales a las que pertenece como la Unión Europea o la OTAN.

Sin embargo, según el informe de investigación titulado “THE GREAT SHIFT: MACROECONOMIC PROJECTIONS FOR THE WORLD ECONOMY AT THE 2050 HORIZON” realizado por el Centre D’ Études Prospectives et D’ Informations Internationales (CEPII) con sede en París, Francia, los próximos 36 años serán realmente la historia de éxito para Lituania, pues en el año 2050 Lituania tendrá un PIB per cápita de USD 94435, siendo superado en la Unión Europea solamente por Luxemburgo (USD 105032) y por Estonia (USD 104418).

Evidentemente, al ser un país de tres millones de habitantes su economía jamás será del tamaño de la de países como Estados Unidos, Reino Unido, Japón o China, pero sin duda, la calidad de vida de sus habitantes va encaminada a estar entre las mejores del mundo.

¿Será el ingreso de Lituania en la Eurozona su comienzo como un país líder en la “Esfera Nórdica”?.

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