Como rezaba el lema de “Los Inmortales”, esa parece la situación actual de Orange y Euskaltel en el mercado vasco de telefonía móvil.
Euskaltel era hasta ahora el único operador móvil virtual del mercado español. Ofrecía servicios de telefonía móvil en Euskadi sin tener red propia, a través de un acuerdo con Amena (ahora Orange). Vistas las perspectivas de tener más competidores en esa área en breve, la empresa vasca ha dado un paso adelante y ha llegado a un acuerdo con Vodafone a partir de enero de 2007, dejando de lado el antiguo acuerdo con Orange.
Pero la firma francesa no se ha quedado de brazos cruzados. Han pasado a la ofensiva y actualmente trabajan para “quedarse” con los clientes de Euskaltel, que usan su red.
La postura de Orange es arriesgada y de incierto resultado, ya que en el País Vasco Orange no tiene clientes (Amena dejaba actuar a Euskaltel). Y dado que Euskaltel se ha ido con Vodafone, se han quedado de la noche a la mañana sin clientes en la Comunidad Autónoma Vasca.
Parece poco discutible el hecho de que los clientes son de Euskaltel. Es decir, Orange sólo prestaría la cobertura del servicio de telefonía móvil a Euskaltel, desconociendo los datos de estos abonados (número de teléfono, datos personales, etc). Estos 450.000 usuarios sólo facturan a la operadora vasca, quien les remite el recibo mensual a sus domicilios; lo que harán ahora es cambiar la red a la que se conectan los teléfonos móviles.
Pero Orange va a vender cara la derrota. Están ofreciendo ya a todos los clientes de contrato que se cambien de Euskaltel a Orange un descuento vitalicio del 50% en su factura. Y a los clientes prepago les dan otra tarjeta prepago con el doble de saldo del que dispongan actualmente.
Como respuesta, la empresa presidida por el exlehendakari Ardanza, lejos de arredrarse, ha mandado una carta a sus clientes explicando el cambio a Vodafone y les regala las llamadas entre móviles de la compañía todos los fines de semana hasta el 15 de febrero, además de ofrecerles un cambio de teléfono móvil gratis.
A todo esto, los usuarios de Euskaltel frotándose las manos, claro… a ver quién ofrece más por menos. Cosas del mercado y la libre competencia.
Veremos en qué acaba todo. De momento la batalla está siendo tan cruenta que la CMT va a tener que pronunciarse, dado que los vascos han ha pedido medidas cautelares. No es para menos, 450.000 clientes están en juego.
Euskaltel quiere que la CMT prohíba a la filial de France Télécom realizar un trabajo comercial directo con los usuarios de la compañía vasca. El jueves tendremos el veredicto.