La cita de este domingo no puede ser otra cosa que un trámite para él. No es para menos, ya que durante todo un año ha venido sudando un entorchado que ahora se le pone en bandeja. Y es que, Fernando Alonso tiene todas las papeletas para convertirse en bicampeón del mundo. El bicampeón más joven de la historia, por sumarle más meritos al asunto. “El sueño vuelve a estar muy cerca de las manos”, señala el asturiano.

Además, el alemán ya tiró la toalla. “Estoy aquí para ganar el título de constructores, el mundial lo doy por un imposible”, comenta el siete veces campeón del mundo. Y cuando un personaje de su talla afirma esas cosas, no lo hace en vano. Brasil casi con total seguridad volverá a ser ese Gran Premio talismán en el que Fernando Alonso se convierta en campeón. Van a tener que dedicarle alguna curva en el país americano…

No es que vaya a ser un hecho, pero casi. Todo puede pasar. Un pinchazo, el enésimo error de sus mecánicos, una colisión intencionada o no. Pero además de todo eso, a Michael Schumacher le tiene que salir todo extremadamente perfecto. Y ya son muchos condicionantes. Pero el que seguramente sea el mejor seguro para Alonso será la carencia de prisas y de necesidad de puntuar. Sin eso, no hay muchos riesgos y las posibilidades de tener un accidente se reducen.

Que la gente se prepare para felicitar al que seguramente sea el heredero de Schumacher y un futuro mito en el deporte de la Fórmula 1. Hay gente que desde luego tiene madera de campeón.