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Los sevillanos rompen la racha del CAI con un triunfo cimentado en el primer cuarto, y en la resistencia ante la posterior reacción maña
(79-59) Victoria de mucho peso para el Cajasol
Victor Diaz |
sábado, 29 de marzo de 2014, 20:22
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79- Cajasol: Satoransky (12), Bamforth (19), Mata (7), Porzingis (8), Balvin (10) -cinco inicial--; Landry (16), Hernangómez (-), Franch (3) y Urtasun (4). 
59- CAI Zaragoza: Llompart (3), Stefansson (7), Rudez (16), Sanikidze (6), Norel (2) --cinco inicial--; Roll (13), Tomàs (6), Tabu (-), Fontet (4) y McCauley (2). El equipo de Aíto salió con las pilas puestas después de la paliza sufrida en la capital de Euskadi, y firmó sin duda el mejor primer cuarto de toda la temporada -teniendo en cuenta la entidad de su adversario-, lo que fue decisivo para el devenir final del choque.
Como perros de presa
Garra, intensidad en su defensa zonal y buenas dosis de acierto en ataque que dejaron al CAI en tan sólo tres puntos en el primer parcial, un triple de Llompart al poco de empezar.
La canasta de su base, que ponía el 2-3, fue la única ventaja de la que gozó un equipo maño ahogado por la fuerza cajista a la hora de defender, y también por ciertas precipitaciones y desaciertos a la hora de lanzar.
Cajasol, por su parte, funcionaba a la perfección en todos sus aspectos. Un mate de Balvin tras una jugada conjunta "a lo Globetrotters" ponía el 17-3 antes de que Landry cogiera su fusil, y con tres triples casi seguidos colocara en el marcador un letal 25-3 (min 12).
Estábamos ya en los inicios del segundo cuarto, y entonces el CAI, obligado a reaccionar, aprovechó unos minutos posiblemente de relajación por parte de los locales para apretar un poco el marcador gracias al acierto de Stefansson y de Fontet.
Entre ambos firmaron un parcial de 0-9 (25-12, min 15) que dio ciertas esperanzas al CAI. Mas, por fortuna para el Cajasol, los de Aíto volvieron a la senda de las ganas y la efectividad atrás para impedir que el CAI se acercara aún más. El acierto de Porzingis y un triple de Satoransky sobre la bocina -en respuesta a otro de Rudez- dejaron la renta cajista en 16 puntos, 36-20 al descanso.
Reacción a triple limpio...
Pero era complicado que no aparecieran alguna vez los exteriores zaragozanos; y así, en la reanudación, entre Rudez y Roll comenzaron a ametrallar el aro cajista, coincidiendo con un visible bajón de intensidad atrás en los locales.
Los jugadores cajistas ya no conseguían llegar tan cerca de sus adversarios a la hora de los tiros como hasta entonces, lo que confería al CAI mayor comodidad para la ejecución de los mismos.
Además, el cambio de José Luis Abós a defensa zonal hizo estragos en el ataque del Cajasol; y cuando Rudez puso el 46-40 (min 27) todos estaban convencidos de que había partido.
Y más cuando, tras un mini tirón sevillano, un nuevo triple de Roll dejaba al CAI bien cerca con casi todo el último cuarto por delante (57-53, min 31). San Pablo apelaba a la resistencia titánica de los suyos.
...pero sin culminar
Fue, no obstante, el canto del cisne para los visitantes. El Cajasol volvió a acercarse a los fundamentos y la efectividad defensiva del primer cuarto; y firmó un decisivo parcial de 10-0 (67-53, min. 35) con dos triples de un gran Bamforth (19 puntos + 9 rebotes), una canasta de Satoransky y un mate tras robo del escolta norteamericano.
El CAI, fundido y desmoralizado, tardó poco en tirar la toalla. Sólo Sanikidze, momentáneamente, se resistía a la rendición (67-57); pero de nada les valió. Porque ya los tiros les dejaron de entrar, y porque el Cajasol les dio la puntilla con un triple de Mata y con la seguridad desde la personal de Balvin.
Así pues, el Cajasol afronta la visita al invicto líder madridista tras haber conseguido una victoria de peso y de prestigio ante uno de los equipos más en forma actualmente de la ACB y, quizás lo más importante, tras haber recuperado las sensaciones perdidas no ya sólo en el Buesa Arena, sino también en el victorioso compromiso de hace dos semanas frente al Valladolid. El CAI, por su parte, se aleja un poco de la cuarta plaza, aunque continúa cómodamente instalado, de forma provisional, entre los ocho mejores de la Liga Endesa.
| Sala de prensa | |
José Luis Abós (Entrenador del CAI Zaragoza) “El partido es fácil de explicar. El inicio ha marcado todo el transcurrir del mismo; el parcial de 22-3 lo dice todo. Hemos tenido un absoluto desacierto en ataque, y ellos han jugado con una intensidad tremenda en defensa, sin darnos opciones de hacer buenos tiros. En defensa hemos salido muy blandos, dejando circular cómodamente el balón, con penetraciones fáciles, rebotes de ataque… Ha sido un primer cuarto para olvidar, y a partir de ahí no quedaba otra que remar. Cambiamos a zona para parar el alto ritmo de ataque del Cajasol, y sobre todo el ritmo del partido. Conseguimos el objetivo, nos metimos en el partido durante el segundo y tercer cuartos, pero no llegamos a completar la remontada ante un equipo que ha hecho un trabajo excelente. La diferencia ha estado en la sensación de un equipo que va a cien por hora, y otro que va a cincuenta”. | Aíto García Reneses (Entrenador del Cajasol) “Victoria muy importante, con un primer cuarto espectacular. Luego hemos tenido problemas por lo mal que hemos atacado la defensa en zona del CAI; y además, cuando vas ganando por tanta diferencia empiezas a hacer resúmenes, y éstos hay que hacerlos al final. Por suerte el 22-3 lo hemos conseguido ante un equipo que está arriba, lo que nos ha impedido pensar que el partido ya estaba ganado. El error ha estado en no meter el balón dentro de vez en cuando al atacar la zona; hay que tener un equilibrio, no sólo tirar desde fuera. No obstante, la ventaja nos ha permitido capear el temporal, y al final hemos ganado con holgura y con cosas interesantes como, una vez más, los nueve rebotes de Bamforth. Porque los rebotes que salen largos y que no son para los hombres grandes hay que ir a por ellos; y Bamforth lo hace”. |
(79-59) Victoria de mucho peso para el Cajasol | ||||||||||
| Los sevillanos rompen la racha del CAI con un triunfo cimentado en el primer cuarto, y en la resistencia ante la posterior reacción maña | ||||||||||
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El equipo de Aíto salió con las pilas puestas después de la paliza sufrida en la capital de Euskadi, y firmó sin duda el mejor primer cuarto de toda la temporada -teniendo en cuenta la entidad de su adversario-, lo que fue decisivo para el devenir final del choque.
Como perros de presa Garra, intensidad en su defensa zonal y buenas dosis de acierto en ataque que dejaron al CAI en tan sólo tres puntos en el primer parcial, un triple de Llompart al poco de empezar. La canasta de su base, que ponía el 2-3, fue la única ventaja de la que gozó un equipo maño ahogado por la fuerza cajista a la hora de defender, y también por ciertas precipitaciones y desaciertos a la hora de lanzar.
Cajasol, por su parte, funcionaba a la perfección en todos sus aspectos. Un mate de Balvin tras una jugada conjunta "a lo Globetrotters" ponía el 17-3 antes de que Landry cogiera su fusil, y con tres triples casi seguidos colocara en el marcador un letal 25-3 (min 12).
Estábamos ya en los inicios del segundo cuarto, y entonces el CAI, obligado a reaccionar, aprovechó unos minutos posiblemente de relajación por parte de los locales para apretar un poco el marcador gracias al acierto de Stefansson y de Fontet.
Entre ambos firmaron un parcial de 0-9 (25-12, min 15) que dio ciertas esperanzas al CAI. Mas, por fortuna para el Cajasol, los de Aíto volvieron a la senda de las ganas y la efectividad atrás para impedir que el CAI se acercara aún más. El acierto de Porzingis y un triple de Satoransky sobre la bocina -en respuesta a otro de Rudez- dejaron la renta cajista en 16 puntos, 36-20 al descanso.
Reacción a triple limpio... Pero era complicado que no aparecieran alguna vez los exteriores zaragozanos; y así, en la reanudación, entre Rudez y Roll comenzaron a ametrallar el aro cajista, coincidiendo con un visible bajón de intensidad atrás en los locales.
Los jugadores cajistas ya no conseguían llegar tan cerca de sus adversarios a la hora de los tiros como hasta entonces, lo que confería al CAI mayor comodidad para la ejecución de los mismos.
Además, el cambio de José Luis Abós a defensa zonal hizo estragos en el ataque del Cajasol; y cuando Rudez puso el 46-40 (min 27) todos estaban convencidos de que había partido. Y más cuando, tras un mini tirón sevillano, un nuevo triple de Roll dejaba al CAI bien cerca con casi todo el último cuarto por delante (57-53, min 31). San Pablo apelaba a la resistencia titánica de los suyos.
...pero sin culminar Fue, no obstante, el canto del cisne para los visitantes. El Cajasol volvió a acercarse a los fundamentos y la efectividad defensiva del primer cuarto; y firmó un decisivo parcial de 10-0 (67-53, min. 35) con dos triples de un gran Bamforth (19 puntos + 9 rebotes), una canasta de Satoransky y un mate tras robo del escolta norteamericano.
El CAI, fundido y desmoralizado, tardó poco en tirar la toalla. Sólo Sanikidze, momentáneamente, se resistía a la rendición (67-57); pero de nada les valió. Porque ya los tiros les dejaron de entrar, y porque el Cajasol les dio la puntilla con un triple de Mata y con la seguridad desde la personal de Balvin.
Así pues, el Cajasol afronta la visita al invicto líder madridista tras haber conseguido una victoria de peso y de prestigio ante uno de los equipos más en forma actualmente de la ACB y, quizás lo más importante, tras haber recuperado las sensaciones perdidas no ya sólo en el Buesa Arena, sino también en el victorioso compromiso de hace dos semanas frente al Valladolid. El CAI, por su parte, se aleja un poco de la cuarta plaza, aunque continúa cómodamente instalado, de forma provisional, entre los ocho mejores de la Liga Endesa.
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