Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Reseña | Literatura
Con el escritor argentino César Aira no dejo de tener problemas

La mente de Aira

|

Desde hace un tiempo se viene hablando de los raros de la narrativa contemporánea en castellano. Ahora, intentemos entender a qué nos referimos cuando catalogamos a un escritor de raro. Al respecto se pueden decir muchas cosas, podemos pasar horas de horas buscando definiciones, hurgando en la tradición, tensando el discurso pedante para pintarnos de inteligentes e interesantes. En lo personal, no me hago problemas. Llamamos raros a los escritores que hacen obra en la más absoluta libertad, a aquellos que conociendo la tradición idiomática a la que pertenecen, la trastocan en pos del reforzamiento de su poética. Pintarse de raro u original, en primera instancia, podría ser lo más fácil en el oficio literario, como si bastara un argumento sugerente, una escritura de corte experimental, al menos esta parece ser la idea. Por eso hoy en día nos topamos con muchos escritores que apelan a la supuesta originalidad, a los que no demoramos en calificar de estafadores y vendedores de sebo de culebra.


continuacion
Con el escritor argentino César Aira no dejo de tener problemas. Lo he leído como a pocos y pese a que no sintonice con su poética, puedo decir que es uno de los más originales y proyectivos en castellano, de los pocos que dejarán huella, una escuela. ¿Raro?... ¿Original?... Lo justo sería no perdernos en potenciales definiciones, puesto que Aira es quien más ha explorado en las fronteras de la escritura, y con este detalle basta y sobra. Cada novela suya es una puerta abierta a un universo distinto y entre ellas ocasionalmente encontramos lazos en común. Entonces, si nos preguntamos en qué radica su originalidad/rareza, no tendríamos que ir a sus libros, sino a su cabeza, a su mente.

Si deseamos ingresar a su almacén de secretos, qué mejor que explorando las páginas de ‘Continuación de ideas diversas’ (Ediciones UDP, 2014), en donde el autor cabalga en los caprichos de la memoria y de la reflexión, que bien dan forma a esa caja china de la que extrae todos los recursos que nutren sus ficciones/maldades. Aquí el escritor escribe de todo, de películas, sueños, libros, autores, héroes de historietas y de su familia, en la voz de la primera persona y en pasado. Accedemos pues a su mente y somos partícipes de su mirada, en una suerte de viaje calmado y psicodélico que nos permite tener nociones de los tópicos que lo alimentan como el estupendo y referencial creador que es y que también nos muestra su posición política ante la vida, porque Aira es un escritor político, mucho más político de lo que podamos pensar.

La mente de Aira

Con el escritor argentino César Aira no dejo de tener problemas
Gabriel Ruiz Ortega
lunes, 24 de marzo de 2014, 07:43 h (CET)
Desde hace un tiempo se viene hablando de los raros de la narrativa contemporánea en castellano. Ahora, intentemos entender a qué nos referimos cuando catalogamos a un escritor de raro. Al respecto se pueden decir muchas cosas, podemos pasar horas de horas buscando definiciones, hurgando en la tradición, tensando el discurso pedante para pintarnos de inteligentes e interesantes. En lo personal, no me hago problemas. Llamamos raros a los escritores que hacen obra en la más absoluta libertad, a aquellos que conociendo la tradición idiomática a la que pertenecen, la trastocan en pos del reforzamiento de su poética. Pintarse de raro u original, en primera instancia, podría ser lo más fácil en el oficio literario, como si bastara un argumento sugerente, una escritura de corte experimental, al menos esta parece ser la idea. Por eso hoy en día nos topamos con muchos escritores que apelan a la supuesta originalidad, a los que no demoramos en calificar de estafadores y vendedores de sebo de culebra.


continuacion
Con el escritor argentino César Aira no dejo de tener problemas. Lo he leído como a pocos y pese a que no sintonice con su poética, puedo decir que es uno de los más originales y proyectivos en castellano, de los pocos que dejarán huella, una escuela. ¿Raro?... ¿Original?... Lo justo sería no perdernos en potenciales definiciones, puesto que Aira es quien más ha explorado en las fronteras de la escritura, y con este detalle basta y sobra. Cada novela suya es una puerta abierta a un universo distinto y entre ellas ocasionalmente encontramos lazos en común. Entonces, si nos preguntamos en qué radica su originalidad/rareza, no tendríamos que ir a sus libros, sino a su cabeza, a su mente.

Si deseamos ingresar a su almacén de secretos, qué mejor que explorando las páginas de ‘Continuación de ideas diversas’ (Ediciones UDP, 2014), en donde el autor cabalga en los caprichos de la memoria y de la reflexión, que bien dan forma a esa caja china de la que extrae todos los recursos que nutren sus ficciones/maldades. Aquí el escritor escribe de todo, de películas, sueños, libros, autores, héroes de historietas y de su familia, en la voz de la primera persona y en pasado. Accedemos pues a su mente y somos partícipes de su mirada, en una suerte de viaje calmado y psicodélico que nos permite tener nociones de los tópicos que lo alimentan como el estupendo y referencial creador que es y que también nos muestra su posición política ante la vida, porque Aira es un escritor político, mucho más político de lo que podamos pensar.

Noticias relacionadas

El hombre ocupa el área ocre de la pista. La mujer, el área aceituna. El hombre, debajo de una mesa liviana. Cerca y silencioso, un enanito disfrazado de enanito de jardín. El haz del “buscador”, quieto, lo ilumina. Se enloquece. Se pasea por el área ocre. Se detiene en el hombre: Romeo, el italiano. Habrán de imaginárselo: candor.

Resulta admirable encontrarse con un libro que guarda sus raíces en la investigación académica y en la fusión de las pasiones por la tradición oral y la ilustración. La cantidad de datos, citas, reflexiones minuciosas, relatos, trazos y nombres aparecen de una manera tan acertada, que en conjunto configuran ese terreno seguro donde entregarnos confiadamente a la lectura.

En el finísimo camino del hilo casi invisible / la araña desafíala terca gravedad y la engañosa distancia, / el hierro se desgastacon el frotar de la ventana, / casi una imperceptible sinfonía endulza el ambiente / cuando el viento transitaentre las grietas de la madera, / al mismo tiempo, / dos enamorados entregan su saliva el uno al otro / como si fueran enfermos recibiendo una transfusión.



 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto