En el PSOE corren tiempos de incertidumbre. Abocado el partido a unas Elecciones Primarias, en las que se elegirá el candidato socialista a las Elecciones Generales, los movimientos internos consumen una buena parte, quizás la más importante, de la energía del partido.

Según lo decidido por el Comité Federal, que es el máximo órgano del Partido entre congresos, aún quedan ocho meses para que se celebren; y serán cinco meses después de que los españoles, con su voto en las Elecciones al Parlamento Europeo, manifiesten cuál es su grado de satisfacción con los socialistas actuales. Por esta razón, de momento y oficialmente, los posiciona-mientos e intereses de Las Primarias, que existen, se guardan entre los propios y sólo se comentan entre afines y en sordina.

Será después, a la vista de los resultados de “las europeas”, cuando de-finitivamente se postulen candidatos, se busquen y otorguen avales; y cuando cada uno tome la decisión de a quién entregar su confianza.

Lo anterior no obstante, hay algunos que, soslayando la contingencia electoral inmediata, han empezado a maniobrar para “colocar”, o “descolocar”, en el punto de salida a algunos de los candidatos.

Un ejemplo de estas maniobras es la surgida hace unos días en dos dia-rios madrileños que normalmente no van al alimón pero que en este caso pare-cen de acuerdo: El Mundo y La Razón.

Las noticias de El Mundo aparecieron de improviso y hubieron de pasar algunas horas para que, después de la presentación del libro de uno de los posibles candidatos socialistas a primarias, en la célebre librería Blanquerna de Madrid, alguien hilara fino y se fijara en dos de las personas que, de la mano de Jordi Évole, habían hecho con él unos programas de televisión: José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro José Ramírez.

Sabiendo que el segundo, Pedrojota, fue en su tiempo el periodista de cabecera, y de cabeza, del primero, ZP, cuando éste fue Presidente del Gobierno, no fue difícil aventurar el motivo por el que El Mundo, aún con Pedro Jota defenestrado, se prestaba a la maniobra que, se dice, sirve a los intereses de Rodríguez Zapatero. Sólo hubo que hacer un par de llamadas y una consul-ta puntual para saber qué pretendía Rodríguez Zapatero.

Las mismas noticias, o muy parecidas, surgieron al mismo tiempo en La Razón, de la mano de Esther Palomera, la periodista de ese periódico que si-gue el día a día de las filas socialistas. Y fue necesario echar un vistazo atrás para entrever, y encontrar el día 18 de abril del 2013, el motivo que, dicho por ella misma, parecía animar a Palomera: “Madina piensa postularse para liderar el PSOE”.

Siguiendo los contactos que la periodista tiene en el Congreso de los Di-putados, un grupo de diputados socialistas encontraron los medios por los que se hizo llegar “la noticia” a la periodista de La Razón: el grupúsculo de “chicas jóvenes con escaño” que, según ellos, está en sintonía con Palomera y “creó la noticia para ella”.

El hecho, verdadero o falso, que El Mundo y La Razón convirtieron en noticia, hablaba de 4 posibles candidatos a las Primarias socialistas para con-currir en las próximas Elecciones Generales: Pérez Rubalcaba, Carme Chacón, Eduardo Madina y Pedro Sánchez.

Conocidos los tres primeros y admitido Pedro Sánchez como el cuarto en concordia, o en discordia, el razonamiento, de esos mismos socialistas, es simple: La inclusión de Pedro Sánchez no tiene otro objeto que “…quemar y minar sus aspiraciones” en beneficio de Eduardo Madina, a quien apunta Esther Palomera en La Razón y que, como se sabe, es el candidato de José Luis Rodríguez Zapatero para Primarias.

Tras la conclusión, entre las filas socialistas ha empezado a aparecer un temor, más que fundado, a las iniciativas y maniobras que puedan venir del último, y peor, Presidente del Gobierno. Y es que si ZP no está satisfecho del empleo de “jarrón chino”, que le atribuye Iñaki Anasagasti en su último libro, puede ocurrir cualquier cosa…

Hasta que El Mundo de García Abadillo y La Razón de Paco Marhuenda, con Pedro Jota de costado y Esther Palomera de bandera, se conviertan en las herramientas útiles, necesarias y baratas, para hacer posible la maniobra de colocar a Eduardo Madina por delante de Pedro Sánchez.