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Psicología y sexualidad
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Hay veces que las caricias no dependen sólo de la intensidad o la suavidad o de las partes acariciadas

Besos húmedos: sexo oral

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Los reyes de las relaciones son la piel y el tacto pero aún lo son más los comportamientos, las fantasías sexuales y las emociones que asociamos a los besos. Si la boca se implica y besa con labios y lengua los órganos genitales del amante, puede llevarle a la excitación, a expresar pasión y ternura, y puede utilizarlo como recurso para recuperar el deseo anestesiado.

A las amantes les suele gustar el beso en las zonas genitales ... lamer y chupar el pene de su compañero, acariciándole con toda la boca, jugando con él ... Este placer sensorial les atrae y les excita como a su amante. Igual que los hombres disfrutan y se excitan cuando besan y chupan el clítoris, y la vulva de ella.

Este es un placer que se comparte, no una obligación. Ya que hay mujeres y hombres que no les agradan estos besos, y harán bien en evitarlos. Algunas veces no es recíproco y de ahí viene el rechazo. Uno de ellos quiere que el otro lo haga pero el otro no desea corresponder. En ocasiones es la falta de higiene, lo que tiene una sólución fácil : lavarse bien antes del encuentro.

Otras veces uno de los dos desea recibir besos, pero no se atreve a pedirlo por miedo al rechazo ... En cualquier comportamiento erótico, tomar la iniciativa, pedirlo, compartirlo y establecer límites sobre cómo llegar o no al orgasmo, es cosa de la pareja. Ellos tendrán que valorar si es un placer para ellos, si es algo innovador en su relación sexual. Si utilizan un recurso para recuperar el deseo sexual o si es una obligación que puede ser rechazada en su relación sexual.

¿Sabes abandonarte? Los que han perdido el interés sexual pero quieren recuperar el deseo, la capacidad para abandonarse, dejar que su pareja les mime y perder el control ... Que es el preámbulo para acceder al coito y al orgasmo. Los amantes se tocan y acarician la piel, se hacen arrumacos, es decir manifiestan la ternura combinando el tacto con la pasión. Ya desde 1976 el Informe Hite manifestó que muchas mujeres desean que el contacto físico y la intimidad se valoren por sí mismos no sólo como la antesala del coito y del orgasmo.

Hay veces que las caricias no dependen sólo de la intensidad o la suavidad o de las partes acariciadas, sino como ocurre con los besos, de la situación en la que se encuentren los amantes, de quién sea el amante que las ofrezca, que pueden ser caricias sobre la piel o por encima de la ropa.

Así se despierta el placer de todos los sentidos y de las sensaciones que intervienen en el comportamiento erótico, lo que acondiciona el escenario erótico. Por eso si cultivamos nuestra sensualidad y las sensaciones que la acompañan ... Si somos más sensuales y menos esfinges, nuestro cuerpo está más vivo y sensible y nuestra sexualidad será más intensa, así recuperamos el deseo que quizá lleva tiempo anestesiado.

Y si quieres despertar el deseo pero si tu solo no lo consigues, consulta a un sexólogo para que toda esta riqueza sensorial forme parte de ti y de tu placer sexual.

Tienes que pararte a apreciar los olores, los gustos, tactos, los sonidos, las tensiones y la tranquilidad que siente tu cuerpo y el de tu pareja, y disfrutar de lo que le suele excitar más ... Convierte tu cuerpo en tu compañero erótico, el que te da más placer y te devuelve una amplia gama de registros, listos para gozar intensamente.

Besos húmedos: sexo oral

Hay veces que las caricias no dependen sólo de la intensidad o la suavidad o de las partes acariciadas
Ana de Calle
lunes, 10 de marzo de 2014, 08:01 h (CET)
Los reyes de las relaciones son la piel y el tacto pero aún lo son más los comportamientos, las fantasías sexuales y las emociones que asociamos a los besos. Si la boca se implica y besa con labios y lengua los órganos genitales del amante, puede llevarle a la excitación, a expresar pasión y ternura, y puede utilizarlo como recurso para recuperar el deseo anestesiado.

A las amantes les suele gustar el beso en las zonas genitales ... lamer y chupar el pene de su compañero, acariciándole con toda la boca, jugando con él ... Este placer sensorial les atrae y les excita como a su amante. Igual que los hombres disfrutan y se excitan cuando besan y chupan el clítoris, y la vulva de ella.

Este es un placer que se comparte, no una obligación. Ya que hay mujeres y hombres que no les agradan estos besos, y harán bien en evitarlos. Algunas veces no es recíproco y de ahí viene el rechazo. Uno de ellos quiere que el otro lo haga pero el otro no desea corresponder. En ocasiones es la falta de higiene, lo que tiene una sólución fácil : lavarse bien antes del encuentro.

Otras veces uno de los dos desea recibir besos, pero no se atreve a pedirlo por miedo al rechazo ... En cualquier comportamiento erótico, tomar la iniciativa, pedirlo, compartirlo y establecer límites sobre cómo llegar o no al orgasmo, es cosa de la pareja. Ellos tendrán que valorar si es un placer para ellos, si es algo innovador en su relación sexual. Si utilizan un recurso para recuperar el deseo sexual o si es una obligación que puede ser rechazada en su relación sexual.

¿Sabes abandonarte? Los que han perdido el interés sexual pero quieren recuperar el deseo, la capacidad para abandonarse, dejar que su pareja les mime y perder el control ... Que es el preámbulo para acceder al coito y al orgasmo. Los amantes se tocan y acarician la piel, se hacen arrumacos, es decir manifiestan la ternura combinando el tacto con la pasión. Ya desde 1976 el Informe Hite manifestó que muchas mujeres desean que el contacto físico y la intimidad se valoren por sí mismos no sólo como la antesala del coito y del orgasmo.

Hay veces que las caricias no dependen sólo de la intensidad o la suavidad o de las partes acariciadas, sino como ocurre con los besos, de la situación en la que se encuentren los amantes, de quién sea el amante que las ofrezca, que pueden ser caricias sobre la piel o por encima de la ropa.

Así se despierta el placer de todos los sentidos y de las sensaciones que intervienen en el comportamiento erótico, lo que acondiciona el escenario erótico. Por eso si cultivamos nuestra sensualidad y las sensaciones que la acompañan ... Si somos más sensuales y menos esfinges, nuestro cuerpo está más vivo y sensible y nuestra sexualidad será más intensa, así recuperamos el deseo que quizá lleva tiempo anestesiado.

Y si quieres despertar el deseo pero si tu solo no lo consigues, consulta a un sexólogo para que toda esta riqueza sensorial forme parte de ti y de tu placer sexual.

Tienes que pararte a apreciar los olores, los gustos, tactos, los sonidos, las tensiones y la tranquilidad que siente tu cuerpo y el de tu pareja, y disfrutar de lo que le suele excitar más ... Convierte tu cuerpo en tu compañero erótico, el que te da más placer y te devuelve una amplia gama de registros, listos para gozar intensamente.

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