Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | España | Sociedad
Defender lo que ya se sabe que no se cumplirá, constituye vil engaño

Cinismo político

|

Este lenguaje hipócrita y cínico, que tanto utilizan muchos políticos, es lo que más desacredita la política. El doble y falso lenguaje. Tanto el heroico como el salvavidas. No es necesario citar nombres -de aquí y de allí-, para no reducir a anécdota la categoría. Además, estos dias están en la mente de todos.

Decir lo que no se piensa es cinismo puro. Proclamar como propio lo que no es más que una consigna de partido, es simple teatro. Defender lo que ya se sabe que no se cumplirá, constituye vil engaño.

El cinismo, la hipocresía y la mentira no son instrumentos honestos ni válidos para la gobernación. La política -se repite- es el arte de lo posible, y de hacer posible lo que parece imposible. Pero no con artimañas engañosas e impuras. Las conductas y los medios innobles o sucios, enmierdan los objetivos más nobles, los idealismos más legítimos y las ansias de estabilidad más necesarias.

Todo puede defenderse en democracia, pero con sinceridad y honestamente. No con engaños ni imposiciones, de ‘iure’ o de ‘facto’. No atribuyéndose la representación de todos, cuando sólo se cuenta con la de una parte, dividiendo así a una sociedad plural. Esto contradice el principio democrático de la buena fe y el respeto al otro. El mismo fundamento de la convivencia.

Como en la circulación, la buena convivencia requiere razonables reglas de tráfico a respetar por todos; reglas democráticamente establecidas. Son las leyes justas en su contenido y aprobadas por los auténticos representantes de la sociedad. Solo sin estos requisitos, imprescindibles, y avalados por los órganos judiciales, podría apelarse, ‘in extremis’, a la insumisión pacífica. La rebelión abre las compuertas al caos.

En situaciones de grave tensión, generalmente alentadas por intereses partidarios o posicionamientos temerarios, y en que el apasionamiento suele ofuscar la razón, no se repara en los medios, que se creen justificados por inmovilismos trasnochados, de unos, o por idealismos quiméricos, de otros. Estamos en una de estas situaciones, que casi nadie quiere, pero que demasiados se dejan llevar por la fuerza del viento, quizás de un viento soplado entrebastiadores, con más o menos buena o mala fe, con ánimo redentor de espesas nieblas pero con consecuencias devastadoras.

Por esto es tan importante para la ciudadanía, para el pueblo llano, detectar bien y a tempo el grado de cinismo, hipocresía o engaño de los discursos políticos, de todo signo, que pretenden perpetuarle inmerecidamente en el inmovilismo o arrastrarle en la aventura de la rebelión. El tráfico político tiene su código legal. .

Cinismo político

Defender lo que ya se sabe que no se cumplirá, constituye vil engaño
Wifredo Espina
lunes, 10 de marzo de 2014, 07:32 h (CET)
Este lenguaje hipócrita y cínico, que tanto utilizan muchos políticos, es lo que más desacredita la política. El doble y falso lenguaje. Tanto el heroico como el salvavidas. No es necesario citar nombres -de aquí y de allí-, para no reducir a anécdota la categoría. Además, estos dias están en la mente de todos.

Decir lo que no se piensa es cinismo puro. Proclamar como propio lo que no es más que una consigna de partido, es simple teatro. Defender lo que ya se sabe que no se cumplirá, constituye vil engaño.

El cinismo, la hipocresía y la mentira no son instrumentos honestos ni válidos para la gobernación. La política -se repite- es el arte de lo posible, y de hacer posible lo que parece imposible. Pero no con artimañas engañosas e impuras. Las conductas y los medios innobles o sucios, enmierdan los objetivos más nobles, los idealismos más legítimos y las ansias de estabilidad más necesarias.

Todo puede defenderse en democracia, pero con sinceridad y honestamente. No con engaños ni imposiciones, de ‘iure’ o de ‘facto’. No atribuyéndose la representación de todos, cuando sólo se cuenta con la de una parte, dividiendo así a una sociedad plural. Esto contradice el principio democrático de la buena fe y el respeto al otro. El mismo fundamento de la convivencia.

Como en la circulación, la buena convivencia requiere razonables reglas de tráfico a respetar por todos; reglas democráticamente establecidas. Son las leyes justas en su contenido y aprobadas por los auténticos representantes de la sociedad. Solo sin estos requisitos, imprescindibles, y avalados por los órganos judiciales, podría apelarse, ‘in extremis’, a la insumisión pacífica. La rebelión abre las compuertas al caos.

En situaciones de grave tensión, generalmente alentadas por intereses partidarios o posicionamientos temerarios, y en que el apasionamiento suele ofuscar la razón, no se repara en los medios, que se creen justificados por inmovilismos trasnochados, de unos, o por idealismos quiméricos, de otros. Estamos en una de estas situaciones, que casi nadie quiere, pero que demasiados se dejan llevar por la fuerza del viento, quizás de un viento soplado entrebastiadores, con más o menos buena o mala fe, con ánimo redentor de espesas nieblas pero con consecuencias devastadoras.

Por esto es tan importante para la ciudadanía, para el pueblo llano, detectar bien y a tempo el grado de cinismo, hipocresía o engaño de los discursos políticos, de todo signo, que pretenden perpetuarle inmerecidamente en el inmovilismo o arrastrarle en la aventura de la rebelión. El tráfico político tiene su código legal. .

Noticias relacionadas

Alberga la voz protocolo acepciones varias. La cuarta de ellas, siguiendo al DRAE, define esta palabra como ”secuencia detallada de un proceso de actuación científica, técnica, médica, etc.”. Al parecer, todo protocolo supone una garantía para evitar decisiones improvisadas en los distintos ámbitos y tranquilizar, de paso, a los destinatarios de la actuación, que pueden ser los miembros de un colectivo concreto o, en algunos casos, toda la población.

Si algo nos va quedando claro, es la enorme complicación de la cual formamos parte activa. El cielo nos plantea retos de altura si queremos ser consecuentes y la materia resulta muy superficial, la mayor parte es indetectable en el Universo como materia oscura. Las energías y las condensaciones nos traen de cabeza, hasta el punto de que avanzamos sin avanzar, de ver sin ver, o muchas situaciones similares.

Hoy comienzan las elecciones en la India. Están habilitados para votar más de 960 millones de habitantes en comicios de formato singular que van a durar 44 días. El país encarna la mayor democracia del mundo y, a diferencia de lo que suele acontecer en occidente, se espera un incremento del número de ciudadanos que acudan a las urnas.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto