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Cristóbal Villalobos

Cultura encadenada

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Esta semana les escribo habiendo rebasado los límites del hastío. No llegué a esta desagradable situación porque no tenga nada que hacer, ni que escribir. Alcanzo los límites de la paciencia humana, algunos podrán decir que tengo muy poca, gracias a la inestimable ayuda de los políticos españoles. Perdóneme aquel que se ofenda por adjetivarle como español.

Y es que siempre es la misma historia. Unos ofenden con sus actos y palabras, mientras los otros responden reiteradamente con lo mismo, con lo de siempre. Ya saben quienes son estos señores, e incluso puede que algunos de ellos tengan razón, para mí la suelen tener aquellos que actualmente no gobiernan. Pero espero que esta opinión no me desacredite ante nadie en este país de extremistas.

Lo que quiero deciros, quizá con poca claridad, es que estoy extenuado de escuchar día tras día los mismo discursos. Me encuentro aburrido de leer día tras día idénticos problemas, que los políticos se encargan de no solucionar. Ahora que empiezan una serie de extraños actos de partido, una especie de no oficial campaña electoral, me veo en la obligación de quitar el telediario hasta que éste llega a la sección de deportes.

Sin embargo si me veo con fuerzas de criticar una noticia que ha pasado desapercibida. Me refiero a las medidas que se están estudiando para continuar con el proteccionismo estatal en materia de cine. Proteccionismo que sirve para crear películas infumables, financiadas por nosotros mismo y que , con honrosas excepciones, no ven más que los intelectuales más trasnochados.

Se está hablando de poner impuestos y cánones para los doblajes de películas extranjeras, así como subir los cánones a los DVD o subir las entradas a las películas extranjeras. No sé si se consideraran así las películas europeas, de ser así, todo esto atentaría contra el mercado común europeo. Pero aún no siendo así, todas estas medidas atentan contra nuestra propia Libertad.

Son medidas típicas de regímenes autoritarias, ya sean de izquierda o de derecha. Están encaminadas a obligarnos a ver aquello que le interesa al poder. Controlando el cine, y con formas similares el resto de nuestra cultura, conseguirán controlar nuestras propias ideas y hacernos partícipes de lo políticamente correcto. Y además se consigue dar de comer a aquellos pijos-progres que dominan el cine español y que tanto ayudaron al PSOE a alcanzar el poder.

Cultura encadenada

Cristóbal Villalobos
Cristóbal Villalobos
lunes, 9 de octubre de 2006, 05:04 h (CET)
Esta semana les escribo habiendo rebasado los límites del hastío. No llegué a esta desagradable situación porque no tenga nada que hacer, ni que escribir. Alcanzo los límites de la paciencia humana, algunos podrán decir que tengo muy poca, gracias a la inestimable ayuda de los políticos españoles. Perdóneme aquel que se ofenda por adjetivarle como español.

Y es que siempre es la misma historia. Unos ofenden con sus actos y palabras, mientras los otros responden reiteradamente con lo mismo, con lo de siempre. Ya saben quienes son estos señores, e incluso puede que algunos de ellos tengan razón, para mí la suelen tener aquellos que actualmente no gobiernan. Pero espero que esta opinión no me desacredite ante nadie en este país de extremistas.

Lo que quiero deciros, quizá con poca claridad, es que estoy extenuado de escuchar día tras día los mismo discursos. Me encuentro aburrido de leer día tras día idénticos problemas, que los políticos se encargan de no solucionar. Ahora que empiezan una serie de extraños actos de partido, una especie de no oficial campaña electoral, me veo en la obligación de quitar el telediario hasta que éste llega a la sección de deportes.

Sin embargo si me veo con fuerzas de criticar una noticia que ha pasado desapercibida. Me refiero a las medidas que se están estudiando para continuar con el proteccionismo estatal en materia de cine. Proteccionismo que sirve para crear películas infumables, financiadas por nosotros mismo y que , con honrosas excepciones, no ven más que los intelectuales más trasnochados.

Se está hablando de poner impuestos y cánones para los doblajes de películas extranjeras, así como subir los cánones a los DVD o subir las entradas a las películas extranjeras. No sé si se consideraran así las películas europeas, de ser así, todo esto atentaría contra el mercado común europeo. Pero aún no siendo así, todas estas medidas atentan contra nuestra propia Libertad.

Son medidas típicas de regímenes autoritarias, ya sean de izquierda o de derecha. Están encaminadas a obligarnos a ver aquello que le interesa al poder. Controlando el cine, y con formas similares el resto de nuestra cultura, conseguirán controlar nuestras propias ideas y hacernos partícipes de lo políticamente correcto. Y además se consigue dar de comer a aquellos pijos-progres que dominan el cine español y que tanto ayudaron al PSOE a alcanzar el poder.

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