Juan Perón dijo en su tiempo: "¿alguna vez a Uds. vieron un dólar?", en plena crisis financiera en su momento. Esta frase dicha frente a una multitud en Plaza de Mayo, enfervorizada y ansiosa del mensaje salvador del General, adquiere hoy un significado valioso para todos nosotros.

Mi especialidad no es la economía, pero cuando me dicen “el saldo positivo primario alcanzó en agosto en el 5,2% del PBI y fue el más elevado entre los países del continente. La economía argentina acumula 44 meses de crecimiento continuo”, digo: "¿Y?"

Cuando leo que “El ministerio de Economía dijo en un informe difundido hoy por la prensa que de enero a septiembre, el superávit fiscal alcanzó el 86 por ciento del total previsto para todo el año de 19.600 millones de pesos”, repito: "¿Y?"

Los periodistas especializados en economía en los noticieros reproducen el latiguillo preparado: “El gobierno proyectó para el 2007 exportaciones por 45.878 millones de dólares e importaciones por 35.728 millones, según los lineamientos del presupuesto presentado al Congreso y difundidos recientemente por el Ministerio de Economía y Producción”, pienso: "qué bueno, cuanta plata nos va a quedar para repartir".

Otra cosa que parece importante es que “a fines del pasado agosto, el Banco Central manifestó tener reservas internacionales por u$s 27.347 millones. Esas reservas están constituidas por barras de oro de “buena entrega”, divisas convertibles y colocaciones en dólares o euros en bancos del exterior para obtener una renta interesante” según un diario especializado.

Que alegría, somos un país rico. Por lo cual no entiendo los índices de pobreza, igualables a otros países de la región, pero con menos dinero, o la desnutrición infantil, aun en niveles del cuarto mundo, tampoco la deficiente y lamentable salud pública, que solo la sufren los que menos tienen.

Aun siendo un neófito en la materia, escuche por ahí que existe una famosa teoria de derrame, la cual considera a la sociedad como un triangulo, en la cual se encuentran en la punta nuestros dirigentes y en la base todos nosotros.

El fruto de una buena administración en la cima, provoca un derrame en beneficio de la base, pero claro, que tonto soy, eso es teoria.
Pero lo que no es una suposición es que según ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas) “en la cima del discurso oficial, el ejercicio de la crítica, que es consustancial a la existencia del periodismo, ha sido reiteradamente confundido con una práctica opositora", advirtió en su último informe.

Para ADEPA, "el carácter opositor que el Gobierno suele atribuir a quienes ejercen la crítica periodística, es un error de encuadre", ya que "la oposición se manifiesta en función de estrategias orientadas a la conquista del poder", mientras que el periodismo "sólo pretende evitar los desvíos a los que el poder tiende".

"Los gobiernos -nacional y provinciales- parecen no advertir estos matices y diferenciaciones, cerrándose en actitudes que perturban el normal funcionamiento de la prensa, afectan la información que tiene al ciudadano como destinatario y perjudican, por tanto, la calidad del debate público", enfatizó.

Seria importante que este gobierno comprenda que la acumulación de riquezas, solo sirve si son útiles a la sociedad y que el periodismo que critica y advierte estas deficiencias, lo hace solo como la voz y en resguardo, de los que sufren carencias.