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La carrera de armamentos, como tantos desastres medioambientales, proceden de una cultura que busca el beneficio económico o político inmediato, sin contar con las consecuencias negativas de esa mercantilización de la convivencia. Cuesta atender a criterios de gratuidad, tantas veces y tan bellamente descritos por el papa Benedicto XVI.
La clave está en la búsqueda del bien común de la familia humana en su conjunto y en su propio hábitat. Sería pretencioso resolver en unas líneas el gravísimo problema de la paz en el mundo. Pero me parece que la honestidad intelectual lleva a nombrar las raíces de los conflictos: si no se discierne el origen del mal, será imposible avanzar en la construcción de la paz. Y si recortamos horizontes y deseos -aunque parezcan sólo ilusiones irrealizables-, poco avanzaremos en la década que comienza.
Al fin, el sistema educativo (aunque fundamentalmente lo es, o habría de serlo, de enseñanza-aprendizaje) está dentro de una dinámica social y en su transcurrir diario forja futuros ciudadanos con base en unos valores imperantes de los que es complicado sustraerse. Desde el XIX hasta nuestros días dichos valores han estado muy influenciados por la evolución de la ética económico-laboral, a la que Jorge Dioni López se refería afinadamente en un artículo.
Acaba de fallecer Joe Lieberman, con 82 años, senador estadounidense por Connecticut durante cuatro mandatos antes de ser compañero de Al Gore en el año 2000. Desde que se retiró en 2013 retomó su desempeño en la abogacía en American Enterprise Institute y se encontraba estrechamente vinculado al grupo político No Label (https://www.nolabels.org/ ) y que se ha destacado por impulsar políticas independientes y centristas.
Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
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