El Laboral Kutxa sufrió una dura derrota ante el Fenerbahçe Ulker (98-64) en un partido perteneciente a la sexta jornada del 'Top 16' de la Euroliga, un duelo que quedó resuelto antes del descanso y que hipotecó el futuro de los vascos, que se quedan como colistas de grupo.

Tras la victoria inicial ante Unicaja, el Baskonia no ha vuelto a probar el sabor del triunfo en el 'Top 16'. De hecho, la derrota en Estambul fue un golpe muy duro para los vitorianos, que no pueden fallar en el Buesa Arena si todavía quieren seguir teniendo opciones de mantenerse con vida.

Los pupilos de Sergio Scariolo, que no superaron los cuartos en la Copa del Rey al caer frente al Valencia, notaron en exceso las importantes ausencias de Thomas Heurtel y Lamont Hamilton. La aportación del macedonio Bo McCalebb, nuevamente sensacional en la dirección, tumbó cualquier reacción del Laboral Kutxa, que hincó la rodilla antes del descanso (59-38).

El 'play-maker' de origen americano repartió cuatro asistencias y finalizó con 13 puntos, pero McCalebb no fue el único que se prodigó este jueves en el aro rival. La defensa de los vascos apenas daba garantías ante un enemigo que quería apurar todas sus opciones de clasificarse para los cuartos de final.

El equipo de Zeljko Obradovic, el técnico más laureado en la historia de la Euroliga, completó una excelente primera mitad y Bogdan Bogdanovic dio buena cuenta de ello. El bosnio, máximo anotador del encuentro con 17 puntos, fue una auténtica pesadilla para el equipo español.

Así, los de Scariolo, algo más despiertos por Pleiss, optaron por agachar la cabeza y cosechar una digna derrota. El objetivo era no perder más de lo que reflejaba el marcador y no acumular más jugadores lesionados. El Fenerbahçe continuó apretando y sacó un triunfo que les da algo de aire para seguir con vida. El próximo compromiso del Baskonia será en casa, ante el FC Barcelona.